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La última semana de noviembre saldrán las conclusiones del estudio sobre las características técnicas y presupuesto final del nuevo aeropuerto de Caldas. | Foto: Cortesía Asociación Aeropuerto del Café

INVERSIÓN

El aeropuerto del café ahora sí levantó vuelo

La construcción del nuevo aeropuerto en el departamento de Caldas arrancará en 2021. Será el eje de la reactivación económica de esta zona.

29 de octubre de 2020

Cuatro décadas después de comenzar como un sueño, el nuevo aeropuerto para el departamento de Caldas está a punto de volverse realidad. Eso sí, la iniciativa ha tenido que sobreponerse a varias pesadillas. Desde la dificultad para conseguir los millonarios recursos, hasta la oposición de líderes políticos y empresariales que lo consideran una obra costosa e innecesaria, pasando por el fracaso de la empresa que hasta 2012 promovió la obra y la dejó a medio camino.

A pesar de todo ello, la visita del presidente Iván Duque el pasado fin de semana al terraplén donde se construirá la obra indica que, por fin, los astros se alinearon. Aerocafé estará ubicado en el área metropolitana de Manizales, muy cerca de los municipios de Neira, Villa María, Villa Pinzón, Chinchiná y Palestina. Estos seis aportan el 60% del Producto Interno Bruto caldense, que alcanza $9 billones, y albergan el 64% de la población de Caldas.

El gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez, fue el primero en posesionarse de su cargo en el terraplén donde se comenzará a construir el aeropuerto, en el primer trimestre de 2021. asegura que esta obra “es el eje estructurante en la estrategia de reactivación económica del departamento con alcance nacional”.

Destaca que Aerocafé tendrá menores limitaciones en el espacio aéreo para la salida, aproximación y llegada de aeronaves; reactivará el turismo en la región, y se convertirá en eje de los negocios. Soluciona, además, uno de los mayores dolores de cabeza de los viajeros del departamento: el riesgo de cierre por razones climatológicas que, con frecuencia, registra en el aeropuerto La Nubia, de Manizales.

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El mandatario asegura que la operación de Aerocafé será viable incluso en medio de condiciones atípicas como alta velocidad de viento, tormenta y aterrizaje bajo condiciones visuales con instrumentos de no precisión o de precisión. Tal como está planteado, la obra podrá gestionar un millón de pasajeros por año, estimados en 10 a 12 años.

¿En qué va el proceso de esta obra? El pasado fin de semana, la unión temporal de la holandesa KPMG y la española Aertec dio a conocer detalles preliminares de los estudios y diseños existentes, que corresponden a las dos primeras etapas. Sin embargo, los definitivos se conocerán el 23 de noviembre.

Estos estudios definen el tamaño real de las obras y el costo que podría tener la primera etapa, que incluye una pista de 1.460 metros, y la segunda, cuya pista de aterrizaje sería de 2.600 metros. Incluso el terreno donde se ejecutará la obra podría permitir que la pista llegue hasta los 3.800 metros.

Las obras de la primera etapa incluyen, además de la pista, calles de rodaje, plataforma de aviación general y comercial, torre de control, terminal aeroportuario, parqueaderos, y estación de bomberos.

Los predios donde operaría el nuevo aeropuerto están en el municipio de Palestina.

Los predios donde operaría el nuevo aeropuerto están en el municipio de Palestina.

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Hasta el momento, el proyecto cuenta con más del 50% de su cierre financiero. Para ejecutar estas obras, la Nación aportará $350.000 millones y la región, alrededor de $125.000 millones.

Estos recursos se irán consignando en el patrimonio autónomo constituido en septiembre pasado, tras escoger a Colpatria para esta gestión. Este patrimonio, además de administrar los recursos, se encargará de controlar la construcción y la interventoría. La cifra exacta del costo de las obras se conocerá cuando la unión temporal entregue los estudios, a finales de noviembre.

Buen viento

El nuevo aeropuerto de la región cafetera dinamizará la actividad turística y productiva de la zona, el empleo y la economía. Todo indica que a finales de este año será adjudicada la construcción de la primera etapa, que debe comenzar en el primer trimestre de 2021.

El gobernador Velásquez calcula que generará 1.800 empleos directos en la etapa de construcción y otros 5.600 durante la operación. Además, la vía de acceso al terminal generará 120 empleos directos y 360 indirectos.

Las obras del ‘lado aire’, que incluyen maniobras, movimientos y pista de aterrizaje, estarán a cargo de la Aeronáutica Civil, mientras que las del ‘lado tierra’, es decir, plataformas, terminal, torre de control y cuerpo de bomberos, entre otras, las hará la región.

El cronograma prevé que las obras se ejecutarán en 30 meses desde la adjudicación, y que la operación inicie a finales de 2022.

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La Aerocivil destaca que un tema positivo para esta obra es que, desde el principio, la Contraloría General de la República está haciendo un acompañamiento a través del control concomitante. Esto asegura el buen uso de los recursos y el cumplimiento de las obras.

Pese a ello, aunque todo indica que esta vez Aerocafé sí tomará vuelo, no faltan las críticas a la iniciativa. Uno de los principales cuestionamientos apunta a que en la región operan otros cuatro aeropuertos muy cerca de donde estará ubicado Aerocafé, y por eso la obra sería innecesaria. Sin embargo, el general Gonzalo Cárdenas, secretario de sistemas operacionales de la Aerocivil, explica que los otros terminales tienen vocaciones muy distintas.

El de Pereira, a menos de dos horas, es el ejecutivo y recibe principalmente a comerciantes, hombres de negocios y estudiantes. Además, su pista no se puede ampliar porque sería muy costoso. El de Armenia, también a menos de dos horas, está enfocado en turismo, principalmente hacia parques temáticos y fincas. El de Cartago se ha especializado en carga, mientras que el de La Nubia tiene los problemas climáticos.

Otro de los cuestionamientos tiene que ver con los que lo consideran una costosa obra. Hasta septiembre de 2012, cuando los trabajos se paralizaron, Inficaldas e Infimanizales habían invertido $188.000 millones y eso generó fuertes reclamos por parte de órganos de control.

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Al margen de estas críticas, los gobiernos nacional y regional avanzan en los preparativos para que esta vez Aerocafé sea una realidad. Además, la reactivación económica de la región lo anhela.