Reseña
Volver a casa
"¿Qué haces cuando no puedes irte ni tampoco volver?” 'El regreso' de Hisham Matar debería hacer parte de cualquier lista de lectura. La historia de una frágil patria y de una familia dislocada por la tiranía sirven de trasfondo para una luminosa investigación sobre la condición humana.
En marzo de 2012, seis meses después del fallecimiento del dictador Muamar el Gadafi, el escritor Hisham Matar (1970) regresó a Libia. Había abandonado su país 33 años antes, a los 9, motivado por circunstancias para él entonces oscuras: su padre, Jaballa Matar, era uno de los principales disidentes del régimen. El retorno supuso enfrentarse a su patria, comprender su lugar en el mundo, pero también la oportunidad de buscar a su papá, a quien Gadafi había mandado desaparecer en 1990.
Matar cristalizó su experiencia en el libro de no ficción El regreso, a medio camino entre la pesquisa detectivesca y la crónica familiar. La obra, elegida por The New York Times como uno de los diez mejores libros del año pasado, es un hermosa meditación sobre la ambivalencia que conlleva la desaparición de un amado. Es, a su vez, un ejercicio de contemplación: un lienzo en el que Matar esboza los principales acontecimientos de su vida y la de Libia, pero donde también surgen, como flores, una infinidad de detalles menores, de observaciones.
El libio, con su característica prosa reflexiva, no escatima a la hora de describir su entorno, en un sensible diálogo entre su mundo interno y la realidad exterior. Para Matar, el ejercicio narrativo no necesariamente tiene como fin la publicación de un libro, ni tampoco la elaboración de una trama guiada por un carrusel de tensión y desenlace. Es, más bien, “una oportunidad de abordar una serie de ideas, preocupaciones y fantasías. Para mí, los libros me permiten hacer una curación de mi propia vida. Cura mis días: lo que pienso, lo que me interesa. Afila mis lentes. Hay algo existencial ahí, en la cotidianidad, hay algo que disfruto de la vida del escritor. No solo lo disfruto, también creo que encaja con mi naturaleza”, como le dijo a Arcadia en una entrevista reciente.
En El regreso, el autor de las novelas Solo en el mundo (2006) e Historia de una desaparición (2011) entrelaza con sencillez y sabiduría la reflexión y la crónica. Como si se tratara de un diario, devela secretos y temores, los problematiza: trata sus emociones y memorias como una especie de experimento científico, observándolas y analizándolas desde la serenidad de la escritura. Recuerda, por ejemplo, cuando en sus 30 intentó quitarse la vida en París, abrumado por las circunstancias, o la manera en que se obsesionó con el caso de su padre, cuya última carta recibió a mediados de los noventa, cuando toda la familia ya sabía que se encontraba en la cárcel más infame de Libia, Abu Salim, en Trípoli.
Matar, a su vez, se enfrenta a las paradojas inherentes de la vida, no tanto para resolverlas, sino para registrarlas. Al comienzo del libro, mientras aborda en El Cairo el avión hacia Libia junto a su madre y a su esposa, reflexiona: “[regresar] podría privarme de un talento que me ha costado mucho cultivar: cómo vivir lejos de lugares y gente que amo. Joseph Brodsky tenía razón. También Nabokov y Conrad. Eran artistas que nunca regresaron. A su manera, cada uno intentó curarse de su país. Lo que dejas atrás queda disuelto. Si vuelves, te enfrentarás a la ausencia o a la desfiguración de lo que amabas. Pero Dmitri Shostakóvich, Boris Pasternak y Naguib Mahfuz también tenían razón: nunca abandones la patria. Si te vas, tus conexiones con la fuente se cortarán. Serás como un tronco muerto, duro y hueco. ¿Qué haces cuando no puedes irte ni tampoco volver?”.
Descrita por el escritor Juan Gabriel Vásquez en el Hay Festival como una de las mejores obras del siglo XXI, El regreso debería hacer parte de cualquier lista de lectura. Un antídoto para estos tiempos de vértigo y escasa contemplación, es un bálsamo en el que la historia de una frágil patria y de una familia dislocada por la tiranía sirven de trasfondo para una luminosa investigación sobre la condición humana.
El regreso | Hisham Matar | Salamandra | 272 páginas | $55.000