Las nuevas empresas tendrán que hacer un plan de inversión cercano a $8 billones. | Foto: iStock/Archivo particular

ELÉCTRICO

¿Quiénes se quedaron con Electricaribe?

El 31 de marzo firmaron los contratos para la nueva operación de Electricaribe. La empresas que ganaron enfrentarán grandes retos.

20 de abril de 2020

La ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, al llegar al cargo asumió el gran reto de encontrar una solución para Electricaribe, intervenida en 2016 por el gobierno. La idea inicial era que una sola compañía se quedara con toda la operación, pero decidieron dividirla en dos bloques y usar el mecanismo de subasta.

Así salieron a la venta Caribe Sol y Caribe Mar, adquiridos, respectivamente, por el Consorcio Energía de la Costa, confirmado por Latin American Corp y la Empresa de Energía de Pereira, y por el Grupo EPM.

La primera fecha de la subasta estaba prevista para finales de 2019, pero por la caída de la reforma tributaria tras fallo de la Corte Constitucional, el Gobierno decidió aplazar el proceso para el 28 de febrero. Temía que el nuevo trámite legislativo podría afectar la valoración de la compañía.

No obstante antes de la llegada de la fecha dispuesta, la subasta quedó aplazada nuevamente, esta vez para el 20 de marzo, por pedido de las empresas participantes según la Superintendencia de Servicios Públicos.

Seis firmas quedaron preseleccionadas para pujar por Electricaribe. Entre estas se encontraban Celsia, EPM, Consorcio Energía de la Costa y las internacionales Inkia, Electrificadora de Portugal y unos fondos de origen estadounidense. Días antes de la adjudicación, Celsia decidió salir de la carrera, tras analizar la rentabilidad del negocio.

Después de varios aplazamientos, el 20 de marzo, en medio de la incertidumbre generada por la covid-19, el Gobierno adjudicó la operación de Electricaribe.

“Me alegra enormemente contarles a todos los colombianos y habitantes del Caribe que hoy nacen ‘Caribe Mar’ y ‘Caribe Sol’: dos nuevos operadores llegarán para que 10 millones de personas de esta región, por fin tengan un buen servicio de energía", dijo el presidente Iván Duque al finalizar la esperada subasta.

Un proceso costoso

El proceso de sanear Electricaribe y volverla atractiva para los inversionistas le significó al Estado un costo importante. Según la superintendente de Servicios Públicos, Natasha Avendaño, el Gobierno tuvo que asumir las deudas ‘post toma‘, que incluyen $1,6 billones de pasivo pensional, $400.000 millones causados para garantizar el servicio y $860.000 millones del plan de inversión para 2020, recursos que quedarán contratados y en ejecución.

Avendaño aclaró que, mientras hacen el proceso de “entrega de llaves”, la Superintendencia continuará como interventor de Electricaribe hasta que esta quede finalmente liquidada.

Por otra parte, las deudas ‘pretoma‘ ascienden a $2,4 billones: al sector financiero le deben $1,8 billones, a los generadores $390.000 millones y a otros proveedores $245.000 millones. El Gobierno no las asumió y entran automáticamente en el proceso de liquidación. Considerando que las empresas ganadoras tomarán todos los activos, no habrá manera de responder y quedarán en el limbo.

Los nuevos dueños

En el Consorcio Energía del Caribe, que operará el bloque Caribe Sol, se encuentra el empresario Alberto Ríos Velilla, quien tiene una reconocida experiencia en el sector de servicios públicos –energía, acueducto, alumbrado público y aseo–, y es dueño de la Empresa de Energía de Pereira. Ese Consorcio deberá atender 1,21 millones de hogares de Atlántico, La Guajira y Magdalena. Si a estos usuarios se suman los que ya tenía la Empresa de Energía de Pereira en Risaralda y el Valle del Cauca, llegará a 1,5 millones de usuarios y concentrará cerca de 14% del mercado de distribución de energía del país.

Para mejorar la prestación del servicio, el Consorcio de Energía de la Costa tiene el compromiso de hacer un plan de inversión de $4,4 billones durante los próximos 10 años para mantener, renovar y expandir la infraestructura. Según el Consorcio este plan permitirá crear 1.500 nuevos empleos directos e indirectos.

Por su parte EPM, que se quedó con el bloque Caribe Mar, prestará el servicio a 1,5 millones de habitantes de Bolívar, Cesar, Córdoba y Sucre. Para este fin en los próximos 4 años tendrá que invertir $4 billones.

El conglomerado paisa desde el principio mostró su interés por este bloque específico, debido a la cercanía de su red existente con estos departamentos. Esto le podría generar sinergias importantes. Además, por cuestiones de mercado no podía competir por toda la operación de Electricaribe.

Según EPM, el nuevo operador buscará reducir al máximo las interrupciones en el servicio. Así mismo, se propuso vincular un promedio de 24.000 clientes por año en la modalidad de energía prepago y un total de 20.000 clientes por año “en sectores subnormales”. Por otro lado, proyecta disminuir las pérdidas en 11%. En términos de recaudo calculan un estimado de 85% para este año. “La proyección en 5 años es llegar a niveles cercanos a 91% y en 10 años alrededor de 94%”, indicó la compañía.

Con esta nueva adquisición, el Grupo EPM aumentará su tajada de mercado en el negocio de distribución y comercialización de energía eléctrica de 23% a 35% aproximadamente. Así se convertirá en uno de los actores más importantes en materia energética del país.

Estas dos compañías enfrentan un reto enorme, ya que Electricaribe tiene un atraso estimado en inversiones de más de una década. Pero, por otro lado, la Costa Caribe tiene una de las proyecciones de crecimiento de la demanda de energía más altas del país, lo que representa una oportunidad de negocio innegable.

Por último, resta ver qué pasará con la demanda instaurada por las española Fenosa contra la Nación por la intervención del Gobierno. El proceso está en curso en tribunales internacionales.