PADRE ASESINO?
Las autoridades estadounidenses están convencidas de que quien asesinó a la reinita de belleza fue su propio padre y que la mamá es su cómplice.
Tres meses después del brutal asesinato de la niña de seis años Jon Benet Ramsey, conocida como 'La Pequeña Miss Estados Unidos', que conmocionó a los norteamericanos el 26 de diciembre pasado, las autoridades parecen estar convencidas de que el asesino fue su propio padre, el millonario John Ramsey. La pequeña fue hallada golpeada, estrangulada y posiblemente violada en el sótano de la casa de sus padres en Boulder, Colorado. Las primeras sospechas recayeron sobre los empleados de los Ramsey, los miembros de la familia y los amigos cercanos, quienes habían estado en una fiesta en la casa la noche del asesinato, pues la Policía no encontró indicios de que la entrada hubiera sido forzada. Pero luego de algunas semanas de pesquisas, a medida que el número de sospechosos se redujo, crecieron las sospechas sobre los padres de la pequeña, John y Patricia Ramsey. Aunque las autoridades han recaudado en la casa de los Ramsey cerca de 250 pistas, el caso ha sido un dolor de cabeza por la gran cantidad de pruebas contradictorias. Una de las piezas clave es una carta que los padres de la niña recibieron de un presunto secuestrador que les exigía un rescate por su hija. La nota fue entregada a la Policía sólo unas horas antes de que se hallara el cadáver de la pequeña. Posteriormente, en las pesquisas, las autoridades encontraron en la casa de los Ramsey un borrador de la nota de rescate, en la cual el autor intentó practicar una caligrafía diferente a la suya. Luego de analizar la caligrafía de cartas personales de todos los miembros de la familia, la Policía descartó tanto al padre como a los hermanos mayores como posibles autores de la carta. Sin embargo la letra de la madre de JonBenet y la de la carta del presunto secuestrador presentaron muchas similitudes. Eso no sólo ha llevado a Patricia Ramsey a someterse, por orden judicial, a cuatro pruebas grafológicas, sino que aumentó en las autoridades la sospecha de que el padre fuera el autor del asesinato y su esposa estuviera actuando como encubridora. La madre de la niña ha sido sometida también a un extenso examen sicológico, efectuado por un siquiatra y una criminalista, cuyos resultados han trascendido a los medios de comunicación en Estados Unidos. Según el periódico National Enquirer, dicho examen muestra que Patricia Ramsey había volcado todas sus fantasías de ser una reina de belleza en su hija, a la que consideraba más como una extensión de sí misma que como un ser independiente. Ese sueño de juventud se convirtió en una obsesión con su hija. Con apenas seis años, JonBenet había ganado numerosos concursos infantiles en Colorado, aparecido en numerosas revistas y más que en juegos infantiles el tiempo que le dejaban las tareas escolares lo pasaba en sesiones de modelaje. Su álbum de fotografía, más que de retratos familiares es un portafolio de tomas hechas por profesionales, en las que la niña aparece con su rostro de muñeca maquillado ataviada con elegantes vestidos, joyas y tacones, como una mujer adulta en miniatura. Los especialistas determinaron también que la madre de la pequeña es una mujer dominada por su marido, a quien la sola idea de traicionarlo la aterroriza. Según el siquiatra, esta actitud podría justificar que Patricia lo esté encubriendo, y por eso ella misma habría escrito la carta, tratando de deformar la letra. Lo que no se ha establecido es si Patricia estaba al tanto de los abusos sexuales de los que era objeto la niña por parte de su padre. La sola idea de que lo supiera causa estupor. En todo caso se cree que fue después de que él le confesó el asesinato que ella decidió escribir la nota de rescate para desviar el curso de las investigaciones. Sin embargo, al saber que podía ser acusada de cómplice y encubridora, lo cual la llevaría a prisión, la mujer decidió cambiar su testimonio. Según el National Enquirer, Patricia Ramsey pudo haber llegado a un acuerdo secreto con la Policía, en el cual habría confesado que ella misma escribió la nota del rescate y admitido que su marido asesinó a su propia hija. De ser confirmada la culpabilidad de John Ramsey, el apuesto ex oficial de la marina y adinerado piloto privado podría ser condenado a la pena de muerte. En unos días saldrán los resultados de las pruebas de ADN realizados por los investigadores, los cuales determinarán la identidad del asesino. Por ahora, cuando todo parece indicar que se trata de un caso de incesto y que el asesino es el papá, no deja de sorprender la frialdad que durante el desarrollo del caso han demostrado los padres de la niña. Mientras las autoridades adelantaban las investigaciones la pareja no solo contrató un grupo de abogados sino también a un agente de prensa para atender a los medios de comunicación. Pero hay algo que causa más estupor: La Policía no fue la que halló el cadáver de la pequeña después de su desaparición. Fue el propio John Ramsey quien reveló dónde estaba: en una oscura habitación del sótano de su casa, amordazada y con las manos atadas con un cordón, su cuerpo vestido con un camisón y cubierta con una manta de la familia.