Refugio animal hace un llamado a la solidaridad de sus vecinos

Constituir una fundación que vele por los derechos de los animales se ha vuelto una tarea bastante difícil, debido a que la población de mascotas abandonadas parece no disminuir y los casos de abuso en contra de estos animalitos es más frecuente.

En una ciudad como Bogotá, donde se puede apreciar una diversidad cultural y económica, es fácil distinguir el matiz entre las zonas con mayor problemática de maltrato animal y las otras donde se aprecia un poco más de conciencia con relación a su preservación.

La lista de necesidades de las fundaciones ya conformadas crece tan rápido como la cantidad de animales que mensualmente llegan rescatados de las calles, donde fueron atropellados, mutilados y maltratados por las personas que no gustan de su presencia y que han declarado una guerra constante para desplazarlos o acabar con sus vidas.

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Corazón Canino 11 es una fundación que empezó hace un año y medio como una idea inspirada en darle una vida más digna a los animales en estado de calle de la localidad de Ciudad Bolívar y también ofrecerles una segunda oportunidad, tratando de encontrarles  hogares definitivos en los que sean tratados como un miembro más de la familia.

Jhonatan Andrés Huila, un joven de 23 años, es estudiante de último semestre de veterinaria y fue el encargado de crear este espacio con el objetivo de concientizar y reeducar a los habitantes de este sector tan vulnerable donde se encuentra una gran cantidad de animales y donde se ven de manera frecuente casos de maltrato animal y abandono.

Corazón Canino se encuentra ubicada en el barrio El Paraíso, en medio de gente de buen corazón que se preocupa por el bienestar de los animales de compañía, pero cuyos esfuerzos no han sido suficientes para evitar el crecimiento de la población y la falta de tolerancia de algunas personas.

Según Jonathan, el albergue funciona en dos casas arrendadas que se encuentran divididas según las necesidades de los animales, por ejemplo, los que son rescatados con algún tipo de enfermedad en su piel, se encuentran separados de los que están en condiciones aceptables para evitar un contagio masivo.

Por otro lado, los animales que llegan con problemas de comportamiento por haber sido usados en peleas o como carnada, deben ser mantenidos separados de los otros animales para que no se presenten disputas territoriales y la problemática se incremente.

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Además, agregó que la población de animales va rotando constantemente debido a que prefiere ayudar aquellos perros que han sido abandonados por tener una avanzada edad y que son de muy difícil adopción , por lo que usualmente pasan sus últimos años en Corazón Canino y mueren por causas naturales. Sumado a esto se encuentran los resultados de las jornadas de adopción, en las que se logran entregar algunos perros y gatos.

“La gente no tiene ese concepto de que los perros son para toda la vida, sino que se envejecen y los botan o los maltratan porque ladran. Yo he rescatado perros que les han sacado los ojos o con golpes de piedras y fracturas”, dijo Huila.

En este albergue se pueden encontrar un promedio de 55 perros y 15 gatos, los cuales llegan con desnutrición severa, anemia, sarna, hongos, ácaros o pulgas. Los casos de abuso tampoco están ausentes.

Los recursos económicos para atenderlos cada vez se ven más afectados debido a la falta de apoyo por parte de la ciudadanía. Según comentó Jonathan, las personas no están buscando adoptar un animal que se encuentre con problemas de piel o que se note desnutrido. Tampoco suelen ser aceptados los perros de pelaje oscuro, lo cual reduce las posibilidades de que algunas de estas mascotas encuentren un hogar.

La fundación también tiene que lidiar con la problemática de la localidad que, según denunció el fundador, no muestra mejoría:

“En el último censo que hicimos, contando cachorros, encontramos un promedio de 400 perros en sólo El Paraíso. La última jornada de alimentación logramos abarcar solo 200 de estos, pues algunos son de tamaño grande y la comida no alcanzó”.

Gracias al apoyo que se recibe de los donantes la fundación ha ido creciendo, pero aún se necesitan más padrinos y madrinas que quieran contribuir a esta causa, que cada vez está teniendo más carencias de alimento y recursos.

Se debe tener en cuenta que un animal que llegue con un caso de maltrato severo puede llegar a costarle a la fundación casi dos millones de pesos, y que solo la manutención de Corazón Canino 11 mensualmente requiere alrededor de cuatro millones.

Las puertas están abiertas para todas aquellas personas que quieran ser voluntarias y que puedan entregar aportes de concentrado, medicamentos y enseres que puedan necesitar todos las mascotas que allí residen.

Fotografías y video: Cortesía de Corazón Canino 11

Si deseas ayudar con esta buena causa haciendo parte del equipo, adoptando o con donaciones de dierno y alimento, puedes tener contacto con su fundador al número 3003422248 , o a su cuenta de Facebook e Instagram. También te puedes dirigir a la dirección Carrera 31 # 73a Sur-53, barrio El Paraiso, localidad Ciudad Bolívar.

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