COMERCIO ELECTRÓNICO
CCCE: gravar el comercio electrónico expulsaría empresas de Bogotá
La Cámara Colombiana del Comercio Electrónico (CCCE) aseguró que la iniciativa de la Alcaldía de Bogotá de aumentar los impuestos para las plataformas del sector afectaría la competitividad de la ciudad y tendría efectos en la estabilidad de las empresas.
La alcaldesa Claudia López presentó meses atrás el proyecto de acuerdo de reactivación económica para Bogotá, que tuvo que ser retirado y nuevamente radicado ante el Concejo, y está denominado como el "Plan Marshall" para la recuperación económica de la capital una vez se termine la pandemia.
Si bien el proyecto contempla beneficios y alivios para los sectores más impactados en materia económica por el confinamiento, también tiene el propósito de aumentar las tasas de tributación de otros a los que según el criterio de López "les ha ido bien" desde que comenzó la pandemia.
Parte del proyecto aumentaría el porcentaje del Impuesto de Industria y Comercio (ICA) para las plataformas de comercio electrónico. Esta alza se generaría también en otros sectores como la construcción, materiales de construcción, producción de productos de aseo y otros.
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Álvaro Morales, gerente de Análisis Económico de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, dijo a Dinero que el tema tributario es uno de los más sensibles para el sector y hacen parte de la nueva reglamentación a la que este se expone en diferentes lugares del mundo.
"El tema tributario y qué sucede con las plataformas está en discusión en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), se cambia el concepto tradicional porque antes se miraba mucho dónde estaba la localización física de los negocios y con la economía digital cambia de forma importante esto, ya no se requiere de un posicionamiento físico para poder hacer una actividad comercial", dijo Morales.
La preocupación para la CCCE es que se apliquen modelos tributarios diferentes entre los gobierno locales y nacionales, es decir, impuestos diferenciales o no coordinados, que generarían una erosión de la base gravable.
Morales detalló que esto no es conveniente pues "una empresa no tiene que estar físicamente en Bogotá para poder vender a través de comercio electrónico a consumidores de Bogotá, se expulsaría a esas empresas que están generando innovación porque se van a trasladar a otras ciudades en donde van a encontrar unas tasas del ICA más favorables".
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Este proyecto que se encuentra en el Concejo de Bogotá está surtiendo sus primeros debates y en las próximas semanas se enfrentaría a la discusión en las plenarias, lugar en donde los concejales deberán tomar las decisiones respecto a la iniciativa de reactivación económica que algunos sectores han reseñado como "una reforma tributaria distrital".
Otro de los aspectos mencionados por el gerente de Análisis Económico de la CCCE es que el sector está viendo una contracción de las transacciones debido a la reapertura económica, razón por la que no se pueden tomar decisiones basadas en "un momento coyuntural" que posiblemente "no se repita" en las próximas décadas.
Este mensaje lo reforzó destacando que el valor promedio de las compras al inicio del confinamiento estaba alrededor de $200.000 y en agosto ya estaban en $116.000, lo que significa que los colombianos están dejando de comprar bienes de mayor valor y están comprando productos de consumo ordinario.
"Esa importancia que tenía el sector turismo lo entraron a ocupar las categorías de alimentos y electrodomésticos. Especialmente entre abril y junio, cuando la gente comenzó a emular su casa para hacer el trabajo y educación de casa, comenzaron a comprar productos de tecnología y hogar para estar mucho más cómodos", explicó el gerente.
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Según el gremio, Colombia es uno de los países que más ha avanzado en comercio electrónico en América Latina por la infraestructura y el mensaje se está reforzando por la cantidad de usuarios nuevos y la confianza en los métodos de pago.