Veterano de guerra y su perra de asistencia fueron contratados por una tienda

A este hombre lo rechazaron en varias empresas porque tenía una perra lazarillo, hasta que hace dos meses una gran ferretería les dio una oportunidad a ambos.

9 de diciembre de 2016

Conseguir trabajo cuando se tiene un perro lazarillo es una tarea muy complicada y más en países latinoamericanos, en donde por desconocimiento se rechazan a estos tipos de aplicantes porque consideran que sus animales de compañía podrían ser un estorbo o una distracción.

Sin embargo, cada día son más las compañías que son un ejemplo a seguir, en temas petfriendly o la aceptación de personas con perros de asistencia médica, como el caso de la tienda de ferretería Lowe‘s, en Texas, que desde hace dos meses contrató a Clay Luthy y junto a él a su perra lazarillo, Charlotte.

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La historia se dio a conocer, gracias a que una compradora habitual de este lugar publicó una imagen de ellos dos durante su jornada laboral. En la foto escribió: “Este es un veterano jubilado que luchó por conseguir un trabajo porque necesitaba a su perro de servicio. Lowes los ha contratado a los dos”. Poco tiempo después el impacto fue tal que ya era viral.

Foto: Facebook de Judy Dechert Rose

Clay hizo parte de las Fuerzas aéreas de Estados Unidos por muchos años, pero después de varias cirugías y una reconstrucción de rodilla, Luthy quedo incapacitado para volver a realistarse, por lo que tuvo que ponerse a buscar trabajo. No obstante, el hecho de tener una perrita de asistencia las 24 horas al día le complicaba su situación.

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El veterano se entrevistó con Chris Price, encargado de la tienda, y le aseguró que el comportamiento de Charlotter sería impecable, pues es una perra muy tranquila y sociable. "Clay se ganó el puesto por sus propios méritos" explicó Jay Fellers, encargado de recursos humanos, a KXVA-TV. "Sabíamos que iba a ser un gran empleado. Y además, tuvimos la suerte de que Charlotte viniera junto a él".

De hecho, la empresa decidió que Charlotte también debería tener algo que la identificará como ayudante de la tienda, así que le mandaron fabricar su propio chaleco para que los clientes sepan que pueden acariciarla.

En los últimos días a Clay y Charlotte se ha unido Lola, otra golden retriever de 6 meses a la que Luthy está entrenando para que Charlotte, que ya tiene diez años, pueda jubilarse pronto y llevar una vida más tranquila.

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