Andrés Guerra, senador del Centro Democrático, también será precandidato presidencial para 2026

Aunque todavía queda bastante tiempo para las elecciones presidenciales de 2026, el sonajero está moviéndose bastante fuerte en diferentes sectores políticos.

En el Centro Democrático, partido de oposición, ya son varios los nombres que se han hecho públicos para estar en la contienda, por lo que la colectividad deberá definir más adelante un mecanismo de selección para un candidato único.

Por ahora, se habla de que el Centro Democrático tendría unos diez precandidatos presidenciales dentro de los cuales ya han confirmado sus aspiraciones: María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Alirio Barrera y posiblemente Paola Holguín.

Sumado a esos nombres, el senador Andrés Guerra Hoyos confirmó que también tiene aspiraciones presidenciales y que así se lo hará saber a la dirección del Centro Democrático.

“No es verdad que solo estén los senadores Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Miguel Uribe, porque aquí también van a competir con ellos el senador Alirio Barrera, y yo, no podemos desconocer el trabajo de los senadores que he mencionado, pero creo que a esta lista de precandidatos que le estoy señalando se pueden unir otros nombres”.

Guerra aseguró que el expresidente Álvaro Uribe siempre ha dicho que para los procesos democráticos de la colectividad todos sus integrantes podrán participar sin problema alguno.

“Nuestro líder natural es un demócrata de tiempo completo y dentro del partido Centro Democrático tenemos la posibilidad de proponer cada uno de sus integrantes nuestro nombre para que se tenga en cuenta en las próximas contiendas electorales, esto es lo que muy pronto voy a hacer”.

Pedro Hernández, quien tiene una cercanía muy grande con Centro Democrático, dijo que Guerra Hoyos lleva varios años militando en la colectividad y que tiene todos los pergaminos para estar en la contienda.

“El verdadero líder y soldado General del Centro Democrático desde hace más de 20 años es Andrés Guerra Hoyos, quien acompaña al presidente Uribe, en las buenas y en las malas, no podemos equivocarnos nuevamente con otro precandidato a la presidencia en el 2026 como nos pasó con otros precandidatos. Tenemos que escoger al verdadero uribista, que represente todos los pensamientos de nuestro partido y el sentir de la gente en Colombia, no nos podemos equivocar”.

Se espera que desde febrero el congresista inicie un recorrido por todo el territorio nacional para comenzar su precampaña política a la presidencia. La primera visita se estaría haciendo en el Eje Cafetero.

Recientemente, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, en una declaración que dio en medio de un evento académico en que se desarrolló en el Millennia Atlantic University de la Florida, en Estados Unidos, indicó de manera directa que no puede decir quién será el próximo tigre porque “no le hacen la raya”, en respuesta a la pregunta sobre el próximo candidato presidencial de 2026.

“Yo todavía no puedo decir quién es el tigre porque entonces no le hacen la raya. Hay tigres y tigresas muy buenos. Es año definitivo. Es un año donde ellos tendrán que conectarse con el pueblo colombiano”, sostuvo Uribe.

Y añadió: “Es bien importante esto. Luis Alfonso, que me acompañó a mí, tanto sabe que nuestra gran relación era con la Colombia más pobre. Y eso ayudó mucho a que se entendiera por qué había que apoyar la empresa privada. Es un año muy difícil por esto porque se acaba de elegir un grupo de alcaldes y gobernadores, muchos de la oposición”.

El bajonazo en la popularidad del presidente Gustavo Petro, los escándalos que rodean a su familia, las metidas de pata y las controvertidas decisiones han llevado a distintos partidos a pensar desde ya en un salvador. O en un líder que pueda enderezar el rumbo del país en los próximos años.

Petro no completa ni dos años en el poder, ni siquiera las reformas con las que promete el cambio han sido tramitadas con éxito en el Congreso y distintos sectores ya están pensando en quién será su reemplazo. Es un hecho similar al que ocurrió con el expresidente Ernesto Samper, quien gobernó bajo la sombra del proceso 8.000, y Belisario Betancur, a quien el país le cobró el auge del narcotráfico.