NACIÓN
¿Se debe lanzar un salvavidas a Avianca?
Crece la polémica en torno a la conveniencia de salvar o no a Avianca, empresa originalmente colombiana pero cuyos dueños son extranjeros. Algunos congresistas proponen que se materialice el salvavidas, convirtiendo al Estado colombiano accionista de la compañía.
Dentro de la tensión que ha generado la pandemia en torno a las afectaciones de los diferentes sectores económicos, empieza a crecer un debate: salvar o no a Avianca. La aerolínea más importante que opera del país atraviesa una difícil situación económica, los vuelos comerciales fueron suspendidos a causa de la emergencia sanitaria, económica y ecológica y el margen de acción es limitado.
De hecho, en lo corrido de 2020 la acción de Avianca ha caído -74,93%, convirtiéndose de este modo en la que más ha perdido valor en lo corrido del año. Vicky en Semana fue el escenario para el debate en torno a Avianca, en donde los congresistas David Barguil, Armando Benedetti, Rodrigo Lara y Antonio Sanguino expresaron sus puntos de vista frente a esta polémica y señalaron las posibles soluciones al respecto.
El senador conservador David Barguil señaló que son los ricos más ricos los que deben inyectar capital en esta crisis, tendiendo un salvavidas para las compañías y salvando las empresas que hoy están en crisis a causa de esta pandemia. "Aquí hay que salvar a los colombianos. En una columna que escribí en estos días hice referencia a Avianca. Me contaba alguien que conoce del mercado de acciones que Avianca llegó a costar US$1.000 millones y que hace 20 días el valor accionario representó US$35 millones, y escribía yo en mi columna ¿quién puede comprar a Avianca que pasó de US$1.000 millones a US$35 millones? Pues los ricos más ricos. Son ellos quienes pueden comprar tantos negocios que se han desvalorizado", explicó el conservador.
Ante la discusión sobre si salvar o no a los ricos en época de cuarentena, el senador Rodrigo Lara, de Cambio Radical, explicó que "los ricos se salvan por sí solos. Por ejemplo, en el caso de un rico accionista de Avianca, se quiebra la empresa pero no el accionista. Los ricos se salvan solos porque tienen lobistas, abogados e interlocución con los gobiernos. Como congresistas, nos toca representar al colombiano de a pie. El control político no se ve, aquí no hay que salvar al rico, lo que hay que salvar son las empresas y la generación de empleo".
A su vez, Antonio Sanguino, senador del Partido Verde, explicó que "salvar a los ricos y a los superricos es profundizar la desigualdad, aumentar los niveles de pobreza y destruir la clase media. Eso ocurre cuando un Estado piensa sus decisiones fiscales, financieras y económicas en la proteccion de los negocios de los ricos". Y aprovechó para señalar que se debe tomar nota de lo que ocurre hoy en el mundo y hacer cambios en el modelo que se ha venido empleando: "Esta crisis nos debe invitar a una revision de la manera como administramos la economía porque lo que está ocurriendo es que las decisiones del Gobierno, en cabeza del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, siguen estando alineadas a la doctrina y a la cartilla de las políticas económicas que hoy están en cuestionamiento en el mundo".
Al aterrizar el debate en torno a Avianca y la conveniencia de salvarla o no, Barguil señaló que "tenemos la responsabilidad de salvar el servicio aéreo en Colombia. Es un servicio esencial; de no hacerlo, no se podrá reactivar la economía". Lo anterior atendiendo a la importancia del sector para la dinamización de la economía, no solo la local sino a nivel mundial.
"No puede ser que la lógica sea salvar o no Avianca. Avianca ya desapareció, lo que se necesita es un proceso de reestructuración de la compañía, donde los acreedores se vuelvan en los nuevos dueños de Avianca, y el Estado lo que puede hacer es ayudar a que esos nuevos acreedores puedan entrar a funcionar", explicó Barguil. Agregó que lo ideal es que el dinero invertido por el Estado colombiano "no sea un dinero para salvar a Avianca sino que le represente al Estado colombiano tener una participación de la compañía".
Posición que comparte el senador Lara, quien explicó que de darse este salvavidas a la empresa aérea, "el Estado tiene que entrar como accionista y que entren otros capitales. La aerolínea sigue siendo de bandera colombiana y sigue siendo esencial para la productividad de la economía colombiana. La desaparición de Avianca puede tener consecuencias de una profundidad que nosotros no hemos dimensionado. En el paro de Avianca, el golpe para la economía fue supremamente duro. En este caso no se compra una aerolínea sino un mercado. Más allá de unos pasivos, hay es un mercado consolidado", explicó.
El parlamentario del Cambio Radical hizo referencia también a que muchos países han inyectado recursos en sus aerolíneas. "En este momento se espera que Colombia pueda inyectar, en un momento donde no es fácil para las aerolíneas encontrar tasas atractivas en el mercado por su situación. Más adelante, el Estado colombiano permaece como accionista o vende cuando su inversión se haya valorizado", dijo Lara.
Una posición muy diferente tiene el senador de la U, Armando Benedetti, quien señaló que no es una prioridad atender a las necesidades de Avianca sino que "deben hacer la cola", refiriéndose a las cientos de necesidades que atraviesan las empresas en el país y que están a la espera de un salvavidas del Estado. "Con los recursos que se tuvieran para salvar a Avianca, se tendrían no sé cuántas pymes o empresas que se podrían estar salvando. Todavía no tenemos cómo cubrir el servicio de salud y estamos pensando en cómo salvar el servicio aéreo; me parece que no está en la línea de las prioridades en el país", explicó. Y fue enfático en señalar que la economía "se está acabando y los médicos no tienen equipos de bioseguridad, entonces, ¿vamos a ver qué hacer con Avianca? No, que hagan la cola, de últimos".
El senador Sanguino, por su parte, señaló que más allá de salvar o no a la empresa de aviación, el debate debe centrarse en cómo va a llevarse a cabo. ""Avianca no es la aerolínea de aviación de Colombia. Hoy Avianca es una empresa de unos fondos norteamericanos, unos inversionistas que tiene muy poco de colombianos. Avianca cambió su domicilio, ni Avianca ni todo el holding tienen su domicilio en Colombia sino en Panamá. ¿Por qué lo hicieron? Para evadir impuestos en Colombia. Me parece que con el pretexto del coronavirus, nos van a limitar a que las ganancias se siguen privatizando y la deudas se siguen socializando, es decir que en este caso es que le corresponde al Estado colombiano salir a socorrer a quienes en tiempos de vacas gordas evaden sus impuestos en el país. No se trata de que nos neguemos a salvar el aparato productivo sino cómo lo vamos a hacer", explicó.