AHORRO
Para el ahorro la edad no importa
La economía solidaria presenta un amplio portafolio de servicios para que los niños comiencen a ahorrar a temprana edad. El ahorro es un buen hábito al que ellos pueden adaptarse desde pequeños.
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Bien dice la frase popular que el ejemplo es el mejor maestro y el ahorro no está alejado de esto. El manejo que los padres de familia le dan a sus finanzas le sirve de ejemplo a los más pequeños para entender el mundo financiero. Por eso la recomendación de los expertos es enseñarle a los niños a ahorrar, para que su futuro económico sea organizado y planificado.
Por esto, la Financiera Progressa, cooperativa de ahorro y crédito con más de 22 años en el mercado, creó el programa diversionistas para los hijos, sobrinos, nietos o ahijados de sus asociados. Cuando un pequeño se convierte en diversionista comienza a educarse en la cultura del ahorro, pagando un aporte anual equivalente al 3 por ciento del salario mínimo legal vigente, que para 2018 fue cercano a los 23.500 pesos, y una cuota de ahorro mensual igual o superior a ese valor. Este dinero es destinado directamente a los ahorros del menor y le genera utilidades gracias a la rentabilidad que la entidad ofrece.
El niño diversionista adquiere los mismos derechos de un asociado mayor de edad, en relación con los beneficios, participación en las utilidades y acceso al portafolio de bienestar de Financiera Progressa. Además de algunos beneficios especiales pensados exclusivamente para ellos, como descuentos de entre el 5 y 10 por ciento en matrículas del Gimnasio Los Pinos, un colegio bilingüe con más de 50 años de trayectoria, ubicado en el norte de Bogotá; y descuentos de hasta el 20 por ciento en el Club Deportivo Equidad Seguros, que cuenta con 5 sedes de entrenamiento en Bogotá y 1 en Zipaquirá.
Otro elemento clave en el ahorro y la historia financiera es la antigüedad, debido a ello, la Financiera Progressa les da la oportunidad a los diversionistas de vincularse a la cooperativa como asociados antes de los 18 años y conservar la antigüedad que tienen desde que ingresaron como niños hasta los 21 años.
La educación financiera y la cultura del ahorro son apuestas de la economía solidaria, a las que se suma Progressa, para evitar adultos malos administradores de sus finanzas y construir próximas generaciones que valoren el ahorro y la planificación de sus proyectos económicos personales.