Los años no llegan solos

Gracias al desarrollo de la medicina veterinaria y de las técnicas de manejo animal, nuestros perros viven más que antes. Uno de los efectos de estos avances es que las mascotas, junto a sus propietarios y veterinarios, deben enfrentar el desafío de la edad.

Sin lugar a dudas, la llegada de un perro a la vejez marca el comienzo de una etapa de cambios. Por un lado, en cuanto al manejo veterinario, los requerimientos alimenticios de un perro sénior son diferentes a los de uno joven, y los planes vacunales y de desparasitación deben ser reprogramados por el experto cuando este llega a la etapa adulta. Por el otro, un canino anciano no tendrá la misma energía que exhibió durante sus primeros años; esto es importante conocerlo y aceptarlo.

¿Cómo saber que tu perro es un sénior?

Depende de cada animal. En términos generales, las razas grandes y gigantes envejecen más rápido que las pequeñas. Por ejemplo, un gran danés puede considerarse un perro anciano a los cinco o seis años, mientras que un yorkshire terrier apenas estará en la mitad de su vida a esa misma edad. En todo caso, la genética, la nutrición y el ambiente desempeñan un papel fundamental en su crecimiento.

Enfermedades relacionadas con la edad  

La artritis es una de las patologías más comunes en perros sénior y limita el movimiento y la actividad de quienes la sufren. Las enfermedades dentales también pueden ser un verdadero problema a medida que el calendario de tu mascota avanza, así que no te sorprendas si la ves perder dientes con el paso de los años. Estas dos condiciones pueden incidir directamente sobre el peso corporal y la salud de tu animal.

Adicionalmente, enfermedades renales, hepáticas y cardíacas, así como tumores cancerígenos y cataratas oculares son parte de la gran lista de enfermedades que ocurren con regular frecuencia en los perros adultos mayores.

Cambios en el comportamiento

Antes de que empiecen a aparecer los síntomas médicos, algunas variaciones en su comportamiento pueden servirte como indicadores de que algo está cambiando en tu perro. Como propietario, tienes un papel fundamental: el de detectar estas transformaciones tempranas y consultar al veterinario a tiempo.

• Menor reacción a los sonidos
• Mayor vocalización
• Confusión
• Desorientación
• Menor interacción con humanos
• Mayor irritabilidad
• Respuestas pobres a las órdenes
• Mayor agresividad y comportamiento protector
• Mayor ansiedad
• Menor acicalamiento
• Actividades repetitivas
• Cambio en los ciclos del sueño
• Menor actividad

Tips para manejar a los viejitos  

• Programa visitas periódicas al veterinario.

Tu perro sénior debe ser examinado al menos una vez al año por el médico veterinario. Recuerda que es mejor prevenir que curar.

• Pregúntale al experto sobre la evaluación de condición corporal.

Este tipo de evaluación es crucial para determinar si tu mascota tiene sobrepeso o está por debajo de su peso corporal.

• Aliméntalo con comida de calidad.

Infórmate sobre las mejores opciones de alimento para tu peludo, de acuerdo con su edad y estilo de vida.

• El alimento formulado será un gran aliado.

Puede que tu perro sénior requiera de comida formulada. Por ejemplo, las dietas bajas en sodio son indicadas para perros con problemas cardiacos, mientras que aquellas con bajos niveles de calcio y fósforo contribuyen al manejo de enfermedades renales.

• El peso óptimo no es un capricho.

Los perros con sobrepeso tienen una mayor probabilidad de sufrir de enfermedades como diabetes, problemas cardíacos, de piel e incluso cáncer. Tu veterinario puede sugerirte el mejor alimento para que tu peludo se mantenga en su peso ideal.

• La suplementación no está de más.

Los ácidos grasos y la glucosamina han demostrado ser de gran ayuda en perros sénior con problemas articulares.

• Cuida su boca.

La profilaxis dental puede contribuir a la salud de tu perro durante toda su vida y esto se evidenciará cuando esté en la última etapa de ella.

• El eternamente recomendado ejercicio.

Los beneficios de la actividad física no tienen discusión. Una rutina de ejercicios le ayudará a que la vejez sea más llevadera.

• A jugar siempre.

El juego no solo es cosa de cachorros; durante la vejez, le puede aportar salud mental y física a tu animal.

• Consideraciones especiales.

Un perro con artritis se beneficiará de una cama más blanda y de no tener que subir escaleras a diario. Si sufre del corazón, no debe ser exigido físicamente al extremo. Además, los perros adultos sin esterilizar tienen más riesgo de sufrir de cáncer.