GABINETE
¿Los nuevos ministros podrán 'salvar patria' para el gobierno Duque?
Los recién nombrados jefes de las carteras de Trabajo, Salud y Agricultura tendrán que lidiar con temas como mejorar la protección social de los colombianos urbanos y rurales, así como garantizar que se sigan ejecutando programas ya iniciados y lograr que se aprueben polémicas reformas en el Congreso.
El revolcón ministerial anunciado este viernes 7 de febrero por el presidente Iván Duque no solo tiene por objetivo buscar mayor gobernabilidad para el Gobierno, sino también impulsar varios de los proyectos y programas que desarrolla el Ejecutivo en áreas vitales como el mercado laboral, la salud y el agro.
Los retos más evidentes son los del nuevo ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera, un curtido congresista, que llegará para abrirles paso en el Legislativo a controvertidas pero necesarias reformas: la laboral y la pensional. Así mismo tendrá que trabajar en la mesa de concertación laboral, que se conoce por su labor en las discusiones del salario mínimo, pero que en realidad se reúnen todo el año y cuyo papel se vuelve fundamental ante el malestar social que vive el país.
No obstante, la tarea más importante del nuevo funcionario será la de trabajar en combatir el flagelo del desempleo que terminó el año pasado en 10,5%, la tasa promedio más alta desde 2011 y que hoy afecta a 2,3 millones de personas.
Si bien las mejores perspectivas de crecimiento para 2020, deberían ayudar a corregir parte de la desocupación, en especial porque se espera un repunte de la construcción, que es un gran generador de mano de obra, el reto más importante está en el sector agropecuario, que según Fedesarrollo mantendría un crecimiento moderado, lo que es insuficiente para dinamizar la creación de puestos de trabajo rurales.
Paralelamente, Cabrera deberá entrar a dirimir en discusiones de transcendencia actual como el manejo laboral de quienes trabajan en las plataformas de economía colaborativa. Un debate al que país llegó tarde y que cada vez luce más complicado de solucionar. A eso se sumará el manejo de los trabajadores venezolanos, que han impactado las cifras de informalidad.
Tierras y rentabilidad
El nuevo jefe de la cartera de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, quien se desempañaba como presidente de la Fiduagraria, también tendrá varios ‘chicharrones’ para atender en especial en lo que tiene que ver con la titularización de tierras y la búsqueda de rentabilidad para los productores del campo.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, considera que Zea enfrentará dos tipos de retos en su gestión: unos de su competencia directa y otros indirectos. Entre los primeros está el poder replicar ejercicios de mejora de rentabilidad de cultivos, como el que ejecutó su antecesor con arroz, al tiempo que deberá seguir trabajando en la política de crédito agropecuario para que sea oportuna y a la medida de los productores. Además, que no solo participe el Banco Agrario, sino el resto de bancos comerciales.
Así mismo, deberá seguir trabajando en la diplomacia sanitaria para abrirles nuevos mercados a los productos nacionales, así como para hacer una defensa comercial de los productos locales que se ven amenazados por los importados, como es el caso de la papa y el etanol. También habría necesidad, a juicio de Bedoya, de revisar los acuerdos firmados en la CAN, pues no están favoreciendo a los agroindustriales nacionales.
Tendencias
En cuanto a los retos indirectos, Zea tendrá que trabajar con otras carteras que tienen impacto sobre su sector. Por ejemplo, buscar soluciones para que el Congreso tramite reformas que ayuden a combatir la informalidad en el campo, que alcanza 86%. Así mismo, deberá promover la construcción de vías terciaras, sensibilizando a alcaldes y gobernadores, así como al Ministerio de Transporte sobre su importancia. Aquí también es indispensable que se encuentren soluciones para evitar que el sector agropecuario colapse cada vez que se cierra arterias fundamentales como la Vía al Llano o la Panamericana.
Adicionalmente, temas como el catastro multipropósito, el desarrollo de Pdets, el cannabis medicinal y el aumento de la agricultura por contrato, serán claves para el éxito de la gestión de Zea.
Reglamentar el plan de desarrollo
El nombramiento de Fernando Ruiz Gómez como nuevo ministro de Salud fue muy bien recibido por los gremios del sector, que ven en su reconocida trayectoria académica una garantía de que esta cartera se seguirá manejando con el carácter técnico que han tenido los últimos ministros del ramo.
Ruiz, médico cirujano y quien había sido viceministerio de Salud durante el gobierno Santos, deberá implementar adecuadamente todas las reformas estructurales que se aprobaron para la salud en el Plan Nacional de Desarrollo. Este sector fue, de hecho, uno de los más reformados en dicha ley, pero muchos de los cambios se encuentran pendientes de reglamentación.
En el Plan se hizo desde el acuerdo de Punto Final que busca sanear las históricas deudas entre los diferentes actores del sector para lograr su sostenibilidad financiera hasta ponerles “techo” a los recobros que se hacen al sistema. También está pendiente avanzar en el pago por resultados en calidad para mejorar la prestación de servicios por parte de las EPS, así como el tema de los subsidios parciales.
Para Gustavo Morales, presidente de Acemi, otra de las tareas pendientes del Ministerio es el fortalecimiento de la Superintendencia Nacional de Salud para dotarla de más herramientas que mejoren la vigilancia y el control sobre el sector. Cabe recordar que la mitad de las EPS del país hoy tienen planes especiales de mejoramiento o medidas especiales de vigilancia.
Ruiz también tendrá que continuar con la política de control de medicamentos, mejorando el monitoreo del mercado para determinar no solo el cumplimiento de las normas, sino también para determinar qué medicamentos deben ser regulados.