IGLESIAS

Así es el protocolo de bioseguridad para la reapertura de iglesias

El Ministerio de Salud reveló el protocolo de bioseguridad para la apertura gradual de los centros religiosos en el país.

7 de julio de 2020
Protocolo de bioseguridad para la reapertura de iglesias. | Foto: Getty Images

A todos los asistentes se les tomará la temperatura, deberán estar sentados con distanciamiento físico de 2 metros y las sillas estarán ubicadas en zigzag.

Además, al ingresar a la iglesia deberán desinfectarse las manos y suelas de los zapatos con alcohol glicerinado. El uso del tapabocas será obligatorio para todos los asistentes y el ingreso de niños, niñas y adolescentes estará prohibido. 

También se establece dentro del protocolo que el sector religioso deberá garantizar la aireación natural o ventilación de los lugares de culto, manteniendo puertas y ventanas abiertas y por ninguna razón se debe compartir papelería o documentos de mano a mano.

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Las personas con síntomas de gripa no podrán asistir a los cultos. “Un aspecto importante es no saludar de manos, besos ni abrazos, y si presenta comorbilidades como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, VIH, obesidad, desnutrición o es mayor de 60 años, debe abstenerse de ir”, indicó la directora (e) de Promoción y Prevención, Claudia Cuellar.

Se llevará a cabo un plan piloto durante 15 días con un aforo máximo de 50 personas, siempre y cuando se cumplan los 2 metros de distanciamiento.

“Culminado dicho piloto, se realizará otro, también con duración de 15 días, en donde se permitirá aforo al 35% con la distancia social de 2 metros entre personas sentadas y cumpliendo todas la medidas dispuestas”, explicó Cuellar.

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A la fecha, 150 municipios han solicitado al Ministerio del Interior la autorización para la reapertura.

El protocolo recomienda efectuar una inscripción previa para las asistencias a la congregación, ya sea por teléfono o correo electrónico, para evitar aglomeraciones, como también llevar registro de las personas que ingresan y realizar las celebraciones litúrgicas de máximo una hora.

Por último, al finalizar el acto religioso, la logística debe garantizar que no se rompa el distanciamiento físico de 2 metros entre personas, que no se lleve a cabo ninguna actividad que implique manipulación de alimentos y garantizar el uso de baños públicos dentro de las instalaciones del culto, asegurando agua, jabón y toallas desechables.