GUILLERMO VALENCIA

Una señal en tiempos de pánico

Mientras el coronavirus impacta la economía mundial, el crecimiento del sector tecnológico se mantiene. El mejor consejo es poner atención en las innovaciones digitales y en las tecnologías que apenas emergen.

Gustavo Valencia Patiño, Gustavo Valencia Patiño
3 de marzo de 2020

Desde 2011 muchos analistas han tratado de predecir el colapso de la burbuja de las acciones del sector tecnológico. Desde entonces han aprovechado cualquier posibilidad de riesgo para apostar por su colapso, como ya ocurrió en 2012, 2015 y 2018. Hoy, con el miedo generado por el coronavirus, los rumores de una posible caída aparecen de nuevo.

Si bien la volatilidad en los activos de tecnología ha sido formidable, creemos que la señal no está ahí, sino en otro indicador. Cuando analizamos el índice de acciones S&P 500 vemos que hay dos factores que lo jalonan: uno que representa la vieja economía de cadenas de valor y otro dominado por las oportunidades del mundo digital.

Por vieja economía me refiero a compañías como Exxon, Chevron, y todo el sector de energía de EE.UU., quienes junto a Ford y Alcoa son sus grandes representantes. Mientras tanto, los líderes de esta nueva y digital economía son Google, Microsoft, Facebook, Amazon y Netflix.

Esta vieja economía es representada por países emergentes altamente dependientes de materias primas y del estímulo gubernamental, algunos de ellos son México, Brasil, Sudáfrica y Turquía. 

En un panorama así, la oportunidad sigue estando en apostar en largo por la nueva economía y en contra de la vieja. Algunos pensarán que se trata una moda, pero en realidad son compañías cuya capacidad de adaptabilidad es mayor que las del sector energético.

Un ejemplo, que mencionamos en nuestra columna anterior, es el descenso en la participación de la industria de petróleo y gas en el S&P 500. La imagen contraria es la que muestra el crecimiento del sector tecnológico en este índice.


Vieja economía vs. nueva. Fuente: Tradingview.

En la práctica, las empresas extractivas dependen de la cotización en el mercado de sus productos, mientras que las digitales han sabido desarrollar tecnología y nuevos sectores tanto en el retail, como en el marketing, que hoy se brillan gracias a la aplicación de inteligencia artificial, machine learning y big data.

Otro punto a favor es que las tecnológicas son compañías que capturan datos y perfilan a millones de usuarios en tiempo real. En este escenario el algoritmo es el rey, pero aún no brinda todas las respuestas, porque aún desconocemos en qué otros nuevos negocios y sectores esta información podrá ser utilizada como materia prima.

Sin duda, este sector representa una gran oportunidad, pero tengámoslo claro: el mercado alcista del Nasdaq no ha terminado y seguirá creciendo, a pesar del coronavirus y su impacto en el mercado. Este, por muy fuerte que haya sido, no es suficiente para detenerlo. 

En tiempos de pánico, el mejor consejo es dejar ir la vieja economía y abrazar la nueva.