RAÚL ÁVILA FORERO
Tendencias navideñas
La víspera navideña para este año se venía anticipando como una celebración atípica. Y Año Nuevo no será la excepción. Por ello, a nivel mundial se esperan algunas tendencias marcadas por el cambio en los hábitos de consumo, especialmente a fines de este represivo 2020.
Con las festividades de fin de año tan cerca, son varias las tendencias que consultoras y comerciantes han anticipado con las lecciones aprendidas de meses atrás. Hace un año nos enfrentábamos a miles de comercios preparándose para batir sus récords en ventas, ansiosos por recibir a una multitud de clientes palpitantes por la alegría de las festividades.
Pero este año no será igual. La pandemia del coronavirus ha cambiado prácticamente todos los hábitos, incluyendo los de las festividades de fin de año. La experiencia del cliente se ha redefinido y esto no debe ser más que una estrategia para los comercios, ahora, de corto plazo. Aunque no solo hablamos de las aglomeraciones de cliente, se trata de un buen número de tendencias en diversos ámbitos.
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Según el más reciente informe de Nielsen, en el que se muestra la Navidad como la gran oportunidad para el consumo mundial a cierre de año, se destaca la mayoría de las categorías de consumo de alcohol con un importante repunte en el nivel de ventas, especialmente el vino, el whisky, el ron y el brandy.
No obstante, también resalta alguna de las tendencias que los consumidores tendrán en medio de estas épocas. La primera es el control del gasto, que se explica por la percepción en la lastimosa recesión económica de los hogares. Ante esto, algunos de los hábitos que más han cambiado es la reducción del entretenimiento fuera del hogar, el menor gasto en ropa y viajes, y un incremento en compras de cuidado personal y del hogar.
Con esto en mente, la consultora estima menos regalos tradicionales para esta Navidad y más regalos centrados en las necesidades personales y del hogar. Por otro lado, los segmentos con mayor capacidad de gasto compensarían los lujos perdidos a lo largo del año con productos de alimentación de mayor calidad o de belleza.
Debido a las restricciones que están imponiendo en diversas partes del mundo, otra de las tendencias que se esperan es ver menús más ajustados a presupuesto y audiencia. Las limitaciones a las reuniones en grupo tendrían un impacto en la categoría de dulces y aperitivos, en la medida que las bebidas alcohólicas y los productos congelados adquieren mayor importancia.
Por último, y siendo casi la tendencia más destacada a lo largo del año, la presencia digital en la Navidad será más alta que nunca. Allí, el gasto online en productos de consumo ha superado el 60% a las compras realizadas en tiendas físicas. Todo ello, como medida de bioseguridad para evitar las aglomeraciones aunque, en Colombia, preocupantemente, estas no han sido manejadas de la mejor manera en los puntos de alto flujo comercial para estas épocas.
Por supuesto, la tan hablada “nueva normalidad” ya había planteado este comportamiento en el consumidor en medio de la crisis y en la fase pospandemia. Era evidente que la temporada navideña no iba a ser la excepción.
Según un reciente estudio de la consultora McKinsey, el 27% de los consumidores estadounidenses habría sufrido una reducción en sus ingresos en 2020. No obstante, el 73% de estos gastaría lo mismo o incluso más durante la temporada de fiestas. Se espera que las ventas en temporadas de Navidad puedan crecer al menos un 19%, por la concentración del gasto en fechas concretas y una mayor penetración del e-commerce.
Este análisis de McKinsey también reveló que el principal canal de investigación para compras son las páginas web de los minoristas (54%), seguido por las páginas de las marcas (37%), la navegación por catálogos (31%) y las redes sociales (28%). Pero a pesar de la diferencia entre las preferencias del consumidor, más del 40% de los consumidores declaró tener la intención de seguir buscando una tienda física.
Por ello, se demanda un refuerzo en la omnicanalidad, para que los negocios puedan estar preparados ante su demanda. Incluso para aquellos que han acoplado marcas propias, es necesario trabajar en paralelo sobre la lealtad de marca, que se vino en picada por la necesidad que tuvieron muchos consumidores de probar nuevos productos que se ajustaran más a sus necesidades y a su bolsillo.
De acuerdo con ambas consultoras, más del 60% de los consumidores a nivel mundial ha experimentado algún cambio en su forma de comprar a lo largo del año y el 40% ha comprado en un sitio nuevo. Al respecto, una de las maneras de dar la batalla a este panorama es con la personalización de los servicios digitales y un refuerzo en los protocolos de salud y bioseguridad, para atender las principales preocupaciones y expectativas.
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Otro componente que valdría la pena considerar es que, dada la concentración comercial en las festividades, son muchas las personas que adelantaron sus compras navideñas para evitar posibles retrasos en sus entregas. En ello, es importante que los negocios evalúen toda su cadena de distribución y evalúen cuál es su verdadera capacidad para estar preparados y ofrecer garantías de entrega, en vez de ganar mala fama por incumplimiento, más en medio de las festividades.
Nos enfrentamos a una serie de celebraciones totalmente diferentes. Probablemente sean las festividades de fin de año más digitales de toda la historia. Pero lo importante es aprovechar todas las facilidades que nos ofrece la tecnología para celebrar estas fiestas con responsabilidad, manteniendo la compañía de nuestros allegados en la medida que los mantenemos a salvo.