¡Qué pesar!

Llegamos de un planeta lejano y justo en la mitad de una situación que no se entiende, que parece que mencionan como pandemia, algo de confinamiento y otro poco de desorden, vemos que algunos salen con una cosa en la boca mal puesta y hasta en bicicleta haciendo deporte se abrazan, pero dicen que no se pueden abrazar. Ahí empezamos a no entender.

De repente, aparece algo que dicen que es el día sin IVA ¡maravilloso invento para incentivar la economía! Leemos en algunos sitios donde todos parecen enterarse de lo que pasa. Vemos que algunos opinan que es buena idea y otros dicen que no. Lo que si es cierto es que programarlo en la mitad de una pandemia, sin controles adicionales, con una ciudadanía que parece que necesita control permanente, no es tan buena idea.

Vemos las filas con gente cargándose televisores a 5 centímetros de distancia los unos de los otros, es un acto que nos muestra que aparentemente los humanos de este sector del planeta no usan su cerebro completo. Tal vez es mejor ir a otro punto terrestre. Vemos que llega al mail temporal de nuestra humana y cibernética imagen una petición pidiendo que firmemos para cerrar a las grandes cadenas que no controlaron la afluencia excesiva de público en el súper día sin IVA. Empezamos a entender: ¡Claro, la culpa es de los almacenes!

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Dicen que el desempleo va en crecimiento, la economía se espera que tenga una caída este año y el próximo, mucha gente se queda sin recursos ¿y para comprar televisores sí hay filas de 200 personas? ¡Que gente rara, pensamos!

Dicen que en los países que tienen una consciencia colectiva como Alemania, la gente se distancia y guarda los espacios porque sabe el daño que se puede hacer a sí mismo y a los demás. Tal vez debamos ir más lejos.  ¿Pero queremos entender por qué a estos humanoides de Colombia no les importa cuidarse entre sí? Vemos que ni les importa cuidarse a si mismos. Nos preguntamos si tal vez esos televisores son lo mismo que vacunas contra el virus que mencionan.

Leemos que hay días de política difícil, unos con otros echando la culpa a los demás. En nuestros grupos de WhatsApp, gobiernistas pasan por alto las denuncias de narcotráfico de funcionarios, los pagos indiscriminados a campañas de publicidad, los hechos sobre acciones algo extrañas de la Fiscalía. Pero también veo que prefieren poner fotos de una señora Claudia Lopez con una edición de Cantinflas (no sabemos quién es, pero algunos parecen reírse) Vemos que ellos piden respeto, pero no lo dan.

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En Twitter, los anti-gobierno hacen afirmaciones y tratan de mostrar con hechos y prensa libre la desfachatez que son los gobernantes. ¡¡Pero un momento!! leímos que aquí se elige por democracia, entonces ¿por qué se sorprenden?

No se sabe quién manda, no se sabe a quien echarle la culpa. No se ayudan y son tan raros que el Día sin IVA se gastan lo que no tienen, poniendo en riesgo sus vidas.

Pero a nadie parece importarle. Todo el mundo pasa de largo las noticias de líderes que asesinan y amenazan; el maltrato de policías en un racismo hostil también local, no en tierras de George Floyd. Aquí mataron a un chico en su primer día de trabajo por robarle su celular y es como si no pasara. ¡Que rara esta gente!

Nosotros extraterrestres, no entendemos. No sabemos por qué se hacen daño, por qué pelean, por qué se matan, por qué se odian. Todos viven en la mitad de un país sin consciencia, desigual, no hacen nada y se acaban entre ellos.

¡Qué pesar! Mejor nos vamos por que no entendimos el nivel de consistencia en las acciones que manejan aquí. Solo deberían cuidarse más, entender que el mundo es compartido, no están listos para eso y creemos que faltan muchos años para que lo estén. Nos vamos rápido, antes de que salga otro decreto que no entendemos.

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