Simona, ¡estrenando microchip!

Aunque seamos muy cuidadosos y responsables con nuestra mascota, siempre existirá el riesgo de que se extravíe. Alejandra y Jairo, dueños de Simona, estaban convencidos de la importancia de que la cariñosa Golden Retriever que adoptaron hace, aproximadamente, cinco años, debía tener el microchip que permite su identificación. 

Los padres de esta peluda tenían algunas dudas, por lo que los acompañamos a la Veterinaria Dover, donde el doctor Óscar Benavides se encargó de brindarles toda la información y llevar a cabo este procedimiento para la implantación del microchip. 

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¿Qué es? 

Es un dispositivo diminuto que contiene un número de identificación, que se transmite a un lector a través de radiofrecuencias. Su tamaño es semejante al de un grano de arroz. 

¿Para qué sirve?

Este número único de 15 dígitos, permite identificar a una mascota de por vida y brinda información sobre su historia clínica y sus amos, la cual es registrada por los médicos veterinarios en bases de datos compartidas por veterinarias y organizaciones animalistas. 

En caso de pérdida, quien encuentre a una mascota puede dirigirse a los lugares capacitados para que su microchip sea leído y así conocer la información de su propietario, lo que aumenta considerablemente la posibilidad de encontrarla. Por su parte, ante un hurto, también permite certificar la propiedad de esta ante cualquier autoridad. 

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El microchip también es un requisito para viajar con tu perro a otros países, como por ejemplo los miembros de la Unión Europea. En regiones como esta, donde es obligatorio su uso, este dispositivo es una herramienta muy útil para tener una trazabilidad de cada mascota y así mismo de la población total. 

Además, como asegura el doctor Benavides, “todos los perros deberían tener microchip, teniendo en cuenta que, al existir estándares de raza, son muy parecidos entre ellos, por lo que es muy útil para identificar individualmente a cada uno. Sería ideal que fuera obligatorio en el país”. 

¿Cómo se coloca? 

Como lo comprobaron los amos de Simona, es un procedimiento muy sencillo, indoloro y sin riesgo ni efectos secundarios. Se implanta subcutáneamente en el lomo del animal por medio de un aplicador muy similar a una inyección. Luego de su inserción, el veterinario debe verificar el correcto funcionamiento realizando la lectura y corroborando el número que contiene cada dispositivo. 

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¡Recuerda! 

El microchip es un mecanismo de identificación animal y no un geolocalizador, por lo que no sirve para rastrear la ubicación de las mascotas. 

Calidad garantizada 

Al momento de solicitar al veterinario de confianza la implantación del microchip a tu mascota, verifica que este cumpla con la norma ISO 11784, que garantiza los estándares exigidos internacionalmente. La clave es que el número de identificación tenga 15 dígitos. 

Conoce más sobre Simona 

A esta consentida sus papás humanos la llaman ‘Simi’. Es felizmente adoptada desde que tenía dos meses, luego de que la rechazaran por ser cría de un cruce entre una Golden Retriever y un perro de otra raza. Sus actividades favoritas son jugar, comer galletas, ver televisión y compartir en redes sociales los mejores momentos de su vida.

Sigue a Simona en Instagram @Simonadice / #SimonaDice 

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