ALEJANDRA CARVAJAL
Cómo el Blockchain y el Bitcoin pueden salvar el mundo
El desarrollo de nuevas tecnologías fortalece procesos al interior de las economías liberales, que deben verlas como una oportunidad más que como una amenaza para el éxito del comercio mundial.
Para los que no lo saben, el Blockchain (cadena de bloques) grosso modo, es el registro de información distribuido tipo P2P (Peer to Peer) el cual tiene un protocolo de consenso que garantiza la seguridad y transparencia de las transacciones sin la necesidad de intermediarios. La información contenida en la cadena es inmutable, por lo que no es posible alterarla o editarla. Su propósito principal no es albergar datos sino registrar transacciones.
Antes que el blockchain las criptomonedas como el bitcoin se han hecho sumamente famosas en los últimos tiempos, como consecuencia de un boom que aún no termina. La confiabilidad de las mismas se ha puesto en entredicho, sin embargo hoy en día son necesarias. Países como Japón, Australia, Suiza, Países Bajos, Corea del Sur, Estonia, Ucrania, Sudáfrica y Bielorrusia las han adoptado, tendencia que va en crecimiento tal como lo ha manifestado Christine Lagarde, al decir que los bancos centrales cada vez más deben estar receptivos a la transacción de este tipo de monedas pues agiliza y abarata el costo de las operaciones, hace que el sistema de pago sea más eficiente y permite que la tecnología de base sea utilizada para proteger la confidencialidad de los datos. Si bien preocupa mucho que la falta de regulación permita hacer comparaciones con la fiebre de los tulipanes que barrió Holanda en el siglo XVII y la reciente burbuja de las puntocom, con el tiempo se harán cada vez más necesarias, como parte de la digitalización del mundo contemporáneo.
El Blockchain, la tecnología que está detrás del Bitcoin y en general de todas las criptomonedas, tiene distintos usos, no solamente para las transacciones de carácter financiero. En el sector público ha reportado innumerables beneficios. De acuerdo con datos revelados por la OCDE, 45 países han desarrollado 202 iniciativas de blockchain con el fin de facilitar distintos procesos como identificación (certificados de nacimiento, de defunción, visas y registros de matrimonio), datos personales (seguridad social, salud y pensiones), votación digital, contratación estatal, registro de tierras e inmuebles y cooperación internacional entre otros. Es así como cada vez más naciones están desarrollando el blockchain como parte de la política pública que debe implementarse.
Le puede interesar: Por qué somos más pobres a pesar de que el PIB diga lo contrario
¿Y entonces cómo puede salvar el planeta?
La implementación del acuerdo de Paris ha hecho que los países firmantes, así como las empresas, ciudades y regiones que se hayan adherido utilicen tecnologías innovadoras y de vanguardia disponibles. El blockchain aumenta la transparencia y confianza de las partes interesadas, siendo también una solución para una problemática como el cambio climático.
Un ejemplo de ello es la garantía en la trazabilidad de productos en sus cadenas de suministro, lo que permite a los consumidores verificar si efectivamente están adquiriendo un producto que vaya en línea con los objetivos de las Naciones Unidas en materia de lucha contra el cambio climático. El Blockchain garantiza un seguimiento completo de la cadena alimentaria, por lo que cualquier inconsistencia sería detectada al instante, pudiendo el comprador visibilizarlo, más allá de la simple etiqueta “verde” que suele incorporarse a un producto.
Al ser una tecnología Pair to Pair, genera contacto directo entre comprador y vendedor sin necesidad de intermediarios. Es así como el comprador de un aguacate hass en Medio Oriente puede verificar la granja de origen en Colombia, así como datos precisos de esta y las condiciones en las que se ha generado el aguacate, hasta llegar a su mesa. El comprador además puede negociar directamente con el pequeño granjero, lo cual mejora los ingresos del productor así como los precios del mercado. Esto además de reducir costos permite que los campesinos compitan con las grandes empresas, hace que estos reciban el pago justo por sus productos y no quiebren, lo cual ayuda mucho a la demanda creciente de alimentos, contribuyendo a eliminar los problemas de inseguridad alimentaria, pobreza e inestabilidad propias de muchos campesinos.
De este modo también se evita el fraude alimentario, y el manejo adecuado de estándares de higiene y bienestar del producto pues tendría un pasaporte detallado. Garantiza además la entrega de productos de manera más eficiente. A nivel latinoamericano podemos encontrar una experiencia concreta en Costa Rica, donde con la ayuda del Blockchain se está evidenciando la trazabilidad del Café, lo cual ha sido fundamental para obtener un mejor precio, así como innumerables beneficios ambientales dentro de los que está la disminución de 1,85 millones de toneladas de CO2 durante los próximos 20 años.
El Blockchain en combinación con sensores, tiene la capacidad de automatizar el monitoreo, el reporte y la verificación del impacto ambiental de proyectos. Esta es una herramienta particularmente útil para el monitoreo de bosques, las transacciones de energía renovable y de bonos de carbono, lo cual reduce los costos de operación y aumenta las ganancias. En materia de inventario de emisiones y la transacción de estas ha sido de gran ayuda.
Le recomendamos: Los estudiantes están siendo abusados. No más protestas estudiantiles
Las criptomonedas también ayudan
Las criptomonedas más allá de ser clasificadas como inútiles y peligrosas, también se han considerado como perjudiciales para el medio ambiente, pues gastan cantidades importantes de energía, particularmente en países como China, donde una de las principales fuentes es el carbón, generador importante de agentes contaminantes así como de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Por tal razón así como por los principios de gobernanza de estas empresas así como la adhesión de China al Acuerdo de París, se están afincando varias empresas de criptomonedas en países como Islandia, Suecia y Noruega, donde la principal fuente de energía son las eólica, geotérmica e hidroeléctrica, lo cual abarata los costos y cumple con los estándares impuestos por las Naciones Unidas. Asimismo hay monedas como el ClimateCoin, el bitcoin del Cambio Climático.
De otro lado contribuyen enormemente a la diminución de tala de árboles que tengan como finalidad la impresión de papel moneda. Esto es bueno en materia de reducción de emisiones y metas de deforestación. Carlos Gustavo Cano, Ex Codirector del Banco de la República, alguna ves mencionó que el Banco debería ser en el futuro carbono cero. Quizás, aunque el no lo dijo, esta sea una de las maneras de hacerlo.
Lo que estamos haciendo en Colombia
Hasta el momento en materia de Blockchain el gobierno nacional no ha desarrollado nada en concreto pero ha planteado hacerlo, lo cual es un paso importante. Recientemente se anunció un proyecto elaborado por la Agencia Nacional de Tierras que utilizaría el blockchain Ethereum para reducir los tiempos en el proceso de restitución de tierras.
Sería una excelente idea el utilizar la tecnología blockchain para la actualización catastral, evidenciar entre otros los terrenos baldíos y verificar aquellas zonas que están siendo devastadas por cuenta del narcotráfico. Esto sería más que adecuado para regiones como el Amazonas, lo cual además contribuiría con el desarrollo de la política antidrogas.
Lea también: Cómo el “choca esos cinco” de Putin al príncipe saudí mejora su bolsillo