Carrera en el Congreso por aprobar las nuevas reglas para las regalías

Una contrarreloj casi sin precedentes se armó este mes en el Congreso por cuenta de un nuevo cambio al Sistema General de Regalías (SGR).

La discusión comenzó el año pasado, cuando el Gobierno presentó una reforma constitucional para cambiar las reglas de juego de estas partidas, que provienen de los aportes del sector privado por explotar proyectos mineros y energéticos.

En ese cambio quedó vivo un parágrafo que hoy tiene corriendo a los senadores y a los representantes. Establece que el Legislativo tendría hasta el 31 de agosto para tramitar la ley reglamentaria de la reforma, so pena de que el presidente la sacara por decreto.

En ese entonces, nadie sabía que el coronavirus truncaría las sesiones del Congreso. Ahora, a falta de una semana, el proyecto sigue pendiente de sus debates en las plenarias y la conciliación, de llegar el caso.

La mayoría de los parlamentarios cree que los tiempos alcanzan. Pero aceleran para evitar que el reparto de las regalías (o la ‘mermelada‘, como las llamó el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry) quede exclusivamente en manos del Gobierno.

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Según el ministro de Minas, Diego Mesa, "el espíritu de este proyecto es reglamentar la reforma del año pasado y tiene un fin claro: aumentar la descentralización, dándoles más autonomía a los entes territoriales y asegurándose que todos los municipios y gobernaciones van a recibir más recursos".

Por ahora, esta premisa se mantiene, ya que la avaló la reforma constitucional del año pasado y los parlamentarios lograron atajar varios cambios que algunos pretendían incluir en el articulado. De hecho, la discusión en las comisiones quintas se tomó los tres días del pasado puente festivo del 15, 16 y 17 de agosto hasta altas horas de la noche.

Lo aprobado hasta ahora

A pesar de lo anterior, las comisiones aprobaron en primer y tercer debate el articulado, que tiene mensaje de urgencia. E incluyeron los puntos que les daban mayores recursos a los departamentos y municipios productores sin quitarles a los demás.

La fórmula mágica para repartir mejor la torta tiene que ver con que el país dejará de ahorrar varios billones de pesos. Estos normalmente iban a un fondo especial, pero ahora irrigarán aquellas zonas con mayor influencia de proyectos minero-energéticos.

"De igual forma, el Gobierno pretendía reducir a 333 los municipios pobres beneficiarios de las regalías y en la ponencia subimos la cifra a 1.027, que recibirán recursos. Además, redujimos de 5% a 3% los gastos de funcionamiento, que representan $300.000 millones adicionales, al eliminar los Ocad (solo quedarán ocho)", explicó el representante José Caicedo, coordinador ponente.

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En todo caso, las otras partidas se aprobaron así: suben las asignaciones para Ciencia, Tecnología e Innovación de 9,5% a 10%, y destinan 7% para proyectos de estabilización de la paz. De igual forma, mantienen la inversión de 34% para proyectos de impacto regional, lo que contribuye a la reactivación económica y al desarrollo social de las regiones.

Según el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, esta iniciativa es precisamente clave para reactivar las economías territoriales, sobre todo porque comenzará a regir con el presupuesto bianual de 2021 - 2022. Este proyecto tendrá su debate en las próximas semanas.

No obstante, aún no se puede cantar victoria. Los tiempos siguen apretados y cualquier cambio realizado en los debates en plenarias (que deberán concretarse la próxima semana) será clave para el futuro de las regalías.

Decenas de congresistas le dieron su visto bueno a dejar sus proposiciones como constancias para el segundo debate. Pero probablemente buena parte de estas ideas se quedarían en el papel.

A pesar de lo anterior, muchos de los senadores y representantes confían en sacar el articulado dentro del plazo. En sus manos está mantener la propuesta del Legislativo de darles más autonomía a los entes territoriales.

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La senadora Maritza Martínez, coordinadora ponente en la Cámara Alta, dijo que las dudas que presentaron los municipios y departamentos quedaron despejadas. "Las principales preocupaciones sobre la falta de autonomía y la centralización de algunas decisiones, frente a la administración de estos recursos, quedaron totalmente superadas", explicó.

Así las cosas, todo el ciclo de la inversión con recursos de regalías quedará en manos de las regiones, con el acompañamiento meramente técnico del Departamento Nacional de Planeación (DNP)

Esta era una de las líneas rojas de los gobernadores. Estos pusieron el grito en el cielo hace unas semanas, debido a la centralización que se pretendía mantener en el SGR.

No obstante, la Federación Nacional de Departamentos logró llegar a un acuerdo con el Gobierno, que dio el brazo a torcer y aprobó los ajustes propuestos.

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Eso sí, el gremio considera que hay aún espacio para mejorar la norma. "Esperamos que el proyecto se siga mejorando y enriqueciendo (...), especialmente en lo relacionado a la continuidad de las secretarías técnicas de los Ocad Regionales en cabeza de las regiones", dijo Juan Guillermo Zuluaga, presidente de la Federación.

Esta, no obstante, es apenas una de las decenas de propuestas de cambios que plantearán los congresistas a partir de la próxima semana. Las discusiones, internas y externas, estarán para alquilar balcón.