Pensiones

¡Pilas mujeres! Por esto deben ahorrar más

Cuando se trata de vejez, ellas son las menos favorecidas en Colombia. Conozca las razones y las medidas que deberán tomar, con el fin de cambiar esta situación.

2 de diciembre de 2015
| Foto: Ingimage

Cuando se habla de pensiones en Colombia las cifras no son muy alentadoras: se estima que sólo 3 de cada 10 ocupados cotiza a pensiones, de los cuales cerca del 80% de los trabajadores formales cotizan a pensiones pero menos del 15% de los informales lo hace y eso conlleva a que sean muy pocos los colombianos que cumplan con las condiciones para poder pensionarse ya sea tanto en Colpensiones como en un fondo privado de pensiones.

Esto lo que quiere decir es que dado que las condiciones del trabajo no son muy estables para todos los colombianos, siempre (mientras unos meses tienen trabajo, puede que otros no o que simplemente se deje de hacer cotización porque no es un empleo formal); es bastante difícil darle continuidad a los aportes a pensión y a esto se le añade que las personas tampoco cuentan con una educación suficiente que les permita tomar las decisiones adecuadas para saber en qué régimen deberían estar.

Pero en sí, hay algo que afecta directamente a las mujeres y que sean ellas las que tengan menores posibilidades de acceder a una pensión: “un movimiento constante de salida y entrada a trabajos formales, causado principalmente por la importante labor de la maternidad y el tiempo dedicado. Esa labor, en gran parte asumida por las mujeres, no se ve recompensada y por el contrario afecta el acceso a la pensión, ya que disminuye la cantidad de semanas o capital que podrían acumular”, afirmó Jorge Llano, director de Estudios Económicos de la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías, Asofondos.

En esto la brecha laboral también tiene mucho que ver: para nadie es un secreto que los hombres pueden llegar a obtener mejores puestos laborales así como salarios mucho más altos que las mujeres. Lo cual sucede en todo el mundo. Pero hay factores que hacen que en Colombia esto pueda llegar a ser más evidente y muchas empresas den una mayor preferencia a la contratación del género masculino, con mejores condiciones.

Pero hay un tercer factor: “el hecho de que en Colombia la edad de pensión de las mujeres sea menor que la de los hombres (57 Vs 62 años) implica una sensible desventaja para completar los requisitos de pensión, dado que las mujeres tienen menos tiempo para cumplir con las semanas o el capital, mientras que el hombre cuenta con 5 años más” añade Llano.

Entonces, siendo así, las mujeres se ven totalmente desfavorecidas para poder lograr una vejez en la que cuenten con las condiciones adecuadas de pensión.

¿Qué puedo hacer?

La ventaja es que una de las características de las mujeres con respecto al dinero, es que tienen una mayor conciencia sobre el futuro, lo que hace que las tasas de ahorro y de inversión que ellas manejan, sean superiores a las de los hombres. Esto implica que, entre más jóvenes y más piensen en destinar de sus actuales sueldos para su pensión, más posibilidades tendrán de pensionarse.

Igual, el experto de Asofondos señala que “es necesario informar a las mujeres que si ellas lo desean, pueden continuar trabajando hasta completar las 1.300 semanas y no dejarles como única alternativa la devolución de aportes (fondos de pensiones) o la indemnización sustitutiva (Colpensiones)”.

No obstante, si el propósito es verse ‘llegando a vieja’ con un ingreso que le permita mantener un nivel de vida adecuado, debe ser consciente sobre:

  • El ahorro: lo primero y lo más básico es que, a penas inicie su vida laboral, empiece a realizar los aportes correspondientes. Así sean bajitos o así sea en un trabajo que dure poco tiempo. Entre más temprano lo haga, más posibilidades tendrá de pensionarse.

Pero este ahorro no sólo debe hacerlo con ‘lo obligatorio’. Considere también que, si tiene un buen trabajo, puede ser momento de empezar a hacer aportes adicionales, lo que se conoce como aportes voluntarios a pensión, con el fin de prever que si en un futuro no cuenta con las condiciones para seguir aportando, no tendrá el remordimiento de no haber sido consciente de que existía esa posibilidad.

Por último, este ahorro también puede ser realizado por su propia cuenta, quizá en un producto financiero particular donde sea usted quien decida cada cuánto aportar y cómo hacerlo. O si ese dinero extra que le llega este diciembre no es tan necesario y puede dejar la mitad para su vejez.

  • Tomar decisiones adecuadas: esto es específicamente sobre los conocimientos que usted pueda tener sobre su situación laboral y sobre la conveniencia de estar en un régimen o en otro (Colpensiones o fondo de pensiones”. Llano explica que “una mala decisión podría significar pensionarse en condiciones más desfavorables o peor aún, NO obtener una pensión. Incluso en caso de no obtenerla en ninguno de los dos regímenes, ese trabajador podría recibir una menor devolución en el monto su ahorro pensional (en caso de no contar con el tiempo requerido o el capital ahorrado para acceder a la pensión)”.

Así que si ha tenido un pensamiento de esto, al respecto, lo más inteligente y conveniente que puede hacer, sabiendo que se trata de su futuro, es buscar una asesoría experta y no dejarse llevar por el caso de un familiar o amigo pensionado, ya que cada caso es ÚNICO Y PARTICULAR.

  • Inversiones: esto es simplemente poner a trabajar el dinero. Si usted ya ha hecho algunos ahorros y tiene posibilidad de comprar algunos activos (finca raíz, acciones, productos bancarios), considérelos importantes para su futuro, pues puede que las ganancias le brinden ese dinero extra que cuando esté en su vejez, le resulte bastante útil.

¿Hay propuestas?

A mitad del 2015 el senador Mauricio Lizcano (Partido de la U), radicó un proyecto de ley que busca reducir las semanas requeridas para cotizar pensión en mujeres de 1300 a 1150. Aunque, como ya vimos, esto puede significar un arma de doble filo:

“Es importante aclarar que propuestas tales como bajar semanas para que las mujeres accedan a pensión son muy costosas en términos fiscales para el Gobierno, dado que serían menos cotizaciones y la expectativa de vida de las mujeres es mucho más alta (una diferencia de más de 7 años), por ende sería necesario pagar la pensión por mucho más tiempo”, agrega Llano.

Pero la propuesta de Asofondos también busca que hay un reto “para las futuras generaciones de trabajadores y es igualar las edades de pensión de hombres y mujeres, pero compensando a las mujeres con un bono de maternidad que les garantice sus cotizaciones por un año, después del nacimiento de cada hijo. En Chile opera así, y la iniciativa ha sido muy favorable” concluye.