EDICIÓN 600

La increíble historia de Estonia, el país más digital del mundo

Colombia está a años luz de lograr la eficiencia que ya tienen las entidades públicas de Estonia, el país más digital del mundo. Le contamos los retos y avances.

16 de octubre de 2020
Transacciones online | Foto: iStock

Colombia necesita con urgencia una ‘vacuna digital’ contra la ineficiencia del Estado. Una inmunización contra la duplicidad de funciones, los trámites y el gasto público excesivo en entidades no sintonizadas con la coyuntura. Una nueva realidad en donde el ciudadano reclama más efectividad y eficiencia.

Parte del malestar social y violencia de los últimos años en las calles del país es solo una reacción o una consecuencia de décadas de excesos burocráticos, deficiencias en la medición de la gestión y un precario o inexistente uso de las herramientas tecnológicas.

Está claro que la digitalización de las entidades públicas sigue en pañales. Casi ninguna de las 6.400 entidades tienen biometría para la atención de los ciudadanos y menos de la mitad tienen algún servicio con firma digital. 

Mientras que una buena parte de las empresas privadas del país se digitalizan a la velocidad del sonido, las entidades públicas no reaccionan con la rapidez que los ciudadanos lo necesitan.

Ese lento proceso de digitalización se refleja en las clasificaciones internacionales sobre el tema. El pasado 9 de octubre la International Institute for Management Development (IMD) publicó su ranking que ubicó a Colombia en el puesto 61 entre 63 países analizados. En cuanto a países digitalizados, solo superamos a Mongolia (62) y Venezuela (63).

Otra forma de medir cómo estamos en eficiencia estatal es comparando lo que se gasta en las entidades públicas versus el PIB del país. Para Fernando Grillo, director del Departamento de la Función Pública, el país gasta 4,8% del PIB en el Estado, “muy por encima de otros países de la región, como Argentina”. 

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Según Carolina Isaza, profesora de la Universidad Externado y doctora en Gobierno y Administración Pública con maestría en política comparada y relaciones internacionales, Colombia gasta casi lo mismo que Alemania. El punto clave es que en ese país se nota más la gestión pública. Una de las diferencias más importantes entre estos dos países es la elevada corrupción y el excesivo centralismo en el país. “Sabemos que la corrupción acá es alta, pero es difícil medirla. Está desde el soborno local hasta los grandes carruseles”, explicó la académica.

Esas heridas abiertas entre el ciudadano y las instituciones públicas traen desconfianza e incredulidad. 

El informe de la Ocde Panorama de las Administraciones Públicas, publicado en marzo de este año, cuenta cómo se ha socavado la relación entre el gobierno colombiano y el ciudadano. “Entre 2007 y 2018, la confianza aumenta más en Paraguay (29 puntos porcentuales), Ecuador (28 pp) y Jamaica (17 pp), mientras que las mayores reducciones se produjeron en Venezuela (39 pp), Uruguay (25 pp) y Colombia (24 pp)”, indica el reporte.

En el país del refrán ‘hecha la ley, hecha la trampa’, los ciudadanos también tienen una deuda pendiente. “Tenemos muy arraigada la cultura de los derechos, pero a la gente se le olvida que también tiene deberes. La gente reclama sus derechos aplastando los derechos de los demás”, explicó Pedro Medellín, director nacional de la Escuela Superior de Administración Pública (Esap).

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El Estado no le cumple al ciudadano y este último se olvida de sus deberes con el Estado; un círculo vicioso en donde la única salida es reformar entidades o crear más entidades y burocracia. 

Desde 1991 completamos 50 reformas constitucionales, cerca de 250 reformas sectoriales y unas 1.000 reformas institucionales. Podemos crear agencias de todo tipo, pero, si no cambiamos la conducta del ciudadano, será muy difícil”, explicó Medellín quien ha estudiado en profundidad la estructura del Estado colombiano.

La ineficiencia del Estado y los problemas culturales de la población no se resuelven con más dinero, sino con pedagogía y cambios profundos de las instituciones, uno de ellos el digital.

De hecho, según cifras del Ministerio de Hacienda, en la última década se duplicó el gasto en el Presupuesto General de la Nación para el personal público. En 2010 fue de $15,3 billones y este año ya va en $33,4 billones. A ese valor es necesario agregar los gastos de universidades, profesores y entidades descentralizadas por cerca de $31 billones y otros $7,6 billones en el pago de personal contratista. 

¿Estamos invirtiendo bien ese dinero en 6.400 entidades públicas y 1,5 millones de funcionarios y contratistas públicos?

En ese aspecto, Isaza considera que hay una brecha entre la formulación y la implementación, porque a veces las políticas son muy ambiciosas.

La digitalización permitiría un Estado más pequeño y funcional; desde 1990 pasamos de 13 a 18 ministerios y de ninguna unidad administrativa especial a 40.

Las más recientes ‘adquisiciones’ de la burocracia colombiana fueron la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (en Planeación Nacional existe una división para esto) y una entidad que coordinará el transporte en los ríos de Colombia. “Será como las Satena de los ríos”, anticipó Fernando Grillo, director del Departamento de la Función Pública.

Ciudadano digital

En 1991, Estonia, un pequeño país de 50.000 kilómetros cuadrados que limita con el mar Báltico, se separó de la Unión Soviética en medio de un tenso reacomodo geopolítico mundial que también se tradujo en el fin de la Guerra Fría.

Este pequeño país nació sin dinero, sin tecnología y sin instituciones. Tuvo que arrancar de cero y por tal motivo echó mano del talento humano especializado en números y criptografía. 

Así fue como creó las bases tecnológicas para convertirse en el referente mundial en materia de administración pública y economía digital. En los últimos 28 años Estonia diseñó, implementó y puso en marcha X- Road, una moderna plataforma que le permite hoy a los estonios tener 99% de sus trámites digitalizados.

En pocas palabras, los 1,3 millones de estonios solo tienen que salir de casa cuando se casan, se divorcian o compran una casa. De resto, todo, absolutamente todo, lo pueden hacer a través de internet.

Declarar renta toma 3 minutos, cuando nace un niño el sistema reporta a las escuelas de la zona para que en 5 años cuente con el cupo escolar. La salud, la educación y hasta el pago más sencillo, como un parqueo, se pueden pagar online desde el móvil.

Lo mejor de todo es que los ciudadanos son dueños de sus datos y acceder a este sistema sin un permiso es un delito.

Dinero habló Gustavo Giorgetti, fundador de ThinkNet y una de las personas que acompañó este proceso de digitalización del país europeo.

“En Estonia se habla del gobierno invisible debido a la inexistencia de los trámites. Hay una máxima en ese país y es no pedir un documento que ya tiene en el sistema público”, explicó Giorgetti. ¿Les suena la fotocopia de la cédula ampliada al 50%?

Estonia tiene muy pocos funcionarios públicos debido a su alto nivel de transformación digital. “En América Latina me dicen que se perdería mucho empleo si se siguen los pasos de Estonia, yo les respondo que ese personal público podría dedicarse durante 20 años al curado o construcción de datos fiables de los ciudadanos, hay muchos errores en las bases de datos, así que trabajo es lo que hay”, dijo el empresario argentino.

En otras palabras, una nueva política pública debe actualizar la estructura del Estado a las necesidades. Según Función Pública, 30% de los funcionarios son abogados, 12,9% ingenieros y solo 0,3% matemáticos.

Además, un Estado más eficiente atrae más inversión y por esa vía más oportunidades de trabajo.

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En medio de este panorama complejo, hay una buena noticia y es que el MinTIC de Colombia acogió el año pasado el modelo de Estonia para su proceso de digitalización.

“Desde el 2 de abril de 2019 comenzamos la implementación de la Estrategia de Integración del Estado, que tiene como objetivo mejorar la interacción digital que la ciudadanía tiene con las entidades del Estado colombiano para el acceso a trámites, servicios o consultas de información. El objetivo es lograr que los trámites que realizan los ciudadanos presencialmente se puedan realizar de manera digital en el Portal Único del Estado Colombiano (www.gov.co), ahorrándoles costos, tiempos, así como fortaleciendo la confianza ciudadana en sus instituciones”, explicó en respuesta a un cuestionario enviado por Dinero la ministra TIC, Karen Abudinen. 

La funcionaria dijo que a septiembre 30 de 2020 hay 16 entidades públicas que han instalado la versión colombiana de X-Road y otras 23 que se encuentran en proceso de migración. 

Sin embargo, uno de los temas clave en la transformación digital es la seguridad de los datos. El libro Weapons of Math Destruction (Armas de destrucción matemática), de Cathy O‘Neil, da cuenta mediante varios ejemplos, de cómo el mal uso de los algoritmos y modelos matemáticos, el ADN de la inteligencia artificial, puede afectar los intereses de personas y naciones.

Giorgetti explica que buena parte de la clave del éxito de Estonia está en el blindaje que tiene el sistema, pero sin convertirse en una caja negra de datos donde no se sabe quién accede a ellos y cuándo. En otras palabras, los ciudadanos son amos y señores de sus datos y el gobierno lo que hace es protegerlos para evitar suplantación u otros hechos irregulares.

La digitalización de los procesos o trámites ante entidades públicas ha derivado en grandes ahorros para los ciudadanos de Estonia y de otras naciones como Eslovenia. 

“El modelamiento matemático produce dinero y esta ciencia debe ser el centro de la transformación digital. Desde 1970, empresas como Bavaria utilizan estos modelos para tomar decisiones o predecir tendencias”, cuenta Jesús Velásquez, jefe científico de DecisionWare, una compañía colombiana dedicada al modelamiento matemático e inteligencia artificial.

Velásquez trabajó durante varios años en Bavaria para modelar desde la nómina hasta las decisiones más complejas de la firma, como la reducción de 18 a 6 plantas de producción, la reestructuración de la cadena de abastecimiento o la manera como debían tratar algunos asuntos sindicales.

El experto explica que con este tipo de tecnología es posible adelantar licitaciones públicas transparentes. “En Chile lograron adjudicar un programa de alimentación escolar mediante un modelo similar. Eso fue un éxito”, explicó.

IBM está en sintonía con este asunto. El director de Innovación de la multinacional en Colombia, Jorge Vergara, explicó que todavía hay mucha timidez para utilizar este tipo de herramientas. Aun así, Vergara explica que entidades como la Fiscalía General ya utilizan Inteligencia Artificial (IA) para cruzar casos y patrones entre varias ciudades.

Para evitar que esto se trabaje como casos aislados en algunas entidades del Estado, es necesaria una política transversal de transformación digital. “Que no sea solo responsabilidad del MinTIC sino de todo el Estado”, dijo Vergara.

Otra novedad interesante viene desde el sector privado con el lanzamiento en los últimos días de la aplicación SoyYo, una plataforma creada por los 3 bancos más poderosos de Colombia: Bogotá, Bancolombia y Davivienda. “Con solo una selfie el ciudadano podrá realizar muchos trámites, no solo del sector financiero”, explicó Santiago Aldana CEO de SoyYo. 

La meta de esta compañía es que en 5 años 50% de los colombianos realice sus trámites con esta aplicación. El celular es la nueva cédula.

En ese frente ya picó en punta Arabia Saudita en agosto de 2019 con la creación de la Autoridad de Datos e Inteligencia Artificial de Arabia Saudita (SDAIA). Según la revista Analytics India, el Dr. Al-Ghamdi, presidente de SDAIA, dijo: “Los datos son el motor más importante de nuestro crecimiento y reforma en el siglo XXI. Tenemos una visión y una hoja de ruta definidas para transformar Arabia Saudita en un mercado líder en inteligencia artificial y basado en datos”. 

La gestión pública se debe construir a partir de las necesidades del ciudadano y no creando o reformando entidades para satisfacer el apetito de los políticos. 

La inconformidad de los ciudadanos es solo un síntoma de algo que no funciona bien en casa, para descifrar eso no se necesita inteligencia artificial, solo sentido común y acciones, ojalá digitales.

El Modelo de Estonia

  1. En el Índice de Competitividad Digital de IMD, Colombia ocupa el puesto 61 entre 63 países analizados. Solo le ganó a Mongolia (62) y Venezuela (63).
  2. Según Función Pública, las entidades del orden nacional tienen un puntaje de 79,2 sobre 100 en eficiencia (2019). Sin embargo, el modelo y racero es definido por el mismo Gobierno.
  3. Entre 30% y 40% de los empleados públicos están en fase de pre-pensión, es decir, entre 50 y 62 años.
  4. Eslovenia creó el primer centro de investigación para la Inteligencia Artificial con el auspicio de la Unesco.
  5. En Estonia, el país más digital de Europa, 99% de los trámites –un total de 1.789– pueden hacerse en el portal gubernamental. La declaración de renta se hace en pocos minutos.
  6. Ser un Estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia de 2% de su PIB anual en salarios y gastos.