Internet dedicado: el negocio que soporta los negocios

Los nuevos modelos de negocio son ampliamente dependientes de la tecnología. Incluso, las empresas más tradicionales están abordando cada vez más y mejores procesos de transformación digital que las hacen variar su operación, la forma en que toman decisiones y su cultura, pero como en el dilema del huevo y la gallina, sin Internet nada de esto sería posible.

La mitad del mundo cuenta con una conexión a Internet – la otra mitad vive en la brecha que se amplía entre la conectividad y las competencias para aprovecharlo -; el servicio doméstico o móvil personal no siempre es el mejor, con altibajos a veces disfrazados de fallas sectoriales, problemas de baja capacidad contratada e incluso de usuario, los operadores mantienen una oferta que atiende al mercado pero no termina de satisfacerlo.

Las nuevas demandas de los usuarios de todos los sectores económicos parten de la garantía de disponibilidad 24/7 frente a sus solicitudes. Desde las apps de domicilios hasta el sistema financiero, todas las compañías necesitan garantizar que estarán ahí para sus clientes en el momento que lo necesiten… Tarea difícil cuando el Internet va y vuelve.

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Entonces aparecen las conexiones dedicadas y el diseño de redes corporativas que garantizan el tráfico de datos y servicios, más allá de los dilemas de los proveedores del mercado masivo. Con cables submarinos propios, redes terrestres de fibra óptica que conectan países y triangulaciones que soportan la conectividad de las regiones, los proveedores de comunicaciones corporativas tienen en sus hombros la responsabilidad de que los negocios corran.

Conversando con Luis Carlos Guerrero, presidente de CenturyLink para Colombia, compañía que se precia de ser el segundo mayor proveedor de comunicaciones de los Estados Unidos en el segmento corporativo, y propietaria de un cable submarino con una capacidad instalada de 400 gigabits en la capa de transmisión, dedicado a atender a Colombia y Ecuador, apreció en la mesa el tema de siempre: el problema no es de infraestructura sino de decisión organizacional.

“La capacidad de soportar el tráfico de datos y servicios de las compañías de todos los tamaños del país puede garantizarse en la actualidad, pero más allá de la conexión, lo que impulsará la economía del país son sus decisiones sobre cómo aprovechar ese Internet para mejorar la competitividad de todos los sectores”, afirmó el ejecutivo.

¿Se ha preguntado cómo llega Internet a su oficina? El WiFi tiene detrás un mega entramado de cables, centros de distribución y redes transoceánicas que, increíblemente, se vienen instalando desde 1858. Discretas líneas de colores y nodos de conexión se dibujan hoy en el mapa, pero finalmente sin ellas nuestras pantallas no serían ni sombra de lo que conocemos hoy en día.

Los cables ya están tendidos, pero son los negocios los llamados a aprovechar su capacidad. Para las áreas de tecnologías de las grandes compañías, una conexión ancha, segura y con garantía de disponibilidad es apenas la base de operación; para las pequeñas y medianas, el discurso de la transformación a veces resulta tan superficial que se habla de nuevos aparatos y nuevas plataformas a instalar, pero no siempre se consideran las demandas por una conexión a la altura.

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Este es uno de esos casos de ‘preocúpese una vez y luego haga que su aliado tecnológico trabaje por usted’. Los billones de dólares invertidos en proyectos digitales, las regulaciones y hasta las apuestas por salvar al planeta al tenerlo en línea, todas ellas terminan dependiendo de unos cuantos cables.

Compañías como CenturyLink y otras con portafolios similares han sorteado las crisis económicas, los nudos en la regulación y hasta los vaivenes de la política, todo por conseguir conexiones que realmente garanticen la operación de los negocios; su responsabilidad frente al avance nacional es significativa y su trabajo meritorio – aunque un tanto desconocido –.

La economía digital se mueve al acelerado ritmo en que se transmiten los datos, ¿qué tan rápido ‘carga’ su organización?

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