PLANEACIÓN
Completar la información del Sisbén IV, una tarea pendiente tras la pandemia
Terminar el Sisbén IV es fundamental para que los programas sociales lleguen a quienes los necesitan. La información es la clave del éxito.
La pandemia y el confinamiento están dejando una lección fundamental para el futuro próximo. Si Pambelé cree que es mejor ser rico que pobre, también es posible decir que siempre será mejor aparecer en las bases de datos del Gobierno que no aparecer.
En un momento de enorme tensión social, sanitaria y económica, las ayudas oficiales se convirtieron en todo el planeta en el mecanismo más adecuado para que los habitantes de un país enfrentaran la peor tragedia común que ha sufrido la humanidad.
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Subsidios tendrían que eliminarse al ritmo del desconfinamiento
De acuerdo con la firma Raddar, el Estado colombiano le ha puesto en el bolsillo a sus ciudadanos más vulnerables cerca de $17 billones. Estos recursos, siempre escasos e insuficientes, al menos han servido para que las personas de menores ingresos los utilicen en sus necesidades básicas. Eso marcará la diferencia temporalmente entre ser o no pobre o pobre extremo.
Pero esa historia no ha sido fácil de construir: actualmente el Gobierno está buscando afanosamente 600.000 personas a las que les tiene guardada su parte en el alivio conocido como "Ingreso Solidario", una ayuda sin condiciones para quienes no aparecían en ninguna de las bases de datos de los programas sociales del Gobierno.
Eso puede tener muchas explicaciones: que a las personas les queda mejor siempre permanecer en la informalidad y sin generar mayores datos sobre su estilo de vida, porque intuyen que informar algo al Estado podría traer costos adicionales como el pago de impuestos o cotizaciones al sistema de seguridad social. También puede ser que el propio Estado está dejando en evidencia su incapacidad para incorporar a estas personas con información fidedigna. La brecha tecnológica y financiera, que deja por fuera del espectro de las tecnologías de la comunicación y del sistema bancario a una parte de la población, también puede ser parte del diagnóstico.
Se han incrementado los niveles de bancarización. Esa es una faceta positiva de la estrategia para enfrentar el impacto de la cuarentena en los ingresos de las personas.
Sea cual sea la causa es claro que el esfuerzo futuro que debe hacer la sociedad colombiana es ponderar de mejor forma la importancia de la información como elemento para la toma de decisiones y para la distribución de beneficios entre la población más vulnerable. Siempre será mejor estar en las bases de datos que no estar, debe decir el nuevo adagio pambeliano.
El subdirector del Departamento Nacional de Planeación, Daniel Gómez, aseguró que lo que se ha logrado en este frente durante la pandemia ha sido bastante importante.
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Ingreso Solidario fue declarado constitucional
Solo el caso de Ingreso Solidario, un programa que tuvo que ser ideado en cuestión de semanas para llevarles ayudas económicas directas a personas que hasta el momento no aparecían en los programas sociales como Jóvenes en Acción, Familias en Acción y Colombia Mayor, ha permitido bancarizar a más de 740.000 personas.
Esta es una tasa sin antecedentes para un período tan corto. Tiene además la importancia de que se trata de bancarizaciones digitales.
Pero completar el universo de 3 millones de beneficiarios para el programa Ingreso Solidario se volvió una tarea mucho más complicada. Aún quedan 600.000 personas que no ha sido posible localizar por distintas razones. Por eso empezaron con un programa agresivo que incluye no solo buscarlos en los bancos o las compañías celulares sino ir directamente a cada uno de sus hogares.
Se trata de la estrategia "Toma de municipios" que empezó a ir a 178 entes territoriales en busca de los beneficiarios de Ingreso Solidario. "Llegaremos al territorio para entregar los recursos por primera vez a quienes aún no hemos podido contactar", dijo el director del DNP, Luis Alberto Rodríguez. Si logran el objetivo, el país seguirá avanzando en la tarea de obtener información sobre las personas que deben acceder a ayudas estatales.
Sisbén IV
La llegada de la pandemia y la necesidad de confinar a la mayor parte de la población representó un obstáculo para uno de los esfuerzos por consolidar la más importante base de datos de política social del país: el Sisbén IV.
Este sistema de información arroja resultados que clasifican a la población en función de sus condiciones de vida y capacidades de generar ingreso. Con base en sus resultados de clasificación, los programas del Gobierno toman decisiones sobre a quién incluir y a quién no en sus ayudas y beneficios. Dentro de los programas o entidades que utilizan este insumo están el Departamento de la Prosperidad Social, Bienestar Familiar, los ministerios de Agricultura, de Trabajo, de Educación, de Salud y el Servicio de Aprendizaje (Sena).
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El proceso en esta oportunidad busca dejar la mayor cantidad de información disponible que sea más exacta, no solo sobre las condiciones objetivas de una persona y su grupo familiar, sino también de su capacidad para generar ingresos.
Según Gómez, subdirector del DNP, ese es un cambio de enfoque clave, pues en las anteriores encuestas se hacía el ordenamiento de los datos en función de una dimensión: la pobreza multidimensional. Ahora se va a mejorar el enfoque, adquiriendo datos sobre la capacidad que tiene un hogar de hacerse a un ingreso.
Igualmente, el nuevo Sisbén busca superar los incentivos que hay para no actualizar la información, situación que se daba con la anterior encuesta: muchas personas temían informar mejoras en sus condiciones de vida por miedo a perder los beneficios de algún programa.
La tecnología también marca una diferencia, pues ahora se pueden adquirir los datos a través de dispositivos y aplicativos, mientras que con el anterior Sisbén había que hacerlo manualmente, originando muchos errores. La forma de calificación también va a cambiar: en vez de una nota de 1 a 100, ahora una persona se clasificará en uno de cuatro grupos: pobres extremos, pobres moderados, vulnerables y no pobres.
Que el Sisbén IV se consolide es fundamental para la lucha contra la pobreza en Colombia. Una guerra que hemos venido ganando, pero que hoy está en riesgo por cuenta del coronavirus.