MICROTENDEROS

Aplicación para conectar a los microtenderos

Una idea importada de África permitió crear una red de 4.200 tenderos que se abastecen por medio de una aplicación. Así funciona este emprendimiento.

4 de julio de 2019
Teaté también les da acceso a los tenderos a servicios como recarga de celular o de TV. | Foto: iStock

Muchas empresas nacen para solucionar un problema. Una de ellas se interesó en buscar la mejor forma de abastecer a los microtenderos (aquellos que venden en promedio un salario mínimo al mes) que trabajan en barrios de difícil acceso. Si bien tienen una clientela fiel, los distribuidores de las grandes marcas no suelen entregarles en la puerta de su casa o con la periodicidad necesaria debido a su baja facturación. La respuesta surgió en África, un continente con problemas similares a los de Colombia, y la presentaron en un foro mundial de la compañía de software SAP. Un empresario caleño la vio y decidió aplicarla en el país, con lo que nació vida a Teaté, en diciembre de 2016.

Esta firma, cuyo nombre proviene de la sigla técnica de las tiendas en el comercio (TAT), tiene el objetivo de acercar a los fabricantes con los pequeños tenderos, quienes deben descargar una aplicación y desde allí hacer sus pedidos. Teaté se compromete a entregarlos en 48 horas. Para lograrlo, maneja un inventario con productos de varias empresas y luego los transporta en vehículos en los que puede llevar menos productos que un camión grande. Para los tenderos la aplicación no tiene costo, pero sí para los fabricantes, quienes garantizan que sus productos lleguen a la tienda.

Paso a paso

Teaté nació en Cali de la mano de Gustavo Cardona, exgerente de La 14. Comenzó con 5 fabricantes y 100 tenderos y ya tiene 4.200 tenderos y 37 fabricantes. Más que una aplicación, en Teaté se consideran una comunidad digital de negocios, pues aspiran a crecer con los tenderos en un proceso de inclusión social y financiera. Juliana Betancourt, directora comercial de Teaté, explica que la barrera de entrada está en enseñarles cómo usar la aplicación a los tenderos, cuya curva de aprendizaje toma en promedio seis meses. Luego se ajustaron a su sistema de pagos, en efectivo contra entrega y ahora les van a ofrecer un fiado, para que reciban el producto y paguen después. No pagan intereses si cancelan en una semana.

De Cali se expandieron a Medellín y después aspiran a llegar a Bucaramanga y Cúcuta. Por ahora no les interesa Bogotá, un mercado que consideran sobreatendido. Para comenzar a operar recibieron financiación por US$3 millones de un ángel inversionista local y planean hacer una segunda ronda para la expansión nacional y una tercera para la internacional. En efecto, tienen los ojos puestos en Chile, Perú y México, países con una cultura de tiendas similar a la colombiana.

Frente a la competencia de nuevos formatos como los hard discount, Betancourt dice que hay espacio para todos. Pero que el rol del tendero es fundamental para un segmento grande de la población, por su cercanía, precios asequibles, variedad de productos y trato personalizado. Esto no significa que deban seguir haciendo las cosas como siempre, mientras la tecnología les ofrece parte de la solución para avanzar.