Este artículo forma parte de la edición 151 de ARCADIA. Haga clic aquí para leer todo el contenido de la revista.Con la FILBo a la vuelta de la esquina, siempre resulta necesario llamar la atención sobre los libros buenos, curiosos y arriesgados; no solo los buenos. Rey Naranjo ha demostrado en los últimos años un sólido criterio tanto en sus diseños como en sus principios editoriales. Visto así, no resulta del todo sorprendente que haya sido la primera editorial en Colombia que se haya propuesto publicar, para lectores nacionales, una novela escrita en inglés. Y el autor no fue otro que Juan Fernando Hincapié, quien ya había aparecido en el sello con la novela Gramática pura y además fue el compilador de la antología Puñalada trapera: un libro tan importante como necesario, que puso en evidencia el panorama de cuentistas colombianos actuales. Gracias a su experiencia como traductor, y por supuesto lo que fue su propia inmersión en otra lengua, se dio a la tarea de pensar una historia bogotana desde otro lugar lingüístico, desde otra realidad narrativa que pasa por otras maneras de pensarse e imaginarse.Le puede interesar: La lengua es el límite del mundoLa novela Mother Tongue: A Bogotan Story no es una traducción, y mucho menos una adaptación. Es una novela escrita en lengua inglesa, narrada por un bogotano, que sin embargo, por el mero hecho de hablar en otra lengua, se ve obligado a pensar en nuestra realidad bogotana y nacional desde otro código lingüístico, como ocurre siempre que nos pensamos en otro idioma. Enrique Márquez Pino, el narrador, relata con lente preciso lo que es el reencuentro no solo con su realidad familiar sino con su realidad social luego de haber vivido en Houston, esa capital chicana. Y si algo otorga el efecto narrativo de dirigirse en el libro al público gringo, es que nos permite como lectores nacionales vernos superpuestos y referidos en otra lengua. Márquez regresa a su hogar paterno luego de ser profesor de español en Houston, y esto no es extraño dentro de las novelas de Hincapié: si en Gramática pura, su anterior obra, conocimos a la insoportable Emilia Restrepo Williamson, posiblemente la más pesada y pedante profesora de gramática española, en Mother Tongue conocemos al profesor más irreverente y políticamente incorrecto, que no duda en contarnos sobre su aversión a los mexicanos, su obsesión con el fútbol y los videojuegos, su rechazo a casi todo lo criollo a la vez que su constante deseo sexual que raya con la indiferencia absoluta. Y sobre todo lo que fue el gol de Fredy Eusebio Rincón a la selección alemana en el mundial de Italia 90, que es una especie de impronta de nuestra cultura.Le puede interesar: Ser bogotano, en 26 expresionesComo ocurre siempre que (nos) pensamos en otra lengua, se abren caminos insospechados para leernos. La libertad que otorga el inglés frente al español nos permite entender la realidad bogotana que comenta Márquez desde otra posición, es decir, desde otro contexto. Este es quizás uno de los más grandes logros del libro: no solamente pensarse en inglés, sino burlarse de lo bogotano en inglés, en un humor que no le es propio a la cultura bogotana pero que, sin embargo, comparte su sensibilidad y conocimiento íntimo. Y si algo resulta claro es la gran necesidad que tenemos como colombianos y bogotanos de ser políticamente incorrectos, de burlarnos desde otra perspectiva, de vernos desde otros ojos; de burlarnos de nuestros diminutivos, burlarnos de las madres que aprendieron de sus esposos a manejar en los Renault 4, burlarnos al creer que somos la Atenas suramericana, burlarnos de esa mentira que creció como un hongo al considerarnos los portadores del mejor español del mundo. Aquí está una novela que en otra lengua se burla de nuestro español y de nuestra manera de entendernos a través del español bogotano. Un manual sencillo de autocrítica, consternación y conocimiento lingüístico puesto al servicio del más elegante humor. Una genialidad en otra lengua puesta al servicio de la nuestra.