Política
“Abran su mente”: Liliana Novoa, la mujer del altar en el Congreso, explica el ritual que hizo en pleno debate del Acuerdo de Escazú y niega que fuera brujería
La activista ambiental conversó con SEMANA sobre las acusaciones en su contra por supuesta brujería por parte de sectores de la oposición.
En la Cámara de Representantes, durante el último debate del proyecto de ley que ratifica el Acuerdo de Escazú, la oposición denunció que en las gradas se estaba haciendo brujería con fuego y muñecos. Luego se supo que el muñeco era una figura del popular Frailejón Ernesto Pérez y que el fuego era una vela.
Liliana Novoa, activista ambiental de la Red Conejera y docente, conversó con SEMANA sobre los señalamientos en su contra. A su vez, explicó el ritual que llevó a cabo en las instalaciones del Congreso y desmintió que haya sido brujería.
SEMANA: ¿Cuál era su rol dentro de las barras a favor de la ratificación del Acuerdo de Escazú?
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Liliana Novoa (L.N.): Nosotros somos ambientalistas de la localidad de Suba. Somos Red Conejera, un grupo de colectivos y personas naturales que trabajamos en la microcuenca del humedal La Conejera. Conocemos claramente el Acuerdo de Escazú, sabíamos que era muy importante su aprobación y estamos siguiéndole la pista. No hemos podido hacer presencia en todos los momentos, pero sabíamos que ayer era un día muy importante, precisamente porque podía ratificarse el acuerdo. Quisimos hacer presencia, acompañar a otros compañeros y compañeras de otros colectivos haciéndole la fuerza y poniéndole la mejor energía para que ayer se diera.
SEMANA: ¿Por qué instaló el altar y qué significó?
L.N.: Llegué y, como siempre, trato de transmitir todo este amor por la tierra y el cuidado medioambiental. No solo a mis estudiantes, porque soy docente, sino también a mis hijas. Estaba acompañada por mis dos hijas y muchos amigos de otros colectivos. Siempre que nosotros hacemos presencia como colectivo, nuestra guía espiritual dentro de toda esta cosmogonía Muisca ha sido nuestra abuela Hicha Caca Blanca, que es del cabildo Muisca de Suba. Ella nos ha enseñado que nosotros tenemos que pedir permiso antes de entrar a cualquier espacio. Eso fue lo que hicimos. Pedimos permiso con bonita palabra, con bonito pensamiento y queríamos enfocar todas nuestras energías en que las cosas se dieran de buena manera y que diera el resultado que estábamos esperando con ansias, que es la aprobación. Es simplemente hacer la presencia en el espacio.
SEMANA: Vemos en las fotos varios elementos, frascos y hasta una vela. ¿Qué significa eso?
L.N.: Una de las cosas que nos han enseñado desde la cosmogonía Muisca y desde todas estas ancestralidades es que estamos siempre agradeciendo y pidiendo permiso a los cuatro elementales, que las cosas fluyan como deben fluir. Esos cuatro elementales son el aire, que está presente siempre; la tierra, que nosotros la llevamos simbolizada con unas semillitas que teníamos ahí en un frasquito; el agua, que nosotros siempre llevamos en una totuma que llenamos, y el fuego, que obviamente en el Congreso no podemos prender un fuego, representado en una velita. Eran los cuatro elementales que nos acompañan siempre en todas nuestras intervenciones, ya sea en territorio natural o en cualquier momento. Hemos participado en congresos, convenciones y foros, siempre hacemos lo mismo. Ponemos un centrico, siempre una mandalita. En la mandalita ponemos los cuatro elementales. El tejido es porque yo soy tejedora, siempre lo he sido. Desde muy pequeñita he tejido y ese día estaba tejiendo. Estaba haciendo un centrico para poner el frailejón.
SEMANA: ¿Y Frailejón Ernesto Pérez qué hacía ahí?
L.N.: Ese frailejón me lo acaban de regalar hace muy poquito en el colegio, una compañera que lo tejió y que me lo regaló porque ellos conocen la función que nosotros hacemos en el colegio y todo lo que les trato de enseñar a los niños. Me califican con adjetivos muy bonitos en torno a la Pacha Mama y la madre tierra. Yo hago mucho énfasis en eso, en tratar de transmitirles a los niños estas costumbres. Estamos haciendo un proyecto ambiental en este momento, el cual tiene que ver con el reconocimiento de la cultura Muisca, que está alrededor nuestro y que la desconocemos. Frailejón se ha convertido en un personaje que lleva muchos de los pensamientos que para nosotros son importantes y está diseñado para los niños. Dije: “este señor tiene que estar presente para la aprobación del Acuerdo de Escazú”. Lo pusimos ahí porque es la representación de todos nuestros páramos, afectados por la minería y la extracción de recursos.
SEMANA: Si bien no fue brujería, efectivamente fue un ritual Muisca. ¿Usted hace parte de la comunidad indígena?
L.N.: Lo hemos aprendido, porque yo no hago parte del cabildo de la comunidad Muisca, aunque me siento parte de la familia de la comunidad Muisca porque he convivido con ellos mucho tiempo. Hemos aprendido a ser respetuosos con la madre tierra y los espacios. Lo que se pide es un permiso para poder entrar y expresarle al espacio que entramos con bonito corazón y bonita palabra.
SEMANA: ¿Usted ha instalado este altar en anteriores ocasiones en el Congreso de la República?
L.N.: En algún momento lo hice. En un debate que se hizo sobre el agua, eso fue hace como unos tres o cuatro años. Nos invitaron como Red Conejera, eso fue antes de pandemia. Lo mismo, yo generalmente lo que hago es poner la velita en frente mío. Fue muy rápido, había muchas personas participando. Ese día no causó nada, ninguna cosa loca. Pienso que porque estaban todos a favor del agua.
SEMANA: ¿Qué piensa sobre la malinterpretación que se le dio a su ritual?
L.N.: Si uno mira, las comunidades indígenas siempre están presentes con el fuego. Todas las personas que han ido a que los bendigan a la Sierra, no sé cuántos presidentes... Ellos lo hacen con hierbas y no están pensando que se están echando brujería encima. Están pidiendo el permiso de estas comunidades para que los acompañen durante el Gobierno. Para unas cosas lo malinterpretan. Entiendo que fue solamente una persona que generó ese trino y lo comenzaron a replicar, pero no fueron todas los congresistas o las personas. Es más, algunos de ellos en algún momento presentaron excusas. Dijeron que no era su intención y que tampoco compartían el sentir y el pensar de ese señor. Claramente lo entendí, a veces muchas veces se malinterpreta y se malentiende. También se estigmatiza, se habla desde el desconocimiento. No me gusta la palabra ignorancia porque puede ser un poco agresiva. Pienso que, desde el desconocimiento, las personas juzgan y es lo que ellos conocen. Tú no puedes decir algo de algo que no conoces. De pronto no conocen las costumbres ancestrales, pero sí conocen la brujería. Por eso asocian una vela con brujería. Tampoco van un poco más allá y preguntan.
SEMANA: ¿Qué mensaje le envía a la oposición y a los colombianos que desconocen estas prácticas?
L.N.: Armonicen con el pensamiento de que queremos un país más justo, en paz y que reconozca las diversidades y pluralismos culturales de todo tipo. Que reconozcan que tenemos un país multicultural que tiene muchísimas riquezas a nivel ancestral de todas las culturas que persisten y resisten en el territorio. Que abramos la mente a reconocer todas las sabidurías que tienen para enseñarnos. Considero que, a pesar de que muchas veces dicen que son ignorantes porque no han estudiado, son mucho más sabios que nosotros porque han persistido y cuidado la madre tierra de una manera en la que nosotros los occidentales no lo hemos hecho. Si nosotros le debemos algo a esta tierra es agradecimiento y respeto.