ANÁLISIS

Economía de la nutrición, clave para el futuro de la salud en Colombia

El papel de la salud en la sociedad es clave y más en estos días. Enfocarse en comprender nuestro sistema ya no es una opción, sino una necesidad. Ser sostenible en un sistema con una cobertura del 98% es el gran desafío para Colombia.

Gabriel Gómez*
31 de agosto de 2020
| Foto: Getty Images

Así mismo, la prevención activa de enfermedades, la nutrición, el autocuidado y el buen uso de los recursos son algunos de los elementos clave para mantenerse saludable y construir un buen panorama para el futuro de la salud en el país.

Si bien muchas variables impactan la sostenibilidad del sistema de salud, la intervención nutricional, cuando está bien indicada, beneficia en salud a los pacientes, ayuda a racionalizar los recursos en salud y ayuda a disminuir costos de atención. Hoy sabemos que casi el 40% de los adultos colombianos están desnutridos o en riesgo de desnutrición al ingreso hospitalario; esto afecta directamente los costos de atención médica, ya que la desnutrición puede causar una mayor duración de la estancia hospitalaria, mayores re-hospitalizaciones no programadas, aumenta la mortalidad y las complicaciones.

Un análisis reciente realizado en Colombia encontró que proporcionar terapia nutricional temprana a adultos hospitalizados que están desnutridos o en riesgo de desnutrición podría ahorrar hasta casi $5 millones (US$1.351) por paciente. El costo total promedio por evento hospitalario fue de US$3.770 para pacientes con manejo nutricional estándar (no temprana) versus US$2.419 para pacientes con terapia nutricional temprana (iniciada dentro de las 24 a 48 horas posteriores al ingreso hospitalario), una disminución de casi 36% por paciente.

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Aproximadamente, 1,7 millones de colombianos serán hospitalizados por año y un total de 638.318 personas (40%) ingresarán al sistema hospitalario, ya sea en riesgo de desnutrición o desnutridos. Por otro lado, un estudio publicado en Clinical Nutrition demostró que los pacientes colombianos con malnutrición permanecían en el hospital casi dos días más que los otros pacientes, con probabilidad superior a 69% de morir durante la hospitalización y hasta 30 días después del alta.

Con estos datos, se estimó que, si se implementa la terapia de nutrición temprana, el ahorro neto anual total para el sistema de salud colombiano sería de aproximadamente $3,1 billones (US$862,6 millones), una cifra que podría invertirse en otras tecnologías para la salud o insumos de atención básica como camas adicionales, infraestructura médica mejorada, entre otros. Estimaciones recientes, presentadas en el Congreso de la Federación Latinoamericana de Terapia Nutricional (FELANPE) en 2018 en Guadalajara, México, muestran que la suplementación nutricional oral puede reducir las estancias y aumentar la capacidad de camas en un 21% por giro cama y sin inversiones adicionales.

Es así como estos hallazgos proporcionan una justificación suficiente para implementar procesos integrales de atención nutricional y resaltan la importancia de la detección temprana de la desnutrición y la intervención nutricional oportuna, considerada una tecnología de costo-beneficio. Independientemente del diagnóstico clínico, el deficiente estado nutricional de los pacientes altera los resultados clínicos a las intervenciones, aumenta el uso de recursos en salud y aumenta los costos de atención.

La ciencia de la nutrición es un área de la salud emergente en evidencia benéfica, tanto en la clínica como en los ahorros económicos para el sistema de salud. El papel de la nutrición ha tomado especial relevancia en los equipos interdisciplinarios que tratan a los pacientes y cada vez los profesionales de la salud están más interesados en aprender esta benéfica co-intervención.  

Este llamado para tener en cuenta el estado nutricional debe comenzar en cada una de las personas que conformamos esta sociedad. Cuando se está enfermo, se piensa en qué podríamos haber influido para que estas enfermedades que padecemos tengan un mejor curso clínico, y ahí se destaca una buena nutrición. Se necesita de campañas y educación al respecto, para que cuando el paciente llegue al hospital disminuya ese 40% actual que lo pone en riesgo de peores resultados.   

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Con notables esfuerzos de todos los actores del sistema de salud, estamos progresando en esta realidad. Sin embargo, es importante mantener el análisis de los pasos a seguir para garantizar su sostenibilidad a mediano y largo plazo, al comprender los desafíos que seguramente seguiremos enfrentando como sociedad en términos de salud.

Este análisis económico demuestra el potencial de programas integrales que incluyan la atención nutricional para mejorar la prestación de servicios de salud, mientras que se generan ahorros potenciales por año, siendo este un ejemplo de un modelo para una proyección sostenible del sistema de salud en el que la priorización estratégica de la inversión y de los recursos juegan un papel importante.

Del mismo modo, aunque estos hallazgos, que involucran tanto al sector privado como a la academia, proporcionan una justificación clara para implementar la atención nutricional desde una perspectiva económica, también nos acercan a la idea de la importancia del sistema y sus componentes con respecto al valor más importante de sus operaciones: salvar vidas y construir el futuro de una sociedad más saludable.

*Director médico de Abbott en América Latina.