JUDICIAL

La ciberestafa con bitcoines

Más de 5.000 personas invirtieron su dinero para comprar monedas virtuales. Perdieron una suma que puede superar los 200 millones de dólares.

17 de junio de 2017

“Yo vendí mi carro y juntamos los ahorros de toda la familia. En total eran 80 millones de pesos producto de más de 20 años de trabajo. Todo se perdió”, afirma un hombre en Medellín. “Una amiga me recomendó invertir. Fui a una presentación en un hotel lujoso en Barranquilla y todo parecía bien. Por eso saqué un préstamo en un banco por 50 millones de pesos y lo invertí todo. Hoy nadie me responde y quedé con una deuda que no tengo cómo pagar”, dice una mujer en la capital del Atlántico.

Estos son tan solo dos testimonios de personas que, junto a miles más, cayeron en la que parece ser una de las estafas masivas más grandes de los últimos años. Como estas historias hay más de 5.000 víctimas, que alcanzaron a entregar más de 500.000 millones de pesos (cerca de 200 millones de dólares) y hoy nadie les responde por su dinero.

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Al igual que ocurrió con casos tristemente célebres como DMG o Estraval, centenares de incautos entregaron los ahorros de su vida, vendieron bienes o se endeudaron con la esperanza de ganar jugosos rendimientos en poco tiempo. La diferencia con los casos anteriores es que en esta oportunidad se trataría del primer caso de estafa multitudinaria por internet.

El tema estalló hace dos semanas. El pasado 5 de julio, el CAI virtual del Centro Cibernético Policial de la Dijín publicó una alerta en la que informaba sobre los riesgos de invertir en una empresa llamada Me-Coin. Se trataba de una compañía que se promocionaba como experta en comercio de transacciones con criptomonedas, especialmente bitcoines. Menos de 24 horas después de la notificación policial, más de 1.200 personas se comunicaron con la Dijín para contar cómo habían sido víctimas e instaurar las denuncias.

Esa plataforma fue creada en abril pasado por un hombre de Pereira y otro de Valledupar. Crearon una página de internet y por redes sociales promocionaron conferencias que realizaron en lujosos hoteles en las principales ciudades del país en donde explicaban el negocio. Básicamente les decían a sus clientes que tras consignar un dinero, que iba desde uno o 100 millones de pesos, o su equivalente en dólares, obtenían las unidades en bitcoines. A cambio de la inversión recibirían un interés del 50 por ciento mensual, el cual les consignarían diariamente en cuentas virtuales. Para esa fecha un bitcóin estaba cotizado en 2.100 dólares. La semana pasada ya iba por encima de los 3.000 dólares. Semejante rendimiento hizo que muchos cayeran en la trampa.

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Al igual que las pirámides, en el caso de Me-Coin, al comienzo, todo funcionó bien. Durante las primeras semanas los clientes veían aumentar sus cuentas virtuales y podían, entre otras cosas, adquirir algunas tarjetas de crédito para monetizar las ganancias. Eso hizo que rápidamente corriera la voz de esta nueva forma de ganar dinero. Fue tan exitoso que centenares de clientes de países como Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia y México comenzaron a invertir a través de las plataformas virtuales sumas que iban entre los 5.000 y 60.000 dólares por persona.

Como suele ocurrir con este tipo de estafas, el castillo de ilusiones se derrumbó rápidamente. En la primera semana de junio muchos inversionistas dejaron de recibir las notificaciones en las que les informaban de las ganancias. La página web de la empresa desapareció de un momento a otro. Y los peores temores se concretaron el domingo 4 cuando uno de los socios de la empresa envió un mensaje a sus miles de clientes diciéndoles que un grupo de hackers los atacó y había robados todos los bitcoines. Después, sencillamente, desaparecieron.

Durante las últimas dos semanas la lluvia de denuncias de esta ciberpirámide no ha dejado de llegar. Tan solo en 10 días los cálculos iniciales revelan 5.200 víctimas en 5 países, de las cuales 1.700 están en Colombia. “Desde la Dijín y el eje de cibercriminalidad de la Fiscalía se está enfrentando y liderando la lucha contra el ciberdelito y los cibercrímenes”, afirma el general Jorge Luis Vargas Valencia, director de la Dijín.

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Las autoridades nacionales y extranjeras están en la búsqueda de los dos creadores de Me-Coin, quienes aprovecharon el auge mundial de las transacciones con moneda virtual para quedarse con el dinero de los incautos. Deberán responder por los delitos de estafa y concierto para delinquir, entre otros.

El Banco de la República, la Superintendencia Financiera y otras autoridades han advertido en numerosas oportunidades sobre los riesgos de invertir en esas actividades. Es muy poco probable que los miles de ingenuos inversionistas vean de vuelta algo de su dinero. Lo cierto del caso es que resulta sorprendente que después de los desfalcos de las pirámides como DMG aún muchos decidan arriesgar su capital con la promesa de hacerse ricos en poco tiempo.