Entrevista
Álvaro Leyva dice que la Constituyente de Petro no tiene que pasar por el Congreso y pide tribunal de perdón que reemplace la JEP
El excanciller Álvaro Leyva habla de la nueva misión que le puso el presidente Petro: encontrar el camino para esta propuesta. Asegura que se puede hacer en el marco del acuerdo de paz con las Farc. Levantará polémica.
Vicky Dávila: Bienvenido. Gracias por acompañarnos en SEMANA.
Álvaro Leyva: Gracias por la invitación, Vicky.
V.D.: Hoy no vamos a hablar de los temas que la gente se imaginaría: pasaportes, cambios en la Cancillería, investigaciones. Quiero preguntarle: ¿qué tarea le encomendó el presidente?
A.L.: Yo sí estoy a las órdenes del presidente y no necesito decretos de nombramiento de ninguna naturaleza, por lo menos hasta hoy. Yo soy un gestor de paz.
Lo más leído
V.D.: Entonces, puedo decir que no tiene un cargo, pero el presidente sí le ha encargado una misión, ¿o no?
A.L.: Pues dígalo como usted quiera. Yo hago una gestión y las cosas se miden por sus resultados.
V.D.: Vamos al fondo. En ese video que usted mostró esta semana hablaba de un camino con el cual en Colombia no estábamos contando. Y es que los acuerdos de paz de Santos tienen un camino para la constituyente. ¿Cuál es ese camino?
A.L.: El acuerdo de paz hoy es un documento que reposa en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esto no es un juego, esto es una cosa muy importante y definitiva frente al mundo. Esos compromisos internacionales son para cumplirlos, no de Santos, sino del Estado colombiano. Eso es lo que tiene hoy el presidente Petro. Y hay una cosa que es bien interesante. El presidente Petro le entregó una carta a Naciones Unidas diciendo: asumo la responsabilidad de Estado y me comprometo, bajo la gravedad de juramento, a incurrir en una responsabilidad internacional en la implementación. Pero es allí, en ese documento, en donde se plasma la posibilidad de recurrir al acuerdo nacional y naturalmente hacer las reformas. Y algunos dicen que no es una constituyente, pero está la definición de constituyente. Usted conoce aquel dicho de blanco es, gallina lo pone y con sal se come. Ahí no dice huevo, pero todo el mundo sabe que es el huevo.
V.D.: Vamos a tratar de explicar de una manera sencilla. Si eso ya está allí en ese acuerdo y obliga al Estado, ¿quiere decir que esa Constituyente no pasaría por el Congreso?
A.L.: La declaración unilateral de Estado y el documento oficial están amarrados a dos resoluciones del Consejo de Seguridad. No hay jurista en el mundo que pueda señalarme el caso de que una decisión del Consejo de Seguridad basada en resoluciones propias haya sido impugnada. Naturalmente, en la Constitución del 91 se señaló en el artículo 366 cómo se convoca una constituyente. Pero aquí no, lo que hay que hacer es implementar el acuerdo. Recoger la letra sobre la cual se hizo la declaración unilateral de Estado. Una convocatoria se podría hacer la semana entrante. Quiero decirle algo. Conozco a Gustavo Petro hace 20 años. Él no es corrupto. Que alrededor de todo esto haya corrupción es otra cosa. Pero él no es un hombre corrupto. Él tiene que rescatar eso y tiene que comprobarlo. Nadie va a revocar al Congreso. Nadie. Yo tengo por acá la ponencia que yo presenté como constituyente. En esa época se dice que se convocó al Congreso. No, de ninguna manera. Es que la residencia de la soberanía estaba en la nación. Quiere decir que el Congreso hoy no se puede tocar y no se va a revocar. Otra cosa es introducir unas reformas.
V.D.: Pero quiero que nos detengamos ahí. Ayúdeme a contestar cosas puntuales. ¿Esa constituyente pasaría por el Congreso?, ¿sí o no?
A.L.: No es necesario, Vicky. Las resoluciones de Naciones Unidas no requieren pasar por el Congreso. Un documento así forma parte del bloque de constitucionalidad. Tanto es así que si no se cumple hay que ir a la Corte Internacional de Justicia. Petro, cuando habla de constituyente, no está echando globos al aire. Él sabe cómo es esto.
V.D.: Entonces, ¿cómo sería? ¿Quién convoca? ¿El presidente convoca a quién?
A.L.: Hay unos métodos. Y, naturalmente, por aquí los tengo. Yo lo he estudiado. Yo nunca hablo de mí. Nunca. Pero es que los ciclistas colombianos llega un momento en que se ganan los premios de montaña, y yo en esto me he ganado el premio de montaña. Yo conozco la metodología. Yo soy coautor de muchos procesos de paz, con muchas dificultades, inclusive en el orden personal. Déjeme decirle algo: yo soy hijo del destierro. Fui asilado en Costa Rica, tuve dos refugios, un carcelazo en Madrid por equivocación de las autoridades, 12 atentados. Yo he hablado con los paramilitares y me dicen: “Nosotros tratamos de matarlo”. Y ese es un compromiso de vida. Entonces, yo no me voy a poner a improvisar, Vicky. De ninguna manera. Yo conozco los textos y las metodologías.
V.D.: Pero, dígame, ¿cuál es el camino?
A.L.: Lo que pasa es que no se ha concluido el acuerdo. Es que ni siquiera se puso en marcha el punto cinco de la agenda original. Tenemos que ir al Consejo de Seguridad a informar sobre cómo va la implementación. Dígame una cosa, ¿usted cree que el presidente se posesionó y comenzaron a disparar? Él hereda un país que no ha podido consolidar la paz. Entonces, es una obligación: entregar un país en paz total. Y si el señor Leyva puede aportar, pues yo me acerco y ayudo. A propósito de la JEP, hay que buscar una solución, porque se salió y allá hay una gente que quiere jubilarse, y la paz no da espera. También podemos hablar sobre eso ya.
V.D.: Solo un segundo, ayúdeme con eso para que la gente entienda. ¿El presidente convoca?
A.L.: Es que él es el que tiene la obligación de cumplir lo acordado.
V.D.: ¿A través de qué?
A.L.: De un acuerdo especial.
V.D.: ¿Con quién?
A.L.: Con las altas partes contratantes.
V.D.: La otra alta parte son las Farc.
A.L.: Pero desaparecen en un momento dado porque no son las Farc las que hacen la declaración unilateral de Estado. Es el Estado colombiano, hoy representado por el presidente Petro. Las altas partes contratantes harían un acuerdo especial. Entonces, la fórmula que se busca con el presidente Petro es un tribunal especial, un tribunal de paz y de verdad, con el ánimo de llegar a que los colombianos tengan una segunda oportunidad.
V.D.: Saltamos de la Constituyente a esto. ¿Este tribunal de paz está en la constituyente?
A.L.: Pues nace del acuerdo especial. A la Constituyente hay que ponerle unas reglas del juego, Vicky. Eso no es “yo soy el dueño de la constituyente, yo hago lo que se me da la gana”. De ninguna manera. Por eso, la convocatoria debe ser un acuerdo nacional, porque esto es para que entre todos los colombianos definamos cuál es el futuro.
V.D.: La Constituyente vendría amarrada a este acuerdo nacional. ¿Qué pasa si no hay acuerdo?
A.L.: Pues que se está incumpliendo. No habría constituyente. ¿Qué pasa si en una carrera en tierra cae el ciclista y se rompe la cabeza? Pues no hay Constituyente, no hay ciclista, no hay carrera. Pero no estamos jugando al fracaso. Estamos jugando al éxito, incluyendo su participación.
V.D.: No, conmigo no cuente, doctor. Solo como periodista, nada más.
A.L.: Aquí se busca la paz total, no solo con los alzados en armas. Es que aquí la sola confrontación es una patanería diaria, Vicky. Yo soy objeto de maltrato en la calle. Yo me sonrío y a mi edad ya no me pongo bravo. Esto no puede seguir así indefinidamente. Las grandes democracias, las que funcionan, trabajan sobre conceptos utópicos. Pero ahí están. ¿Por qué no podemos ser iguales?
V.D.: Primero, recuerde que Gustavo Petro prometió que no haría una Constituyente. Segundo, una de las preocupaciones es que se quiera quedar. ¿Gustavo Petro se quiere quedar después del 7 de agosto de 2026?
A.L.: No lo creo. Usted sabe que uno en una entrevista no puede decir: ¿y será que no sé qué? ¿Y será que el infierno va a quemar a Colombia?
V.D.: ¿Pero se quiere quedar o no se quiere quedar?
V.D.: Él se la pasa diciendo que cuatro años son muy poquitos, que hay que seguir con el progresismo. Él sí lo dice. Pero, entonces, hablemos de este tribunal de paz.
A.L.: El tribunal de paz lo que busca es la paz total. Allá tienen que comparecer todos y todas, como se dice hoy; representantes jurídicos de empresas también. Déjeme ponerle un ejemplo. Juan Pablo II pidió perdón. ¿Por qué? Por la inquisición, por las cruzadas, por las violaciones... Algunos no pasarán, otros sí.
V.D.: Pregunta obligada: ¿en ese tribunal de paz ustedes quieren que vaya Uribe?
A.L.: Obviamente que no puedo anticipar nada.
V.D.: Pero les pregunto: ¿quieren que vaya Uribe?
A.L.: Yo no voy a anticiparme a nada. Tendría que preguntarme usted: ¿quiere que (al tribunal) vaya Vicky?
V.D.: No, porque yo nunca he sido actora política ni gobernante. La idea es decir, entonces, todos somos culpables.
A.L.: No, de ninguna manera. Hay que copiar a Sudáfrica, porque llegó un momento en que el presidente blanco que le da la mano a Mandela termina siendo su vicepresidente, sobre la base de que a todos los blancos no los podemos perseguir y meter a la cárcel.
V.D.: Pero siempre han querido meter a Uribe a la JEP. Entonces, le pregunto: ¿quieren que el tribunal incluya a Uribe, a Santos, a Gaviria, a los expresidentes vivos, a los partidos, a los criminales, a todos?
A.L.: No, yo no voy a personalizar… Dígame una cosa: ¿usted cree que Petro es el responsable de la actual violencia, de la actual corrupción?
V.D.: No, pero él se comprometió a contener la violencia y a que no iba a haber más corrupción.
A.L.: Usted me dice: “Él se comprometió”…, pues entonces déjelo que cumpla. Sí, lleva dos años, pero le faltan dos.
V.D.: Está metido su hijo Nicolás Petro, Laura Sarabia metida en un escándalo espantoso. La UNGRD salpica a sus funcionarios, incluidos varios ministros. Están los audios de Armando Benedetti. Él está rodeado de la corrupción.
A.L.: Todos los Gobiernos han estado rodeados de corrupción… Ahí es cuando yo le digo a usted conviértase en hincha de esto que estoy proponiendo.
V.D.: Solamente una cosa, acuérdese de los embajadores llamados a juicio.
A.L.: ¿Qué tal los magistrados de las altas cortes llamados a juicio?
V.D.: Perdóneme, los del cartel de la toga ya no están en las cortes. Este señor Guanumen, que dijo que corrió la línea ética, nos representa. Yo soy periodista, le hago este ejercicio.
A.L.: Esa es una gabela que usted tiene. Yo tengo que ser muy responsable. Yo no soy jurisdicción. A Petro le faltan dos años, ¿por qué no dejarlo trabajar?
V.D.: A él lo nombraron por cuatro años y cuando se cumpla el tiempo se tiene que ir. ¿Usted le cree esa teoría del golpe de Estado?
A.L.: Yo qué voy a saber. Vicky, yo no me meto en eso. A todos los presidentes los quieren tumbar.
V.D.: ¿Quién lo va a querer tumbar?
A.L.: Lo que sí sé es que tiene muchos adversarios.
V.D.: Lo veo mucho más feliz y más cómodo que cuando era canciller. ¿Esto le gusta más?
A.L.: Pues, la verdad, es que cada momento tiene su realidad. Yo no me dejo agobiar de absolutamente ninguna situación. Mire, hay una cosa que yo le agradezco a la Divina Providencia: no me deprimo. Y en esta porquería de polarización, en la medida en que se van encontrando los instrumentos para sobrepasar las dificultades, qué mejor que utilizarlos. Ahí está el documento oficial de Naciones Unidas en el que dice y grita al cielo: usted tiene que implementar un mecanismo de solución.
V.D.: Me deja todos los documentos, y una cosita, doctor Leyva: ¿le dio guayabo cuando nombraron a Luis Gilberto Murillo?
V.D.: ¿Le puedo hacer una pregunta y me la contesta con sinceridad? Santos tiene simpatía con Thomas Greg. ¿Hizo algo para que le dieran la licitación?
A.L.: La verdad, yo qué me voy a meter en esas cosas. Yo no conozco la relación. Hay unas relaciones visibles, otras invisibles. Eso de adivina adivinador no va conmigo. Yo estoy buscando la reconstrucción de este país. Yo no escatimaré esfuerzos para que el país pueda llegar a una felicidad total.