OPINIÓN

Conectividad, clave para reducir brechas sociales

El país no podría subirse a la cresta de la cuarta revolución industrial, de la que tanto se habla por estos días, si no cumple las metas que se ha impuesto en materia de conectividad y si no acomete, de manera proactiva y sin pausas, la tarea de masificar, democratizar y agilizar sus iniciativas en materia de ciencia, tecnología e innovación. Un análisis de Carlos Camargo Assis, director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos.

7 de junio de 2019

En hora buena contamos ya con los fundamentos estratégicos que nos ofrece el Plan Nacional de Desarrollo (PND), cuyas metas son claras y cuantificables. Lograr que 11,8 millones de hogares se conecten a internet durante los próximos cuatro años, como lo busca la carta de navegación cuatrienal, es al propio tiempo una meta altruista y una necesidad apremiante.

Si se cumple, como lo esperamos todos, lograremos reducir sensiblemente esa gran brecha digital que hace que esta era, la de las grandes transformaciones, solo la mitad de las familias colombianas (7,4 millones) tengan acceso a esa matriz de las grandes plataformas digitales.

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Esa brecha también ha crecido históricamente de la semilla de la discriminación social. Cuando fue formulado el proyecto del PND solo el 21% de los hogares de estrato 1 podían conectarse -varios solo de manera ocasional- a internet, mientras el 99,8% de los hogares de estrato 6 lo hacían permanentemente.

Con la entrada en vigor del PND llega la hora de las inversiones, que habrán de tener un particular énfasis en las regiones. En él se contempla un renglón muy importante denominado “bienes públicos para la conectividad”. De allí, el 50% está destinado a inversión sectorial y deja en manos de los ministerios de Agricultura y de las TIC la distribución estratégica de los recursos para impulsar la conectividad en el campo.

En este frente debemos acompañar decididamente la voluntad política expresada por el presidente Iván Duque Márquez cuando nos dice que su administración le está apostando con todo a la transformación digital del Estado. Con mayor razón, cuando nos anuncia un acompañamiento a los gobiernos regionales y locales para poner la conectividad al servicio de sus trámites administrativos. Su orientación filosófica es clara: mejorar la gobernabilidad.

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Respaldamos la visión del jefe del Estado cuando plantea que todas las áreas del gobierno pueden beneficiarse de la incorporación de nuevas tecnologías. Cuando enfatiza, en términos de una clara exhortación, que todos ellos deben sumar esfuerzos para insertar a Colombia en la Era del Conocimiento.

Digitalizar por completo el funcionamiento del Estado, tanto a nivel nacional como territorial, debe dejar de ser una utopía para convertirse en un objetivo respaldado por metas claras y plausibles.

Ya están definidos 34 trámites administrativos que a diario hacen que la relación Estado-ciudadano sea poco amable. De la mano de la agilidad de esos trámites deberán venir, como lo anuncia el PND en sus objetivos, la unificación de las bases de datos de beneficiarios de programas sociales y la georreferenciación de la información socioeconómica para mejorar la focalización.

La conectividad está llamada a convertirse en una herramienta clave para alcanzar grandes conquistas sociales.

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Por Carlos Camargo Assis. Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos.