Holanda se despide de usar y producir gas natural

Holanda es un país que está tomando medidas drásticas al proponerse conseguir para el año 2050 una transición a energías limpias y renovables, implicando esto suprimir totalmente el uso de gas natural. Holanda decidió reducir la producción de gas al año 2023 a 5 kilómetros cúbicos por año (actualmente está en 20), y con la meta de no usar gas al año 2030. Además de esta razón ambientalmente sensible en búsqueda de acelerar la reducción de emisiones de dióxido de carbono, la segunda razón por la cual se toma esta decisión es la peligrosa incompatibilidad que encontraron entre el gas y los sismos, los cuales han aumentado su frecuencia e intensidad y han sido asociado a los yacimientos de gas en Groningen. 

La trayectoria de la relación de Holanda con el gas lleva más de cinco décadas. En el periodo 1963 a 1968 todas las viviendas de Holanda fueron conectadas a la red de gas operada en esos momentos por ExxonMobil y Shell.  El gas natural fue fundamental en Holanda para el desarrollo y crecimiento de diferentes sectores económicos intensivos en energía, consiguiendo con esto que el país se convirtiera en uno de los principales exportadores de productos agrícolas del mundo.  

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Sin embargo, las medidas radicales de despedirse de la producción y el uso de gas natural están asociadas a la necesidad de tomar medidas urgentes para enfrentar el problema de cambio climático, y culminar la dependencia del uso del gas ha sido determinado como una medida necesaria. En octubre del 2017, una coalición de cuatro partidos políticos del gobierno acordó ambiciosamente una reducción de las emisiones de dióxido de carbono al año 2030, y aunque el despedirse del gas no estaba explícito en la agenda, si se identificó que se para conseguir esta reducción, era necesario buscar alternativas que fueran confiables, asequibles, y seguras, y el gas no necesariamente cumple con estos requisitos. 

En diciembre 2018, la filial del supermercado alemán Lidl en Holanda anunció que sus 40 almacenes del país habían sido desconectados del gas natural. Esto, dio una señal fuerte vía mercado. 

Esto coincide con la presentación del borrador Plan Integrado Nacional de Energía y Clima (NECP por sus iniciales en inglés) de Holanda, documento que en versión final todos los países miembros de la Unión Europea deben presentar a la Comisión Europea a finales del año 2019, y que Holanda se compromete de manera explicita a reducir a cero para el año 2050 el uso de gas natural. Empero, el documento también anota posibles excepciones en industrias específicas donde ser usaría gas basado en hidrogeno.  Todo esto implica, que todas las viviendas nuevas de ahora en adelante no estarán conectadas a la red de gas natural, y que las demás deben transitar a desconectarse y a buscar alternativas para la calefacción en invierno, cocina, transporte y sistemas de enfriamiento de temperatura en el verano. La envergadura de esto, ha sido considerada como “el reto más grande de Holanda desde la reconstrucción de la Segunda Guerra Mundial” expresó Eneco, la empresa de energía de Holanda. 

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Una de las mayores controversias de esta magnánima transición son los costos asociados. El gobierno holandés, decidió dedicar 985 millones de euros anualmente para acompañar esta transición.

El uso de gas ha sido una alternativa energética que ha acompañado el desarrollo económico, y posibilidades de mejoramiento de algunos aspectos en la calidad de vida de muchas personas alrededor del mundo (incluyendo Colombia) en las últimas décadas. Pero, quizás llegó el momento de revisar evidencias que llevan a cuestionar que uso y producción no es tan seguro, eficiente y ambientalmente amigable como en algún momento se nos fue presentado.  Quizás es momento de aprovechar, que el Ministerio de Minas y Energía y la Agencia Nacional de Hidrocarburos revelaron que las reservas probadas de gas en Colombia duraran menos de una década, y que necesitaríamos empezar a importar gas desde el año 2021, para tomemos esto tal vez como una oportunidad para comencemos las provisiones para un transitar hacia un país libre de uso de gas natural.