Remotamente líder

Lo más interesante es que en este momento nadie tiene la última palabra. Las empresas que logran hacer teletrabajo están enloquecidas y el concepto de liderazgo también se está revaluando. Creo que los líderes que son un poco más vieja escuela están sufriendo mucho con la idea de no poder controlar lo que hacen sus empleados y las posibles señales que te da el lenguaje no verbal cuando estás presencialmente.

Observando la experiencia de estas semanas, viendo una evolución de optimismo que muchas veces es simulada, y participando en un par de conferencias maravillosamente gratuitas he querido hacer un breve resumen de lo que es un líder remoto, no el que remotamente puede llamarse líder.

1. Crea confianza. El líder remoto cree en lo que le está diciendo su equipo de trabajo. No tiene que verificar la versión, no tiene que llamar a otras cinco personas para asegurarse. Confía y hace seguimiento.
2. Es controlado no controlador. El líder remoto debe controlarse para entender algunos ritmos que pueden ser más difíciles ahora. Pero tampoco es un controlador obsesivo que pone llamadas desde las 7 a.m y a la hora de almuerzo para garantizar que su gente sí está trabajando. Nada mas desmotivador que un controlador obsesivo en tiempos de pandemia.
3. Entiende cada día los cambios. Hace algunos años que cuestiono mucho estos planes de empresas grandes a diez años. El mundo bajo una onda de total cambio y ambigüedad aguanta con dificultad un pronóstico de uno o dos años. Pero en este momento, el líder remoto tiene que entender que las proyecciones son solo eso, proyecciones. Mostrar soportes, entender que el 60% o el 50% o que va a llegar al 110% dependerá de una mayoría de variables hoy incontrolable. Asi que ejecuta más con flexibilidad y bájale al control.
4. Deja trabajar. Veo empresas que piden tantos reportes que la gente está dedicada a armar presentaciones sin tener siquiera el tiempo y el espacio para aterrizar los planes de acción. Asi que si crees ser un líder mágico por que tienes 10 sesiones de zoom, webex, Skype o lo que sea, no te creas tan sobresaliente. Deja tu gente trabajar y mide la posibilidad de que cada uno se concentre en sus tareas. No actúes como novio/a intenso/a.
5. Es de verdad empático. Entiende realmente lo que tiene al otro lado de su computador. Si la mayoría de sus subordinados son padres de niños, dará el espacio para que puedan ayudar en casa, si tiene mascotas sabrá que debe sacarlos, si vive fuera de una ciudad capital tal vez no tenga la mejor red de internet. Hoy estamos haciendo todos cosas que no sabemos hacer en los hogares. Asi que un poquitín de empatía puede ayudar. Escuche a alguien que me dijo “en cuarentena estoy trabajando el triple que en la oficina”, le pregunté y ¿estás produciendo el triple? Me respondió no…. creo que ni la mitad.
6. Es real. Es de carne y hueso y se lo muestra a su equipo. Nada de ser jefes perfectos con familias inigualables, fotos en redes mostrando sus clases virtuales de kick boxing, las recetas que cocina, el mejor vino de la cuarentena y la magia espiritual perfeccionada. No mis amores, un poquito de me cansé, a veces no doy más, extraño el cafecito de Yady,  caminar a mi oficina, ir al gimnasio y hasta encresparme la pestaña. Eso me lo creen más que si me muestro como inquebrantable.
7. Ejemplo de balance. Un modelo, eso es un líder remoto que inspire. Alguien que trabaja duro pero tiene un espacio para echarse a ver Netflix, renegar del chingado covid y gozarse una llamada con su madre. Pero con balance.
8. Se fortalece espiritualmente. Debe preocuparse por fortalecerse internamente, por verse hacia adentro. Por entender la trascendencia de lo que ocurre porque tiene equipos a cargo y esto va para largo.

¿Y entonces tú en qué estás? Eres de verdad un líder remoto….o remotamente serás un líder?