Salud

Problemas renales caninos

Las enfermedades renales en los perros son frecuentes y en muchas ocasiones tienen un pronóstico grave, a menos de que sean diagnosticadas y tratadas de manera oportuna.

Editor 4 Patas
4 de marzo de 2018
La insuficiencia renal en los perros puede ser aguda y crónica. | Foto: iStock

El sistema renal de los canes, al igual que en los humanos, tiene múltiples funciones, dentro de las que se destacan: filtrar la sangre para excretar desechos tóxicos mediante la orina, secreción de hormonas, regulación de fluidos extracelulares, participar en la reabsorción de electrolitos, regular la presión arterial y ayudar a mantener la condición interna estable en los procesos metabólicos. Por dicho motivo, mantener en buen estado de salud los riñones y vías urinarias de tu mascota es esencial.

Muchos propietarios creen, erróneamente, que si un perro incrementa la frecuencia en la orina es porque está muy bien, pero al contrario podría evidenciar un serio trastorno en la funcionalidad del riñón. Por lo general, los perros adultos tienen mayor predisposición a padecer trastornos en el funcionamiento del sistema renal. En los cachorros se pueden presentar patologías asociadas a un desarrollo o maduración insuficiente en la fase embrionaria, con causas hereditarias.

Cuando hay patologías en uno de los riñones el organismo trata de compensar dichas fallas con el riñón sano. Si la función renal no se realiza adecuadamente empiezan a aparecer los trastornos en la mascota, evidenciando la incapacidad del órgano para limpiar la sangre por completo, proceso denominado insuficiencia renal.

La insuficiencia renal en los perros puede ser aguda y crónica. La aguda aparece repentinamente, originada por enfermedades infecciosas, deshidratación, por trastornos en el sistema circulatorio, ingestión de tóxicos o por procesos traumáticos (frecuente en perros atropellados). La crónica se da, generalmente, como consecuencia de un proceso de deterioro general asociado a la senilidad, con una evolución muy lenta, la cual puede durar meses y hasta años.

Algunos de los signos y síntomas frecuentes en un proceso de insuficiencia renal en los caninos son: vómito, disminución en la producción de orina, dolor en la micción, postura encorvada, desorientación, pérdida de coordinación, letargo, presión arterial elevada, deshidratación y desorden en el metabolismo general, entre otros. La insuficiencia renal aguda y crónica puede tener un desenlace mortal para el animal, por eso es muy importante que el médico veterinario zootecnista diagnostique y trate a tiempo la causa de la enfermedad.

Aunque no es muy frecuente en los perros, el cáncer renal también puede ocasionar insuficiencia en el funcionamiento del sistema. Dichos tumores pueden ser primarios o secundarios. Los primarios son aquellos que se originan directamente en el riñón. Los secundarios tienen un origen en órganos externos al sistema renal, pero se da una metástasis (reproducción o extensión de un tumor) en el riñón. Un perro afectado con un cáncer renal puede presentar pérdida de peso, bajo apetito, aumento en la ingesta de líquidos, aumento en la micción, sangre en la orina y anemia, entre otros signos y síntomas. En algunos casos se debe retirar quirúrgicamente el riñón afectado, realizar quimio y radioterapia.

 

La importancia de prevenir

Aunque no todos los trastornos que afectan el funcionamiento renal pueden ser prevenibles, a continuación se relacionan una serie de prácticas fáciles de aplicar y que pueden ayudar el funcionamiento del riñón en los caninos:

  • Debe monitorear cualquier cambio en la calidad, frecuencia y cantidad de orina expulsada por la mascota. De igual manera, observar si se presentan trazas de sangre.
  • Es importante mantener disponible agua en cantidad suficiente y calidad adecuada.
  • Los perros sedentarios tienen mayor predisposición a padecer insuficiencia renal, por lo que es clave una buena rutina de ejercicio, considerando la raza, tamaño y estado general del animal.
  • Los medicamentos administrados deben ser por prescripción del médico veterinario. Se debe evitar sobredosificar, ya que muchos de ellos pueden tener consecuencias graves para el riñón.
  • Evitar que el animal acceda a basuras, las cuales pueden contener productos tóxicos. De igual manera que deambule libremente en zonas donde pueda ser atropellado.
  • Aliméntelo con dietas en cantidad y calidad adecuadas, e indicadas para la edad y tamaño de la mascota. La administración de preparaciones caseras pueden derivar en trastornos metabólicos con graves consecuencias para el animal.