OPINIÓN
Es necesario avanzar en un etiquetado frontal informativo para los alimentos
Durante las últimas semanas hemos participado en dos audiencias públicas sobre dos proyectos de ley que buscan regular el etiquetado frontal de los productos alimenticios, lo cual refleja la alta importancia que tiene este tema para los colombianos. Un análisis por Camilo Montes, director de la Cámara de la Industria de Alimentos de la Andi.
Si bien desde la industria aplaudimos los esfuerzos que ha hecho el Congreso de la República para poner este tema en la agenda pública, es claro que el país no puede avanzar solo en el frente regulatorio, sino que esta debe ser una tarea multisectorial para afrontar desafíos de salud pública como lo son la obesidad, la diabetes y otras enfermedades crónicas no transmisibles.
De hecho, el Ministerio de Salud se encuentra trabajando actualmente en un análisis de impacto normativo para definir qué es lo que más le conviene a los consumidores. Este documento recibió cerca de 200 comentarios de la industria, ONGs y actores gubernamentales, lo que demuestra que el etiquetado frontal en los alimentos debe construirse a partir de un trabajo conjunto, para garantizar se provea información clara, veraz y suficiente a partir de información técnica y científica.
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Es por esto que desde la industria hemos implementado de forma voluntaria, a partir de 2016, un etiquetado frontal en más de 4.771 referencias alimenticias, para que los colombianos puedan comenzar a tomar decisiones sobre su alimentación sin necesidad de alarmismo. Además, esto es solo el primer paso, porque no podemos olvidar que la obesidad es multifactorial y se deben afrontar otros problemas como la inactividad física.
El modelo que se escoja, claro, debe estar adaptado a las realidades nutricionales de los colombianos y debe contener información sobre la cantidad de azúcares totales, grasa saturada, sodio y energía (calorías) contenidos en una porción del producto y su porcentaje frente al valor diario de referencia para cada uno de ellos, y que se represente gráficamente con íconos. Además, es fundamental la pedagogía para que los consumidores puedan interpretar las cantidades y así puedan tomar decisiones conscientes de lo que consumen.
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Toda esta situación implica que Colombia debe tener en cuenta el lineamiento sobre etiquetado que dicte el Codex Alimentarius, máxima organismo internacional en materia de normas de alimentación, que por estos días se reunió en Ottawa (Canadá). El Codex indica que es el Gobierno Nacional quien debe liderar el proceso de construcción del etiquetado frontal, pero que debe ser acompañado por todos los actores involucrados. Por eso también es necesario que el Ministerio de Salud y Protección Social impulse, de la mano del Congreso, las ONGs, academia y sociedad civil, estrategias que mejoren la alimentación de los colombianos.
Por lo tanto, es necesario que se tome lo más pronto posible una decisión que sea viable para la industria, sea creíble para los consumidores, aplique evidencia de la investigación científica sobre etiquetado nutricional, tenga un diseño coherente y esté alineado tanto con otras políticas nacionales de nutrición, como con lineamientos internacionales.
Por Camilo Montes, director de la Cámara de la Industria de Alimentos de la ANDI.