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La veterinaria que se suicidó con el mismo fármaco con el que sacrificó a 700 perros

El caso de esta mujer vuelve a prendar las alarmas sobre los problemas de depresión y salud mental de los trabajadores de los refugios de animales.

6 de febrero de 2017

A pesar de que el trágico hecho ocurrió el 5 de mayo del año pasado en Taiwán, solo hasta esta semana se dio a conocer la historia de la veterinaria Chien Chih-cheng,  quien se quitó la vida con la misma sustancia con la sacrificó a cientos de perros. El caso vuelve a retomar los titulares porque a partir de esta semana se prohíbe la eutanasia animal, medida que de haber sido aplicada a tiempo hubiera evitado el suicidio de esta mujer.

Antes de morir, la veterinaria escribió una carta en la que hacía un fuerte ha llamado a la sociedad, especialmente de su país.

“Espero que mi partida les permita darse cuenta que los animales abandonados también son vidas (...) Por favor, valoren la vida. Espero que el gobierno sepa de la importancia de controlar la fuente (del problema)… Por favor, valoren la vida”.

Carta de Chien Chih-cheng

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Chien trabajaba en el Parque Educativo de Protección Animal en la ciudad de Taoyuan y se suicidó a la edad de 31 años. En una entrevista que había concedido para el canal de televisión local, CTI, meses antes de su muerte, aseguró que después de que sacrificó el primer perro lloró toda la noche.

Ella odiaba tener que prácticar la eutanasia, pero Chien y otros veterinarios de esa país vieron en esa medida la mejor opción de terminar con la vida de animales que nadie quería, que ya estaban muy ancianos o que eran muy difíciles de ser adoptados, pues de no hacerlo se les sometía al riesgo de contraer enfermedades en refugios superpoblados y verlos sufrir por mucho más tiempo.

Foto: SINA WEIBO

En diferentes ocasiones salía en medios de comunicación invitando a las personas a que adoptaran en lugar de comprar un animal, debido a que la problemática de perros callejeros en ese país ya estaba pasando a cifras críticas y los refugios no daban abasto con tantas mascotas que llegaban a diario.

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De acuerdo con BBC, En 2015, alrededor de 10.900 animales fueron sacrificados. Y alrededor de 8.600 animales de refugios murieron el año pasado de otras causas, como enfermedades. Lo paradójico de la situación era que a pesar de estas cifras, el refugio en el que trabaja Chien, era uno de los que tenía una de las tasas más altas de adopción de animales al compararlas con otros centros de acogida.

En una entrevista para la BBC, Kao Yu-jie, una de las compañeras de Chien en el refugio, comentó: "Decían que era una carnicera… Con frecuencia nos regañan. Algunas personas nos dicen que iremos al infierno. Aseguran que nos gusta matar y que somos crueles".

La realidad era que ella hacía todo lo posible para no tener que hacerlo. Sus compañeros eran testigos de lo mucho que se presionaba en el trabajo para conseguirles hogar a los animales que estaban bajo su responsabilidad. De hecho, había hecho un mural en el que publicaba sus dibujos, hechos a mano, de algunos de los perros que necesitaban un hogar con más urgencia.

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Foto: BBC