Los secretos que debes saber para tener un perro equilibrado

Tener una mascota no solo se trata de darle comida y una casa.  Ahora un perro o un gato llegan a ser parte fundamental de la familia, haciéndolos merecedores de atenciones adicionales, regalos y mucho amor.

Esa estabilidad ideal la debes propiciar tú, desde las rutinas de alimentación, paseo, diversión y, no menos importante, de salud e higiene, puesto que si hay alguna falla en alguno de estos aspectos, lo verás reflejado en el mal comportamiento de tu perro.

Un perro equilibrado es aquel que presenta una armonía en los aspectos físicos, mentales y emocionales lo que incluye una adecuada nutrición, ejercicio físico y adiestramiento, según propone la etóloga Carolina Alaguna del programa Pedigree Adóptame, el cual provee estas claves que llegarán a ser muy importantes para ti y tu perro:

“Ofrecerles una alimentación sana, equilibrada y adecuada. Evitar el maltrato y no someterlos a situaciones que les puedan generar miedo, ansiedad, angustia o cualquier otro estado mental derivado del estrés. Y permitirles comportarse como lo que son, es decir, como perros, para que puedan ejercer sus comportamientos naturales, interactuando con otros de su especie y sin caer en la ‘humanización’”, explica la experta.

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1. Una vida saludable

Un perro sano y feliz es uno bien alimentado y, por ende, saludable. La tenencia responsable de animales incluye brindarles a los perros los nutrientes esenciales en las raciones adecuadas, más una actividad física frecuente.

Estos aspectos están estrechamente relacionados, ya que el consumo energético derivado de la actividad física de las mascotas y la ingesta de nutrientes (proteínas, vitaminas, ácidos grasos y agua), debe ser equilibrada para que el perro mantenga un peso estable y óptimo.

“Un consumo inadecuado de energía podría ser perjudicial para la salud y rendimiento de los animales, mientras que un consumo de energía por encima de los requerimientos diarios necesariamente ocasionará el aumento de peso y comprometerá la salud”, explica la etóloga.

Fotografía: 123 RF

2.  Evita las situaciones estresantes

Existen diversos trastornos alimenticios relacionados con el comportamiento como, por ejemplo, la ansiedad, generada por situaciones de estrés que hacen que el perro coma en exceso, entre otras manifestaciones.

“Los cachorros, por lo general, no saben controlar su saciedad, por lo que es muy importante manejar adecuadamente las raciones, guardar la comida en sitios de difícil acceso y no dejar a su alcance alimentos para humanos”, manifiesta la etóloga.

En lo que respecta a los perros adultos, estos pueden presentar problemas de ansiedad a la hora de la comida, que los lleva a tragar muy rápido, no esperar a que se les sirva el alimento y salivar en exceso.

“Para estos casos se recomienda, además de consultar a tu veterinario, hacer uso del adiestramiento básico, pedirle que se siente y enseñarle la orden de quieto, y hacer que espere gradualmente cada vez más tiempo hasta que decidamos poner su plato. Debemos lograr que el perro espere hasta que le demos la orden de que puede comer”, agregó.

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3. Actividad física

Idealmente, los perros deberían realizar ejercicios físicos por lo menos dos veces al día y su intensidad depende de la etapa de vida en la que se encuentran y de su raza, más que del peso o el tamaño del animal.

Entre las sugerencias al respecto se incluyen: salir a caminar o a correr con su dueño. De ser posible, permitirles nadar;  establecer juegos interactivos con otros perros de tamaño y temperamento adecuado; lanzarles juguetes diseñados para que los perros los puedan atrapar (no se recomienda el uso de palos o piedras, ya que podrían lesionarlos o romperles los dientes) y deportes caninos, como las prácticas de agilidad, entre otros.

4. Cariño y educación

Por otra parte, los perros que están libres de maltrato y de situaciones de estrés, junto con la posibilidad que les brindan sus dueños de permitirles vivir plenamente cada uno de sus periodos sensibles, es decir, de adaptación y socialización al entorno humano y familiar, redundará también en el equilibrio del animal.

¿Cómo se distingue un perro equilibrado?

• Son nobles y manejables; entienden órdenes y las cumplen; reaccionan de manera adecuada ante las correcciones.

• Reconocen a sus humanos como líderes: son sociables con otros perros y con personas diferentes a su núcleo familiar.

• Conocen y reaccionan de manera correcta y tranquila ante el lenguaje corporal de otros de su especie.    

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