Opinión
“Perrósitos” de Año Nuevo
En mi primera columna del año te voy a ladrar, en primicia y exclusiva, mis “perrósitos” para este 2017 ¡Agárrate fuerte a la silla porque seguro algunos te harán temblar del hocico hasta la punta de la cola!
- Lograr que me den comida en la mesa.
Desde que conozco a mi mamá persigo este objetivo y en este 2017 quiero tomar clases de dramaturgia para mejorar mis capacidades hipnóticas. Sin embargo, y debido a la tenacidad con que ella agarra sus presas, capaz que me gano un Óscar por la mejor cara de “pobre de mí” de la historia y sigo sin conseguir una borona.
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- Adelgazar.
La estética perruna ideal es una cintura marcada y que las costillas se aprecien ligeramente bajo la piel de los costados. Sin embargo, tras meses de intenso trabajo en la promoción de mi libro “La vida es Linda” y después de pasar las fiestas navideñas en casas de familias colombianas que no pueden resistirse al verme con un moño parada junto a la bandeja de pavo relleno, más que una perra atlética trotamundos parezco un buñuelo con patas... Pasarse del peso ideal no es sexy en ningún caso, y menos si tienes la espalda torcida y una pata suelta así que ¡adiós a ese kilo de más!
- Escupir todas las veces que sea necesario las pepas para mi tratamiento estomacal.
Los meses que pasé sin comida y agua en la bomba de gasolina me dejaron como herencia daños crónicos en algunos órganos. Para evitar que me vomite semanalmente, mi mamá y mi hada veterinaria idearon un maquiavélico plan ¿podrán llevarlo a cabo?
¡No con mi ayuda!
- Desterrar del vocabulario de mi mamá la frase “¡Tienes aliento de perro!”
Tendencias
Este objetivo es común para ambas, solo diferimos en la estrategia: ella pretende lavarme los colmillos con un palo largo untado de dentífrico sabor chocolate; yo considero que, si quiere neutralizar mi aliento, lo más efectivo es que me coma algún popó en nuestros paseos campestres como hacen muchos de mis amigos.
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- Acabar con las celebraciones con pólvora.
Tras mis aullidos en plena noche durante estas fiestas en Cali, el comité de vecinos del barrio que nos acogió decidió por unanimidad otorgarme la condecoración como perro más escandaloso del año. Mi objetivo es seguir acumulando méritos y conseguir que me contraten para animar las festividades a lo largo y ancho del país por meter mucha más bulla que los métodos tradicionales.
El siguiente paso sería crear alarmas antirrobo con mis ladridos. ¿Quedaste aterrado con mi visión empresarial?
- Escribir más libros
En 2017 publicaré el segundo tomo de mis espeluznantes aventuras y comenzaré a recopilar aullidos para dictarle a mi mamá mi exclusiva guía para viajar con humanos…
¿Y tú? ¿También tienes “perrósitos” para el Año Nuevo? ¿Me los ladras?
¡Te deseo un 2017 lleno de paseos, caricias y restos de sobrebarriga!
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