entrevista
“Tengo una diferencia muy grande e histórica con Gustavo Petro” Jorge Enrique Robledo revela las razones de su distancia con el presidente
Jorge Enrique Robledo oficializó su aspiración a la Alcaldía de Bogotá. Vaticina que el Pacto Histórico será el gran derrotado en los comicios del 29 de octubre y dice que puede unir a diferentes sectores políticos para llegar al Palacio Liévano en enero de 2024.
SEMANA: ¿Entonces ya no le decimos exsenador, sino candidato?
JORGE ROBLEDO: Sí, esta es una decisión que ya tomamos en firme y no es modificable. Vamos hasta el final. Espero ganar en primera vuelta.
SEMANA: ¿De verdad cree que puede ganar en primera vuelta?
J.R.: Esa es la aspiración que uno debe tener, haré todo el esfuerzo para que así sea. Creo que tengo una hoja de vida y unas propuestas de fondo que van a llegar a la ciudadanía. Yo he sacado en Bogotá siempre una votación bien importante entre la ciudadanía y todo ha sido voto de opinión.
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SEMANA: Su nombre sonó, pero no se pensó que se lanzaría. ¿Por qué tomó la decisión?
J.R.: Inicialmente descarté esa posibilidad porque nos pusimos con la idea de conseguir otro candidato para Dignidad y Compromiso. Hablamos con varios sectores y se estudiaron cosas, pero al final llegamos a la conclusión que lo mejor para todos era jugar con una candidatura propia. Barajamos entre Sergio Fajardo y yo, y bueno, concluimos que me tocaba a mí asumir esa responsabilidad. Ganando la Alcaldía voy a gobernar con un grado de seriedad, dedicación y de juicio, como suelo hacer mis cosas. Necesitamos construir esta tercera fuerza que nosotros representamos, porque si uno se fija, quienes han gobernado a Colombia históricamente, pues lo hicieron tan mal que le dieron el triunfo a Gustavo Petro.
SEMANA: Pero su llegada mueve todo el tablero electoral en Bogotá porque la izquierda no tiene candidato y la derecha tampoco encuentra una figura fuerte. ¿Recogerá estos sectores?
J.R.: Ese es un fenómeno que se presenta desde las elecciones de Senado. Toda mi votación subió en cada elección y siempre hubo votos de sectores populares, de clases medias y empresarios. Yo tengo cierta capacidad para unir y reflejar puntos de vista que puedan coincidir, si no en todo, por lo menos en cosas importantes entre distintos sectores. Estoy seguro de que me va a ir muy bien en ese sentido, porque yo no represento una idea de cambio o llamémosla de izquierda. También, por ejemplo, cero tradición de lucha armada o de defensa de la lucha armada. Nunca he propuesto estatizar la economía, defiendo la economía empresarial, entre otras cosas, porque genera economía y desarrollo, y ahí se consiguen los mejores empleos. Defiendo a los trabajadores, el empleo, los mejores ingresos y los derechos de los trabajadores.
SEMANA: ¿Una izquierda moderada y totalmente opuesta a Gustavo Petro?
J.R.: Pues es el problema de los calificativos y los rótulos. Tengo una diferencia muy grande e histórica con Gustavo Petro. Así que si quieren calificar las cosas de esa manera, pues sí, ese puede ser el calificativo, pero este es mi pensamiento desde hace muchos años.
SEMANA: Pero con lo que está diciendo del empleo, las empresas y mover la economía, está teniendo una postura opuesta a la del presidente Petro…
J.R.: Sí, las diferencias con él son muy grandes. Si aquí no creamos empleo y riqueza, no vamos a resolver ninguno de los problemas nacionales, ni los de Bogotá. Y claro, hay que distribuir la riqueza, que también la distribuimos bastante mal, para salir adelante.
SEMANA: Pero si usted gana tendrá que trabajar con Petro. ¿Cómo lo haría?
J.R.: En lo que a mí respecta, trabajaré con Gustavo Petro en medio de las diferencias. Es que él y yo tenemos que unirnos cuando yo sea alcalde en el deber de servirle bien a Bogotá y yo no puedo servirle bien a Bogotá si la Presidencia de la República no lo hace. Espero que él y yo tengamos la inteligencia, sabiduría y paciencia mutua para que nos podamos sentar como personas sensatas, inteligentes y nos pongamos de acuerdo. Esos acuerdos no desaparecerán las diferencias que tenemos.
SEMANA: ¿Tendrá consecuencias en las elecciones de octubre los problemas de Petro en su Gobierno?
J.R.: Sin duda, Bogotá es una ciudad que le gusta votar por el cambio y la diferencia, pero también es una ciudad sensata que cuando tiene que cambiar el punto de vista lo cambia, este es un voto de opinión. Al Gobierno del presidente Petro no le ha ido bien, ha perdido fuerza, respaldo y se ha debilitado. A Gustavo Petro no le va a ir bien en las elecciones de octubre. Gustavo Petro tendrá un voto de castigo porque quienes votaron esperanzados, pues están frustrados porque han sucedido cosas extrañas en su Gobierno.
SEMANA: ¿Así el candidato del Pacto Histórico sea Gustavo Bolívar?
J.R.: Con cualquier candidato van a tener dificultades. Hay una frustración e incluso rabia. Bolívar es petrista y le caerá un voto de castigo, eso probablemente explique por qué Gustavo Bolívar no se decide. Petro está muy debilitado en Bogotá.
SEMANA: Pero Bolívar dice que el Pacto tiene 700.000 votos fijos en Bogotá…
J.R.: El problema en política no es conseguirse los primeros votos, hay que decirle a Gustavo Bolívar que el problema es conseguirse los últimos. Es normal que los seres humanos nos echemos cuentos a nosotros mismos, pero el veredicto final es en las urnas.
SEMANA: ¿Recibirá respaldo de varios sectores políticos?
J.R.: Hay unas líneas rojas. Hay sectores o personas con las que no trabajaremos de ninguna manera, pero también otras con las que podemos coincidir total o parcialmente. Pero está muy temprano para saber eso, aunque hay conversaciones.
SEMANA: ¿Con quiénes?
J.R.: Todavía no le puedo dar esa chiva.
SEMANA: Pero usted aparece como para liderar una coalición de centro. ¿Ese es el papel que desempeñará?
J.R.: Yo soy capaz de unir. De momento, estamos en la candidatura de Dignidad y Compromiso. De lo que sí estoy seguro es de que yo soy capaz de unir a esta ciudad en unos propósitos que nos sean comunes. Yo no llego a montar pleitos, uno no puede llegar a ser alcalde con un látigo y al que no votó por mí, entonces a ver cuántos latigazos le doy. Será un gobierno superselecto, de altísimo nivel y, claro, pues será de mis amigos, de quienes coinciden con mis puntos de vista, pero voy a hacer esfuerzos por no montar peleas chimbas por ahí que finalmente satisfacen a la galería, pero no le hacen ningún bien a la ciudad. Hay que unir a la ciudad en propósitos comunes.
SEMANA: En el Centro Democrático hay quienes lo respetan a usted. ¿Ese acercamiento incluye a ese sector?
J.R.: El Centro Democrático va a tener sus propuestas. Yo entiendo que están deshojando la margarita entre dos posibilidades: Diego Molano y Juan Daniel Oviedo. Bueno, ya veremos eso cómo evoluciona y qué termina sucediendo.
SEMANA: ¿Cómo está su relación con Claudia López?
J.R.: Tenemos una relación cordial en medio de las coincidencias y de las diferencias. Es sabido que tenemos controversias en asuntos, pero si ustedes se fijan, esas controversias las hemos tramitado con franqueza, pero también con respeto. Es que buena parte del problema en la política no es que haya diferencias, las diferencias son naturales, el problema es cómo las tramitamos. Además, yo voy a ganar la alcaldía y no voy a llegar con un espejo retrovisor a montarle un pleito a la alcaldía anterior. Desde ya les digo a los bogotanos: una de mis posiciones indeclinables es que proyecto u obra que se esté adelantando nos vamos a dedicar a concluirla. Yo no soy un politiquero, yo soy un servidor público y si llego a trabajar a la Alcaldía de Bogotá solo me va a orientar lo que les convenga a los bogotanos.
SEMANA: ¿Si tuviera que calificar la gestión de López de 1 a 10?
J.R.: No, yo prefiero no entrar en ese tipo de temas. Bogotá sabe que hay cosas de esa alcaldía que yo respaldé, así como otras con las que no estuve de acuerdo. Claudia ya va a terminar su periodo, entonces no tiene sentido calificarla.
SEMANA: En la campaña seguramente le recordarán a usted su paso por el Polo Democrático y el desastre de Samuel Moreno en Bogotá…
J.R.: Sucedieron cosas que no debieron pasar y que a mí me avergonzaron. Nosotros asumimos con toda seriedad eso como no lo ha hecho ningún partido en Colombia. La acusación contra él empezó en noviembre de 2010, a la semana de haberse presentado la acusación, el Comité de Ética del Polo le abrió una investigación. A la semana, él tuvo que ir a rendir cuentas, en marzo ya se había aplicado una sanción en contra del senador Iván Moreno. En mayo, le pedimos a Samuel Moreno que renunciara a la Alcaldía de Bogotá. No renunció, pero sí le pedimos la renuncia oficialmente, lo suspendimos también. Más adelante, cuando la Fiscalía lo acusa, lo expulsamos del partido y cuando el proceso se agrava, le pedimos perdón a Bogotá, más no podíamos hacer. Eso no ha debido a ocurrir, pero actuamos en consecuencia, dimos la cara, pedimos perdón y sancionamos, que era lo máximo que uno puede hacer.