JULIO ANDRÉS ROZO GRISALES

Envidia: Notre Dame recogió 800 millones de euros en 3 días y la Amazonía 5 pesos

“La amazonía no es tarea del Ministerio de Ambiente solamente, es de todas las carteras y más aún, de todos los colombianos”. Protegerla no es tarea de Lozano, es suya y mía.

Julio Andrés Rozo Grisales
18 de abril de 2019

Cuando empecé a escribir esta columna creí que iba a ser el primero en sentar la analogía que sugiere el título de la misma. Pero no, entré a Facebook y veo el wall de mi admirado colega Mauricio Cote y me encuentro con lo siguiente:

“Es una tragedia el incendio de Notre Dame en Francia, pero seguramente la reconstruirán. Ahora, ¿por qué no es una tragedia el incendio de miles de hectáreas en la Amazonía de Colombia, en nuestro país? ¿por qué la gente no se “conmueve” con esa catástrofe nacional? ¿Por qué no suben a Facebook fotos de los bosques o los animales quemados? Eso sí que nunca se podrá reconstruir.”

Te me adelantaste Mauricio y bien que lo hayas hecho. Y es que necesitamos que seamos más los que estemos martillando este tema por todos los frentes. El hecho de tematizarlo suma, aunque dista mucho aún de ser la solución perenne.

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La semana pasada se exigió la renuncia del Ministro de Medio Ambiente, Ricardo Lozano debido a su “llamada inoperancia” para frenar la deforestación. No voy a entrar a debatir este tema pues me falta criterio técnico para sentar mi posición. Lo que sí puedo decir, es que es injusto, injustificado y facilista culpar a un único individuo de la catástrofe que vive nuestro propio Notre Dame, el cual lleva años ardiendo en llamas, y al cual le importa 5 pesos a la gran mayoría (incluyendo a los que tienen altos patrimonios en este país).

Y es que podría ser el mismísimo Dios el ministro de ambiente y les aseguro que igualmente le estarían exigiendo su renuncia. ¿Y cómo no? Cuando esta cartera recibe apenas centavos para operar. Ni la santísima trinidad junta al frente de este ministerio que nos hace sacar la cara cuando estamos en el exterior cuando nos jactamos de ser un país biodiverso, podría sacar la agenda ambiental adelante con las uñas.

Repito una vez más lo que muchos colegas han dicho: “La amazonía no es tarea del ministerio de ambiente solamente, es de todas las carteras y más aún, de todos los colombianos”. Protegerla no es tarea de Lozano, es suya y mía. No obstante, la pasividad se desvanece y todo vuelve a ser como siempre ha sido en medio de las piscinas que adornan el plan en época de Semana Santa. Y en contraste, vemos cómo los magnates franceses y los equipos de fútbol de aquel país se meten la manos al drill en menos de 3 días para recaudar casi 800 millones de euros para reconstruir un ícono de la cultura universal, que crudamente (y me criticarán los cultos e historiadores), no deja de ser un edificio. Aquí en cambio, los que tienen dinero ni se inmutan para proteger un ícono de la mismísima vida que es más, mucho más que un edificio.

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Leo esta última frase y me leo como un resentido e iracundo. Lo acepto. Perdonarán, pero es que me hierve la cabeza, así como le hierve a mi colega Mauricio. Ver cómo en Francia y Europa aflora la solidaridad y el sentido de pertenencia me produce envidia. Ver que aquí seguimos inertes en medio de nuestra indiferencia y si nos atrevemos a crucificar a Lozano para seguir con la analogía en medio de la semana mayor. En resumen, nos salimos por la fácil pero de nuevo, aquí nadie se mete la mano al drill como su sucede en Francia.

A reflexionar pues y yo, en medio de mi agnosticismo, seguiré con mis oraciones medioambientales en esta Semana Santa.

Feliz descanso,

@julioandresrozo

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