Política
Álvaro Uribe se defiende de los señalamientos del exparamilitar Salvatore Mancuso y arremete contra la JEP: “Lo acepta, con impunidad”
El expresidente publicó una intervención en la audiencia de preclusión donde aseguró que no tuvo nexos con el exjefe de las AUC.
El expresidente Álvaro Uribe se pronunció tras las declaraciones que entregó el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ante la JEP donde lo vinculó con la Masacre de El Aro y citó un supuesto encuentro que se habría dado en la finca del Ubérrimo con el coronel Raúl Suárez que, por esa época, figuraba como el comandante de la Policía de Córdoba.
En medio de su defensa, Uribe negó dicha reunión y se respaldó con la versión que Suárez le dio a la Fiscalía cuando se le indagó por ese presunto episodio: “No tenía confianza de amistad ni parentesco con el doctor Álvaro Uribe. Es decir, es inadmisible que yo me hubiera reunido o le hubiera presentado al señor Salvatore Mancuso o viceversa”.
Así las cosas, la relación del uniformado con el exmandatario se habría limitado a brindarle garantías de seguridad por las amenazas que corría en ese momento: “En ocasiones, me correspondió instalarle el servicio de seguridad y nada más”, y desconoció cualquier tipo de acercamiento con Mancuso, contrario a la versión que él suministró en la JEP.
Mancuso miente:
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) November 18, 2023
Dijo que Castaño me apoyó. Castaño a quien nunca conocí dijo lo contrario, que era perjudicial para ellos. Aquí la cita de su escrito.
Mi rechazo al apoyo que Mancuso dijo dar a mi persona en conversación con el Padre D’Roux
JEP considera que refritos de… pic.twitter.com/Yjilb2aemO
Para desligarse de los presuntos nexos con el paramilitarismo, el líder del Centro Democrático también referenció el libro ‘Mi Confesión’, donde Carlos Castaño afirmó que no lo conoció personalmente ni respaldó su candidatura presidencial, pues lo consideró como una piedra en el zapato para las Autodefensas Unidas de Colombia.
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“Es el presidente que menos nos podrá ofrecer, seguro dará resultados militares en contra nuestra y poco reconocimiento a nuestra lucha antisubversiva”, se lee en el documento compartido en la red social X por Uribe, donde igualmente refutó el supuesto apoyo que le habría dado Mancuso en las elecciones nacionales de 2002, expresado a al padre Francisco de Roux.
Todo esto, para concluir: “Mancuso miente. Dijo que Castaño me apoyó. Castaño a quien nunca conocí dijo lo contrario, que era perjudicial para ellos. Aquí la cita de su escrito. Mi rechazo al apoyo que Mancuso dijo dar a mi persona en conversación con el Padre D’Roux. JEP considera que refritos de Mancuso son novedosos. Lo acepta, con impunidad”.
La llegada de Mancuso a la JEP
En un hecho excepcional, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó el sometimiento de Salvatore Mancuso como sujeto incorporado a la Fuerza Pública entre los años 1989 y 2004. Esta determinación implica que la JEP considera que Mancuso desempeñó un papel de “bisagra” o “punto de conexión” entre las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y la Fuerza Pública durante ese período.
La decisión fue tomada por la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas durante la conclusión de la Audiencia Única de Verdad de Salvatore Mancuso, que se llevó a cabo este viernes, 17 de noviembre, en Bogotá. Cabe decir que Mancuso participó de manera virtual en la audiencia, ya que se encuentra en Estados Unidos a la espera de que se defina su situación.
La aceptación del sometimiento implica que Salvatore Mancuso deberá contribuir a esclarecer los hechos ocurridos durante el conflicto armado, seguir proporcionando información veraz y detallada sobre su participación y la relación entre los paramilitares y la Fuerza Pública en el período señalado.
Tras pagar su condena en EE. UU. por narcotráfico y a la espera de ser enviado a Colombia, ahora quien se encargará de juzgarlo es precisamente la Justicia Transicional, a partir de su condición de “bisagra” o “punto de conexión”, por lo que podrá tener acceso a beneficios jurídicos delimitados por la misma JEP.
Además, se convirtió en el primer integrante de las AUC en ser admitido, pero no bajo la figura de exparamilitar, sino como “sujeto incorporado material y funcionalmente a la Fuerza Pública”.