El nuevo puente Chirajara ya no será atirantado

Según indicó la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), la estructura tendrá 460 metros de longitud y se adaptará a la estructura de voladizos sucesivos, lo que quiere decir que el nuevo puente requiere de la construcción de una nueva cimentación.

El modelo de voladizos sucesivos hace referencia a la construcción de vigas cajón en concreto reforzado que se construyen a partir de una pila, agregando tramos parciales que se sostienen por sí mismos. En otras palabras, como están construidos la mayoría de puentes que hay en Colombia.

En octubre, el Ministerio de Transporte ya había comunicado que esperaba comenzar la construcción del nuevo puente Chirajara en menos de dos meses, momento en que ya se había tomado la decisión de no utilizar los cimientos del puente atirantado que se estaba construyendo y que se desplomó el 15 de enero de 2018.

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“De esta manera, el Gobierno nacional, bajo la premisa de ‘concluir, concluir y concluir‘, avanza en los proyectos que conectan a las regiones con el propósito de entregar al país, en especial a los departamentos de Meta y Cundinamarca, una infraestructura que garantice la conectividad que cumpla con las especificaciones técnicas vigentes”, explicó la ministra Ángela María Orozco.

Los diseños del nuevo puente fueron el resultado del trabajo entre la ANI, el concesionario, la veeduría y el acompañamiento de la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Estos diseños serán entregados en dos o tres semanas a la interventoría del proyecto, según informó el Ministerio.

Los 32 meses de ejecución del proyecto se contarán una vez estos diseños sean aprobados por la interventoría, proceso que se estima tenga una duración de tres meses, lo que significa que la construcción en firme del nuevo puente Chirajara iniciaría en febrero o marzo de 2021.

"Por lo anterior, la Agencia Nacional de Infraestructura y la Concesionaria Vial de los Andes S.A.S. consideraron viable la alternativa de cambiar la tipología del Puente Chirajara de atirantado a voladizos sucesivos, como ruta de solución de parte de las controversias técnicas surgidas para el nuevo puente atirantado que se diseñó entre noviembre de 2018 y julio de 2019", dijo la ANI a través de un comunicado.

Desde la parte técnica, Colombia tiene vigente la aplicación de la norma "CCP14" que se basa en métodos estadísticos para el diseño de puentes y de obras de infraestructura.

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"La tipología de puentes de voladizos sucesivos se refiere a un procedimiento de construcción utilizado con frecuencia en el país para grandes puentes. La metodología consiste en construir la superestructura (tablero) a partir de las pilas, agregando tramos parciales que se sostienen del tramo anterior, realizándose de manera simétrica para equilibrar las cargas de la estructura”, explicó el vicepresidente de la ANI, Carlos García.

Los procesos jurídicos por el anterior Puente Chirajara

El desplome del puente atirantado que estaba por concluirse en 2018 generó también una puja jurídica entre la ANI y el concesionario a cargo de la obra.

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Según indicó esta entidad, el proceso administrativo sancionatorio en contra del concesionario dio como resultado una cuantificación de perjuicios por un valor de $33.359.652.082 millones.

De este valor, el concesionario ya compensó a la Agencia con $8.300 millones en 2018 y se espera una nueva compensación por $8.500 millones, lo que daría como resultado una compensación total de $16.800 millones.

"La Agencia Nacional de Infraestructura mantendrá el proceso por perjuicios y todas las controversias se resolverán en el marco de un tribunal", indicó la entidad.

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El nuevo puente Chirajara es solo uno de los componentes de la vía entre Bogotá y Villavicencio, que tiene una extensión de 85,6 kilómetros, que se compone por tramos en doble calzada, viaductos y túneles.

Otro de los puntos críticos y que tienen pendiente una realización de obra de infraestructura es el kilómetro 58, en donde se construyó un tablestacado para contener la montaña y en donde se espera se construya un pueste que de solución definitiva a los problemas de inestabilidad del sector.