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Servicios astrológicos, ganadores con la pandemia
La pandemia ha aumentado la demanda por servicios de astrología. Usuarios quieren saber sobre su salud y el rumbo que deberían tomar los negocios. Así va este mercado.
En tiempos de incertidumbre, las personas buscan respuestas en todos los lugares. Y en medio de la pandemia, la astrología y las artes de adivinación han adquirido un rol protagónico.
Los astrólogos más experimentados, los amateur, los tarotistas, los videntes y todos aquellos que realizan prácticas para tratar de predecir el futuro experimentan hoy un boom de demanda por sus servicios.
En Estados Unidos, donde casi todos los negocios están cuantificados, se estima que el gasto de los consumidores en "servicios místicos" es de US$2.200 millones anuales. Este cálculo es de 2018 y se cree que hoy ya pasó esa marca, pues a la ansiedad por saber cuándo terminará la pandemia y se podrá volver a salir a la calle con tranquilidad, se suma la revolución tecnológica de las artes adivinatorias.
Con la popularización de internet y de las aplicaciones móviles, estas actividades han experimentado un rejuvenecimiento de su clientela, con milenials que no solo están dispuestos a pagar por sus servicios, sino que además se convierten en sus promotores a través de las redes sociales.
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Para algunos, las apps han permitido la democratización de la astrología, lo que también se relaciona con un creciente número de personas que creen en temas de la llamada "nueva era", como habilidades psíquicas, videncia o presencias espirituales (en Estados Unidos seis de cada diez personas tiene al menos una de esas creencias –según Pew Research–).
El proveedor de información del mercado de aplicaciones, Sensor Tower, informó que las 10 más grandes de astrología facturaron solo en Estados Unidos US$40 millones en 2019, 64,7% más que en 2018.
En lo local
Los astrólogos colombianos no son inmunes a la tendencia global y hoy están atendiendo más consultas que de costumbre. Una de ellas, que lo hace más por hobby que por negocio, pues tiene otra profesión, dice que casi a diario les están llegando nuevos clientes a quienes les lee su carta astral por videoconferencia.
"La mayoría quiere saber por qué se comportan de cierta manera, entender cómo influye su signo del zodiaco o saber qué les espera en el futuro", dice esta astróloga amateur que cobra $80.000 por una carta astral, mientras que sus colegas más reconocidos pueden cobrar hasta $500.000.
En el país hay una arraigada costumbre de consultar a adivinos y a brujos, y no es solo una práctica de las clases populares, sino que es muy común entre los empresarios, incluso entre los más ricos.
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"Las consultas son de todo tipo. Las hay desde temas serios como cuándo cerrar un negocio, dónde invertir la plata, cómo arreglar un problema financiero o a quién contratar para un puesto. Pasando por temas más light como la manera correcta de organizar los muebles en la oficina y en los almacenes, hasta la forma de protegerse de energías negativas como la envidia", sostiene un artículo que se publicó al respecto en Semana en 2006 y que reseñó algunos de los asesores espirituales de los ‘cacaos‘ del país.
El astrólogo Ricardo Villalobos, con 35 años de experiencia y asesor de varios medios de comunicación, confirma que entre sus clientes hay muchos empresarios y que, aunque al inicio de la cuarentena su actividad se complicó, pues estaba acostumbrado al contacto personal, poco a poco se fue ajustando la comunicación virtual. "Generalmente, el grueso de las consultas empieza a llegar en noviembre y el pico es enero, pero esta vez no descendió en febrero, sino que siguieron creciendo a medida que avanza el año", explica.
Ricardo Villalobos Astrológo /Este experto dice que eventos colectivos, como el actual, no generan las mismas predicciones para todas las personas.
Agrega que las relaciones con sus clientes son de largos años, por eso los considera amigos y cuando habla con ellos lo que hace es darles consejos. "Al principio de la cuarentena había más incertidumbre, recibía muchas llamadas que buscaban la respuesta a una pregunta específica. Por ejemplo, una amiga que tiene un negocio con varios locales me pidió consejo sobre si era adecuado cerrar algunos. Lo analizamos y decidimos que sí. Luego me llamó a decirme, que gracias a eso evitó la quiebra de la empresa", comenta.
Agrega que al mantener siempre la misma base de clientes, el crecimiento ha sido estable (10% anual), pues los nuevos llegan como referidos. Otra de sus actividades son los cursos de astrología y allí si ha sentido el rigor de la crisis, pues como en el resto de la educación hay deserción de estudiantes.
Con respecto a las dudas de quienes no creen en la astrología y se preguntan por qué no predijo la pandemia, Villalobos responde que, si bien esa no es su especialidad, sino la de sus colegas que miran los escenarios mundiales, lo cierto es que al inicio del año se veía que 2020 era como una mesa a la que le falta una pata, porque todos los astros estaban en un solo lugar, lo que es sinónimo de una situación compleja.
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"Eso para cada persona tiene implicaciones distintas. Si bien es un tema colectivo, cada quien lo vive a su manera, con conflictos domésticos o económicos o incluso sin dificultades", asegura, y de todas maneras se atreve a predecir que viene un ciclo sísmico, no en términos geológicos, sino una especie de movimiento de capas tectónicas de las vidas de muchas personas y lo más probable es que dure hasta diciembre.
Con todo lo que está pasando, ¿cuál será entonces el mensaje de los astros?