¿Por qué el perro sacude sus juguetes y cuándo preocuparse?

Cuando estás jugando con tu perro notarás cómo aprieta con su hocico el juguete y lo sacude de un lado a otro.  Claro, nos parece divertido y hasta llamativo, porque es el objeto que le compramos para ello, pero qué pasa cuando es un zapato, una media o un cojín. Justo ahí es cuando nos molesta este comportamiento. ¿La solución? El perro siempre debe tener un juguete, así sea fabricado por ti.

Para muchos no deja de ser emocionante ver el perro divertirse con su juguete, mientras que para otras personas puede ser algo extraño. Sin embargo, este comportamiento es una herencia de su ancestro, el lobo, animal que tiene que cazar para sobrevivir.

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Este comportamiento es instintivo, así que el perro sacudirá lo que él considera su presa para desnucarla o desgarrarla. Recordemos que los perros necesitaban esa conducta para sobrevivir en la naturaleza cazando pequeñas presas hasta conseguir matarlas con estas fuertes sacudidas.

Debes tener en cuenta que el perro hace esto, generalmente en situaciones divertidas en donde él está liberando toda su energía, por lo cual es en estos momentos cuando imita los movimientos de un cazador y libera toda esa adrenalina.

Muchas veces cuando él tiene ganas de salir, agarrará su juguete favorito, se acercará a ti y lo sacudirá un poco. Esta será una manera de decirte: “amigo estoy aquí, algo aburrido, salgamos y juguemos un poco”.

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Cuando son señales de alerta y te debes preocupar

Todo depende de cuán bien conoces a tu perro y su lenguaje corporal, porque aunque no sea muy común, existen señales de que este comportamiento pasa de ser divertido a ser una señal de que algo anda mal con el can, así que a estar más pendientes.

Si tu perro se pone rígido mientras sacude un juguete, si eleva la cabeza, si se vuelve posesivo con el juguete que tiene o si ha intentado repetir este comportamiento con otros animales que tengas en casa o hasta con algún niño. ¡Cuidado! tu perro está dando una muestra de agresión y violencia.

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En estos casos, lo más adecuado es empezar a corregir estos comportamientos desde que son cachorros porque, si no se hace, puede terminar mordiendo o haciéndole daño serio a personas y animales. La recomendación es consultar a un etólogo canino.