RAÚL ÁVILA FORERO
¿Qué esperar de la economía mundial en los últimos cinco meses de 2019?
Enfrentar la fragilidad económica que nos depara este segundo semestre del año no es tarea fácil. Todos los países buscan la reactivación económica en medio de una volatilidad internacional marcada por tensiones geopolíticas y comerciales que bifurcan las proyecciones de cierre de 2019.
La reciente debilidad que muestra la economía mundial solo desemboca en más proyecciones a la baja en las perspectivas de lo que resta de año. Una creciente y constante incertidumbre, el deterioro en los niveles de confianza y las tensiones comerciales fueron algunos de los protagonistas en la desaceleración económica de 2018 y, sin duda alguna, también lo han sido en lo corrido de 2019, con una fuerte tensión geopolítica marcada en regiones como Europa, Medio Oriente y Asia.
Diversas estimaciones convergen en que el crecimiento económico mundial de 2019 decline entre 3 y 4 puntos porcentuales, hasta llegar al 2,6 % entre 2019-2020. El más reciente informe de Euromonitor sobre las perspectivas para le economía de este año espera que las economías avanzadas sean las que muestren un mayor grado de ralentización, en un rango del 2 al 2,5 %.
Según las predicciones del Foro Económico Mundial (FEM), Estados Unidos sería la excepción a esta tendencia. Gracias a la base de estimaciones sobre el crecimiento sostenible de la fuerza laboral y la productividad, el potencial crecimiento del país para este año estaría alrededor del 3,0 al 3,2 %, estando por debajo de su crecimiento en 2018, pero manteniéndose muy por encima de la tendencia mundial.
Por otra parte, la Eurozona ha venido cayendo desde el segundo semestre de 2017. Para 2019 se proyecta solo un crecimiento del 1,2 %, mientras que eventos como el brexit, los desafíos que mantiene Francia con Macron y un próximo ocaso de la cancillería de Merkel, disminuyen cada vez más la confianza empresarial. A su vez, la recuperación de Japón seguiría siendo débil y crecería al 1,3 %, en la medida en que China sigue desacelerándose.
El FEM predecía inicialmente una caída del 6,2 % para China 2019. No obstante, recientemente pudo saberse que este segundo trimestre obtuvo un 6,2 %, por debajo del 6,4 % respecto al primer semestre de este año, y ya se comenta que en la segunda mitad de este año China podría estar desacelerándose a un 5,9 %-6,1%. Indiscutiblemente, las presiones comerciales tuvieron efectos de muy corto plazo.
Asimismo, la desaceleración de la Eurozona se concentra mayoritariamente en el sector manufacturero, que sigue estancado durante este año. Los principales factores de esto han sido el deterioro del ecosistema comercial, el movimiento de los chalecos amarillos en Francia y las interrupciones en la fabricación de automóviles gracias a nuevas normas de emisiones ambientales.
Ahora, entrando más en detalle de la situación del “brexit duro” o sin negociar, la incertidumbre tocó su máximo en el primer trimestre de este año, dejando una situación política de alta volatilidad, la parálisis del Parlamento del Reino Unido y una mayor proximidad al fin del periodo del artículo 50 del Tratado, ahora con horizonte del 31 de octubre.
Para entonces, si las negociaciones no llegasen a un acuerdo, las reglas sobre el comercio y aranceles entre Reino Unido y la Unión Europea se regirán por las reglas de la Organización Mundial de Comercio, dejando al miembro que se retira con un menor poder de negociación. Se amplíe el plazo o se llegue a una salida a la fuerza por falta de negociación.
En cuanto a las economías emergentes, el 2018 fue un año de pérdida de dinamismo en sus actividades económicas y un deterioro del comercio mundial. A nivel regional, América Latina sigue presentando un crecimiento bajo mientras que Asia experimenta un mayor dinamismo. Brasil, India y Rusia tuvieron una leve recuperación el año pasado, pero otras economías como Argentina, Sudáfrica y Turquía fueron sometidas a una fuerte presión política y financiera, llegando a sufrir recesiones y estando muy cerca a sufrir una.
Por lo pronto, se prevé que el crecimiento de las economías emergentes se ubique en un rango entre 4,6 y el 4,8 % en 2019-2020. Para Euromonitor, Brasil, India y Rusia seguirían en una senda de recuperación progresiva, pero volátil, para llegar a crecer hasta un 2,3 %, 7 % y 6,5 % en el año 2020, respectivamente.
Por el lado de Rusia, por ejemplo, se ha visto un ritmo acelerado en el crecimiento de las obras de construcción y una dinámica favorable en exportaciones, consumo de los hogares y de inversión. En Brasil ha contribuido principalmente el consumo privado y un leve impulso, a veces intermitente, en su comercio exterior; sin embargo, en términos de inversión se ve una ralentización que puede ser nociva para este año dada la incertidumbre en la implementación y la eficiencia de reformas por parte del gobierno.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) apunta a que el incremento del PIB en Colombia evolucionará hasta 3,2 % en 2019 y 3,4 % en 2020, tras el 2,7 % que se registró en 2018.
Así, como fue una de las predicciones del FEM, los errores políticos se mantienen como la mayor amenaza para el crecimiento global de 2019, y hasta de los próximos años. Los conflictos en materia comercial siguen siendo peligrosos pues en cualquier momento pueden intensificarse y salirse de control. Propender por una economía mundial dinámica, inclusiva y próspera demanda de políticas concretas para reducir los riesgos latentes que vienen siendo un lastre en el crecimiento de la economía mundial.