Política
Álvaro Uribe arremete contra la JEP: dice que su presidente administra justicia por los medios y habla de menciones incompletas sobre él y Mancuso
Esta no es la primera vez que el jefe del Centro Democrático se manifiesta en contra de la justicia transicional.
El expresidente Álvaro Uribe la emprendió nuevamente contra la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En esta oportunidad, se refirió exclusivamente a su presidente, el magistrado Roberto Carlos Vidal, por algunas declaraciones que ha entregado recientemente donde se refiere a él y a los señalamientos que ha hecho en su contra el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso.
Uribe, iracundo, dijo que ya que el presidente de la JEP “administra justicia a través de medios de comunicación, debería decir todo para complacer al periodista de El Colombiano que insistía en preguntar por menciones de Mancuso a mi persona”.
El expresidente aseguró que “debería ser que se publique todo o nada. Esas menciones incompletas son insinuaciones o señalamientos que, en el caso personal, no permiten la defensa ante la opinión pública”. Esta no es la primera vez que Uribe arremete contra la JEP.
Aunque desde la creación del tribunal de justicia transicional, tras la firma de los acuerdos de paz con las Farc, él se opuso porque consideró que podría ser un escenario para ponerlo contra las cuerdas y, eventualmente, juzgarlos, recientemente su discurso se ha agudizado contra la Justicia Especial.
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Una de las razones es que la JEP le abrió la puerta a Salvatore Mancuso, exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, para que declarara en contra del exjefe de Estado.
Mientras estaba en Estados Unidos, Mancuso, por ejemplo, señaló a Uribe, en su época de gobernador de Antioquia, de tener conocimiento de la masacre de El Aro, ocurrida en Ituango, el 22 de octubre de 1997. Este hecho fue negado tajantemente por el líder del Centro Democrático.
Mancuso, posteriormente, dijo que él y sus hombres de las AUC habían pasado por la finca El Ubérrimo, de propiedad de la familia Uribe Vélez.
Esta declaración desató la furia del jefe de Estado, quien lo denunció por injuria y calumnia y lo motivó a entregar una versión libre sobre el paramilitarismo en Colombia a la Fiscalía General de la Nación.
Recientemente, el expresidente confesó que recibió una razón de Salvatore Mancuso: “No le vamos a hacer daño, pero que se quede quieto”, contó a través de sus redes sociales”.
En otra oportunidad, el político de derecha reveló una advertencia que le hizo un ciudadano a través de WhatsApp y apuntaba a que la JEP tenía lista su orden de captura.
El pulso entre Uribe y Mancuso llevó al segundo a enviarle una carta al primero. Rechazó que esté detrás de un plan o complot para incriminarlo judicialmente.
“Ciertos medios de comunicación han relacionado mi regreso a Colombia con un supuesto complot en su contra, lo cual es falso y completamente alejado de la realidad. Quiero ser absolutamente claro: mi retorno al país no guarda ninguna relación con conspiraciones, no tengo ningún interés en usted ni nada en contra suya, Dr. Uribe, o de quienes son o fueron sus aliados y apoyos económicos y políticos”, afirmó Mancuso en la carta, que parece tener una doble intención: salirse de cualquier señalamiento de parte suya a Uribe, pero, al mismo, tiempo, acusarlo.
En el documento de dos páginas, el exjefe paramilitar también señaló que va a denunciar penalmente al jefe natural del Centro Democrático por señalarlo de buscar testigos en la cárcel La Picota para que lo denuncien por vínculos con paramilitares.
Esta pelea entre Uribe y Mancuso no parece tener un final pronto.