Política
Agarrón entre Gustavo Petro y Paloma Valencia por la sequía en Bogotá; el presidente la señaló de “depredar”
Tras el racionamiento de agua en Bogotá, los políticos colombianos empezaron a buscar con espejo retrovisor los responsables.
El presidente Gustavo Petro y la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, sostuvieron una fuerte discusión en redes sociales porque él, como exalcalde de Bogotá, no asume parte de la responsabilidad de la sequía y la falta de previsiones para enfrentar el fenómeno de El Niño que tiene a los capitalinos en riesgo de quedarse sin agua si, en menos de 60 días, no llueve.
La discusión tuvo su origen cuando Petro dijo desde Cartagena este 12 de abril que desde hace tres años la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá viene observando, sin contarlo, que los niveles del embalse de Chingaza venían estructuralmente disminuyendo hasta llegar a este punto, el más bajo.
“Tres años. ¿Por qué no se hizo nada?”, preguntó.
Paloma Valencia, una de las más acérrimas críticas del líder del Pacto Histórico, se molestó y le refutó: “¿No se acuerda que fue usted, como Alcalde de Bogotá, el que se opuso a la construcción de Chingaza 2?
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Petro no se quedó callado y le respondió a la Senadora: “Ay Dios. no puede pensar la senadora sin depredar”, dijo.
E informó que Chingaza II solo generaría sequía en la Orinoquía y alza del precio de los alimentos en Bogotá “y dado que el problema tiene raíz en la crisis climática y la deforestación de la Amazonía, también Chingaza II se secaría”, manifestó.
Aunque algunos pensaron que la discusión terminaría ahí, Paloma Valencia siguió cuestionando al jefe de Estado porque él se ha dedicado a mirar con espejo retrovisor y no asume responsabilidad. Tampoco plantea alguna solución porque hoy es el presidente y tiene cómo plantear alternativas.
“Usted (Petro) tomó la decisión de no construir Chingaza 2 en contravía de un proyecto del acueducto que llevaba muchos años siendo diseñado. Claro que el proyecto tenía costos ambientales (todas las decisiones tienen costos), tanto como no hacerlo, tenía costos en el suministro de agua. Usted, Presidente, tomó una decisión, ese era su trabajo. Pero por lo menos asuma su parte de responsabilidad de las consecuencias, en vez dedicarse a juzgar a otros con supremacía moral”.
Y continuó: “Sus decisiones caprichosas sin sustento técnico nos llevaron a no tener agua, nos llevarán a no tener gas muy pronto y a pagarlo muy caro a un dictador, a tener un país controlado por grupos terroristas a los que usted solo da beneficios, a no tener sistema de salud o a tener uno fracasado como el cubano o el mexicano, unas fuerzas armadas maniatadas, un sector productivo detenido y un país que casi no crece económicamente y, por lo tanto, que se empobrece. ¿Quién es el depredador?”
La sequía que cada vez parece más prolongada en el país tiene a los políticos enfrentados. En el caso de Gustavo Petro, él se ha dedicado a buscar responsables y olvida que gobernó la capital y el problema no nació con la llegada del alcalde Carlos Fernando Galán.
La responsabilidad política es tan evidente que el director del DPS, Gustavo Bolívar, quien siempre intenta lanzar un salvavidas al jefe de Estado desde las redes sociales, dijo: “No se puede hacer una oposición respetable culpando a Carlos Fernando Galán del bajo nivel de los embalses y a Petro del Fenómeno del Niño. Las cosas como son. Argumentos triviales son desespero”.