Cuánto vale ser un ciclista profesional y exitoso como Egan

El mundo del ciclismo es tan extenso como las rutas que recorren los pedalistas más reconocidos. Prueba de ello es la innumerable cantidad de referencias, artículos e implementos que existen en el mercado. Algunas de las marcas más reconocidas son Trek, BMC, Cannondale, Canyon y Pinarello, marca usada por Egan Bernal y el Team Ineos. Algunas de estas marcas elaboran sus bicicletas en Europa, siendo Alemania, Italia y Suiza los países donde se diseñan. Sin embargo, la gran mayoría opta por fabricarlas y ensamblarlas en países como China y Taiwán, donde el costo de producción es menor. 

Tan solo la bicicleta amarilla usada por el pedalista nacido en Zipaquirá durante las dos últimas etapas del Tour puede superar los $35 millones. Esta fue suministrada por Fausto Pinarello, CEO de la marca como felicitación al deportista que se convirtió en el tercero más joven en lograr la hazaña.

Además del esfuerzo físico y las horas de entrenamiento, el ciclismo es un deporte que exige de una inversión considerable si lo que se quiere es lograr un nivel profesional. Si bien se trata de una actividad que cualquier persona puede practicar, estar al más alto nivel no solo requiere dedicación y horas de trabajo. Una bicicleta de gama alta profesional puede costar entre $30 millones y $32 millones, según los materiales con los cuales son elaborados todos los componentes.

Las bicicletas usadas por estos deportistas no solo deben estar adecuadas al terreno, sino que deben facilitar su maniobrabilidad. Por tal motivo, una bicicleta profesional es elaborada casi en su totalidad en fibra de carbono, material que la hace más liviana y adaptable a las necesidades del ciclista. La Unión Ciclística Internacional estableció el peso mínimo que puede tener una bicicleta para competiciones en 6,8 kilogramos.

Tan solo el marco de una bicicleta puede llegar a costar $15 millones a esto hay que sumarle el grupo de pacha, plato, tensor, cadena, herraduras, sillín y ergopower, compuesto por los frenos y cambios. Este grupo de componentes pueden costar $10 millones más, debido al material y la tecnología con la que son elaborados. Para completar la bicicleta solo haría falta un par de llantas, el cual cuesta aproximadamente $5 millones. 

La indumentaria es otro asunto, una lycra diseñada con tecnología de última generación que regula la temperatura de los ciclistas y les brinda mejor aerodinámica cuesta alrededor de $2 millones, un casco de icopor comprimido $500.000, unas zapatillas especiales, $1’600.000; unas gafas con filtro solar, $800.000, y un ciclocomputador que registre distancia, velocidad y ritmo cardiaco, $200.000 más. Con esto, el costo total del equipo utilizado por un ciclista profesional es de $34 millones aproximadamente.

Sin embargo, como en todo deporte existen variedades en las gamas de los equipos. En el mercado colombiano se destacan marcas como GW, Optimus y Millenio, con referencias en gama media y baja, elaboradas en su mayoría en aluminio y acero. “No existe una marca que predomine en el mercado, como en todo, comprar una bicicleta se trata de gustos y del uso que la persona le quiera dar”, explica Fabio Cadena, asesor comercial de la marca Giant en Bogotá.

Una cicla con características similares, pero de una gama media baja, elaborada en aluminio, puede llegar a costar $5 millones aproximadamente. Pero si se buscan referencias más baratas, el precio más económico que se puede encontrar en el mercado es de $2 millones para el ciclismo de ruta, mientras que para el transporte urbano y amateur existen precios desde $300.000 en adelante.

Obviamente, esto solo se refiere a los aditamentos para el ciclista, la otra parte de la ecuación se concentra en el trabajo físico y todo lo que esto conlleva. El tiempo de práctica, preparación técnica y física, son establecidos por profesionales que enfocan su trabajo en ayudar a que los deportistas lleguen al más alto nivel. Por lo tanto, la práctica deportiva incluye la participación de médicos, deportólogos, directores técnicos y mecánicos que acompañan todo el proceso. En conclusión: llegar a ser como Egan resulta un esfuerzo millonario.