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Reto de Colombia, una Cumbre de las Américas con "resultados concretos"

El Gobierno de Colombia se ha marcado como reto hacer de la VI Cumbre de las Américas una cita con "resultados concretos" en materia social e integración, en la que además se pongan sobre la mesa asuntos espinosos como Cuba, Malvinas y políticas antidroga.

3 de abril de 2012
Canciller de Colombia, María Angela Holguín. | Foto: Efe

Bajo el lema "Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad", Colombia, como anfitrión, busca que esta cita, que acogerá Cartagena de Indias desde el 9 de abril y tendrá su culmen los días 14 y 15 con la cumbre de gobernantes, no acabe en saco roto. Y es que el país asegura que los mandatos surgidos de las anteriores cumbres nunca se cumplieron: "Cuando uno mira atrás ve cosas en las que se han puesto de acuerdo pero no hay nada implementado, porque no hay recursos", afirmó la canciller colombiana, María Angela Holguín días atrás.

"Por eso si sale un sólo mandato, con plata, se hace", indicó, al informar de que son cinco temas los que se tratarán en la cumbre: seguridad, acceso a las tecnologías, desastres naturales, reducción de la pobreza e inequidad, e integración física.

De cada uno de ellos habrá "un mandato concreto", afirmó Holguín, al adelantar, como ejemplo, que en materia se seguridad se aprobará la creación de una red de información que contará con una financiación de 5 a 6 millones de dólares provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Ese proyecto, que será de implementación obligada para los 34 países participantes, permitirá cruzar datos y afrontar de forma conjunta los desafíos derivados del flagelo de la inseguridad.

Holguín también habló de la urgente necesidad de la integración energética, así como de la interconexión por tierra y aire entre países, y dijo que habrá anuncios en ese sentido durante la cumbre.

El Gobierno de Colombia ha garantizado una "declaración política" que obligará a los estados a implementar políticas públicas con financiación asegurada, que será discutida por los cancilleres el día 12 en Cartagena.

En ese sentido, la canciller descartó que vayan a producirse discrepancias a la hora de aprobar la declaración, ya que no se buscará consenso sobre modelos de integración política o económica ante una realidad evidente: las diferencias ideológicas entre los distintos países.

Puso como ejemplo el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), un proyecto de integración comercial que nació en 1994 con la primera Cumbre de Miami, y cuando ni siquiera se había comenzado a implementar fracasó en la V Cumbre del Mar de Plata, en 2005.

Y es que fuera de la ideología y el comercio, en otras facetas como educación, interconexión, desastres naturales o pobreza, el continente en su conjunto tiene "un mismo objetivo", acabar con esos problemas para dotar a los ciudadanos de una vida mejor, indicó Holguín.

Una vez resueltos los temas "oficiales" de la Cumbre, el reto de Colombia es poner sobre la mesa los asuntos controvertidos, con el ánimo de debatirlos pero sin el compromiso de que vayan a ser incluidos en la declaración final, aunque sí en comunicados separados si hubiera acuerdo.

Esos temas espinosos serán la ausencia de Cuba en las Cumbres de las Américas por la negativa de Estados Unidos y pese al consenso latinoamericano de que hay que encontrar la fórmula para que no siga siendo excluida, y la fracasada lucha antidroga implementada en el continente a iniciativa de Estados Unidos y que al cabo de 40 años no ha dado los resultados esperados.

También el contencioso sobre las Malvinas, justo cuando se cumplen 30 años de la ocupación de las islas por tropas argentinas que dio inicio a una guerra con el Reino Unido, y cuando Argentina ha incrementado sus reclamos de soberanía y ha logrado el apoyo de la mayoría de los países de la región.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha aceptado abrir esos debates, siempre con el visto bueno de EE.UU., ya que si bien una buena parte de los países convocados a Cartagena está en desacuerdo con la Casa Blanca, nadie quiere que Barack Obama esté ausente de esta importante reunión.

Lo dijo el propio presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando invitó a sus colegas a asistir a la Cumbre de las Américas por la oportunidad que tendrán de expresarle a Obama directamente sus discrepancias.

La garantía para que esta cumbre sea exitosa está en los buenos oficios del presidente Santos, que de lograr sus objetivos saldría de Cartagena como un nuevo líder regional, capaz de sentar en la misma mesa de discusión a Estados Unidos y a los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), opositores en todos los sentidos a las doctrinas de la Casa Blanca.

La canciller Holguín lo manifestó con estas palabras: "yo no lo calificaría de líder pero sí de un actuar distinto a nivel regional, creyendo en el diálogo, en la cooperación, en el respeto a los demás en cuanto a modelos políticos y económicos".


EFE