Colombia recupera rápidamente su inversión extranjera directa

Si bien en 2016 y 2017 las cifras de inversión extranjera directa (IED) fueron superiores al débil registro de 2015, cuando Colombia reportó el ingreso de apenas US$11.723 millones, los dos primeros trimestres de 2018 demuestran una recuperación con mucha más fuerza.

Las cifras preliminares del Banco de la República revelan que el reporte de IED en el primer trimestre fue inferior al del mismo periodo en 2017 por cerca de US$378 millones y llegó a US$2.135 millones.

Sin embargo, para el segundo trimestre la cifra se incrementó en US$1.527 millones al ascender hasta US$3.662 millones, cifra que también es superior al registro del segundo cuarto de 2017.   

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Incluso, el incremento trimestral de la IED fue superior al año anterior cuando apenas había incrementado US$13 millones entre cada periodo.

De este modo, solo en el primer semestre de este año, este tipo de inversión extranjera sumó US$5.797 millones con el sector petrolero a la cabeza y duplicando su flujo entre el primer y el segundo trimestre.

De acuerdo con el reporte del Emisor, solo la inversión en el sector petrolero se duplicó entre los dos primeros trimestres de este año al pasar de US$497 millones hasta US$928 millones.

Los sectores de agricultura y minería también duplicaron su nivel de inversiones entre cada trimestre, mientras que manufacturas dio un significativo salto al pasar de US$59 millones en los 3 primeros meses del año y US$626 millones en el siguiente periodo.

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La excepción son los sectores de construcción, que pasó de US$206 millones en el primer trimestre a US$128 millones en el segundo, y electricidad y gas que pasó de US$63 millones a un saldo negativo en US$272 millones.

Sin embargo, cabe recordar que Colombia había reportado un pico de casi US$5.000 millones de inversión en el tercer trimestre de 2017 que disminuyó hasta los US$3.992 millones en el último trimestre del año.

La tendencia solo se corrigió en el segundo trimestre de este año, todavía sin saber quién sería el nuevo presidente de la República, con las primeras señales de las dificultades en Turquía y Argentina pero ya con repuntes en el precio del petróleo.

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