Reconoció a sus dueños, pero ellos la volvieron a abandonar

Zuzu, de dos años, es una criollita de ascendencia de pastor alemán  que llegó a un refugio de Los Angeles, como muchos animales lo hacen, desorientados y con fuertes depresiones. Los trabajadores del lugar tuvieron que ser pacientes con esta perrita para que volviera a las actividades normales de un perro.

Los encargados del refugio de animales de Downey, en el estado California, pensaron que esta perrita era una perrita callejera y que nunca había tenido un hogar, hasta que un día llegó una familia y todo cambió.

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Un fin de semana una familia se acercó a la cerca donde estaban los perros y de un momento a otro Zuzu saltó de felicidad, se emocionó muchísimo y se acercó a estas personas con alegría. Era evidente que se conocían de antes, nunca esta perrita había estado tan feliz. No se podía negar más, ellos eran su familia anterior.

Los trabajadores se alegraron por Zuzu porque pensaron que estaban allí para llevarla de nuevo a casa, pero se llevaron una gran sorpresa cuando se enteraron que no era así. La familia estaba allí para llevarse a otro perro y no a la criollita.

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Al parecer, la perrita había estado muy inquieta, porque recientemente su padre (un pastor alemán) había muerto, y por eso se la había pasado corriendo y ladrando por el jardín de los vecinos de sus dueños. En algún momento, la situación se complicó y ella escapó, pero sus dueños nunca la buscaron.

Desi, una de las trabajadoras del refugio aseguró que la perrita iba a ser muy feliz en este lugar mientras encontraban una nueva familia para ella. Como era de esperarse, a la familia le negaron una nueva adopción porque claramente iban a ser unos dueños irresponsables y porque además no podían creer que no se conmovieran con las reacciones de felicidad de Zuzu al verlos.

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